El lunes fue la premier mundial del King Kong de Peter Jackson, que tuvo lugar, como era lo más normal, en New York. Asistieron del orden de 8.000 invitados, donde les esperaba una reproducción de 7 metros de King Kong a la entrada del cine (también se pudo ver a Naomi Watts sentada en uno de los brazos), y al final una fiesta en un muelle de Manhattan, que era una fiel reproducción de la isla de Skull.
Lo que nos interesa de verdad, fuera de todo tipo de celebración, es lo que ha ido comentando la prensa después de ver la película. Rottentomatoes viene en nuestra ayuda y recopila todos los comentarios que encuentra colgados en la red. A destacar, por ejemplo, el de about.com y el de variety. En términos generales, la película ha gustado bastante, aunque ya sabemos la tendencia de muchos críticos americanos a engrandecer una película, pero es válido conocer su opinión como primera piedra de toque.
No obstante, me ha dado por pensar acerca de la duración del King Kong de Peter Jackson, y el clásico de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack. Y es que uno se queda asombrado por la capacidad de síntesis del cine americano moderno. Lo que en la de Jackson son 3 horas de película, en el clásico sobrepasa por poco la hora y media de metraje. En ese sentido, algo no me cuadra. ¿Menos es más? ¿Jackson cuenta algo más? Gran desafío. Lo cierto es que el primer King Kong es una obra perfecta a la que no le falta ni le sobra un minuto. Por ahí viene mi inquietud... aunque mirado por el lado bueno, disfrutaremos durante más tiempo a Naomi Watts.
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