'Misión Imposible III', la mejor de la saga

En 1996 Brian de Palma con su peculiar estilo firmó una de sus peores películas, la adaptación a pantalla grande de la mítica serie de televisión 'Misión Imposible'. Triunfó en todo el mundo. En el 2000 John Woo con su peculiar estilo firmó una de sus peores películas con la segunda parte, y logrando algo impensable en el cine de acción: aburrir. También triunfó en todo el mundo. Ambas películas llevaban impresas las huellas de sus autores, su estilo era reconocible, aunque no se esmeraran demasiado. Superar esos dos films no era tarea difícil, la verdad. Y después de que directores de la talla de David Fincher fueran tentados para hacerse con las riendas de la tercera parte, al final, la misión de llevarla a buen puerto ha recaído en manos de J. J. Abrams, alguien muy curtido en televisión, campo donde triunfa con series como 'Alias', de la que no he visto ni un sólo episodio, o 'Perdidos', de la cual soy un seguidor aunque con reservas. La operación ha sido muy inteligente por parte de Tom Cruise, ya que de esta forma consigue que un montón de fans de ambas series acudan en masa al cine a ver la ópera prima de Abrams. ¿Resultado? sin duda, la mejor de la serie, aunque decir eso no significa decir que es una buena película, que de hecho no lo es, aunque tampoco mala.

Ethan Hunt vive retirado de misiones imposibles, salvo la de prometerse en matrimonio con su actual pareja, con la que vive enormemente feliz. Ahora sólo entrena a futuros agentes, con lo que no se complica la vida. Pero un día recibe la noticia que una agente que fue una de sus mejores alumnas está secuestrada por un importante hombres de negocios llamado Owen Davian, quien evidentemente no se dedica a asuntos legales. Como la vida de la agente corre serio peligro, Hunt decide comandar un equipo de rescate. Evidentemente las cosas se complicarán un poco, entre otras cosas porque si no, no hay película.

El argumento es lo de menos en esta película, aunque hay que decir que tiene un mínimo de decencia. Es simple, para no complicarse demasiado la cabeza con giros argumentales y demás, y concentrarse en servir un producto de entretenimiento digno, cosa que se consigue. El espectador logra olvidarse de todo durante dos horas más bien distraídas, aunque tampoco sea para emocionarse en extremo.

Todo lo bueno que tenga esta película hay que agradecérselo a J. J. Abrams, quien desde luego ha sabido aprovechar lo que tiene entre manos. Al igual que en las dos entregas anteriores, el estilo de su director se nota. Abrams maneja la película como si se tratara de un episodio televisivo, pero con muchos millones de dólares más. Por un lado eso juega a su favor y por otro en su contra. Sale ganando en cuanto a los personajes y sus relaciones. De hecho, los secundarios, aunque no todos, están más aprovechados que en las otras dos películas. Sale perdiendo en cuanto a su aspecto visual, el cual nunca da la sensación de que sea una película cinematográfica, sino más bien un superepisodio de televisión superlujoso. O tal vez el estilo de Abrams esté demasiado impreso en la narración y nos da esa sensación.

De lo que no hay duda es de que Abrams sabe filmar muy bien las escenas de acción, que sin duda son lo mejor del film. Todas con una planificación muy cuidada y un montaje que no se excede en efectismos baratos. Habría que mencionar al respecto, una escena que tiene lugar en un puente, que a mi parecer es la mejor de toda la película, y que está magnificamente rodada, con una espectacularidad notable. A pesar de que dichas escenas rayan lo imposible y lo inverosímil, están servidas con estilo y no caen en lo que comunmente se llama "fantasmada" (en ese aspecto la segunda parte las tiene todas). No obstante he aquí un pequeño defecto, y es que Abrams nunca será John McTiernan o James Cameron, auténticos maestros en filmar escenas de acción inolvidables. Repito, inolvidables. Abrams filma muy bien las escenas de acción, todas te dejan con la boca abierta en el momento, pero no permanecen en la memoria.

Por lo que respecta a los actores el nivel ha subido un poco. Tom Cruise hace un Hunt más humano, y da lo que se espera de él. Ving Rhames repite personaje, y aquí está un poco más bromista que de costumbre, aparte de que se acerca más a su "jefe" como amigo. Los nuevos fichajes cumplen a la perfección, aunque algunos están más aprovechados que otros. Jonathan Rhys Meyers es uno de los desaprovechados; su personaje no están tan cuidado e intepretativamente nada que ver con lo que hizo para Woody Allen. Maggie Q da la nota oriental que toda película de acción actual debe de tener. Billy Crudup está poco creíble como jefe de Hunt, y es para mí el único error de cásting de la película. Laurence Fishburne interpreta a otro superior de Hunt, y quizá está un poco exagerado. De Keri Russell casi no podemos disfrutar y Michelle Monaghan pues como las primeras cuatro letras de su apellido.

El villano quizá sea el mejor de las tres películas. Por fín un villano a la altura de las circunstancias, un villano con clase, con estilo y sin piedad alguna. Está interpretado muy convincentemente por Philip Seymour Hoffman, quien se lo debió de pasar en grande rodando algunas escenas. Sin embargo, y esto le pasa a todos los personajes, aunque se les ha dado un poco más de cancha a todos en general, lo cierto es que cada personaje sale lo justo y necesario para no hacer sombra a Cruise. Él sigue siendo la estrella, y él sigue chupando cámara. Bueno, para eso le pagan, y para eso es el productor, que si no es por él, la película no se hace. En ese aspecto, Cruise se sale, siempre rodeándose de la mejor gente posible, y haciendo las cosas de una forma muy inteligente, aunque luego los resultados sean otra cosa. Menuda contradicción.

Una película pasable. Muy, muy entretenida. Poco más de dos horas totalmente alejado del mundanal ruido, aunque justo cuando se sale de la sala de cine, casi se olvida por completo. No hay duda de que será otro bombazo a añadir a la carrera de Cruise. Según las últimas noticias es probable que no iguale las cifras de la segunda parte, con lo que ya me imagino yo a muchos intentando vendernos que es un fracaso, cosa que se ha hecho incomprensiblemente con otras películas.

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