Ya ha llegado la nueva aventura del aprendiz de mago más famoso de todos los tiempos para romper taquillas allá a donde vaya. Al respecto diré que he visto las películas de esta saga el día del estreno en la primera función, y ésta es en la que más gente había, por lo tanto le auguro que será la película más taquillera de la temporada, hasta que llegue un gorila gigante y le aplaste, espero que en todos los aspectos.
La historia de esta nueva entrega de la millonaria franquicia es bien simple: Harry Potter tendrá que superar tres peligrosas pruebas en una competición entre escuelas de magia, para ganar una copa y grabar así su nombre en la historia, y de paso, enfrentarse a alguien muy, muy malvado. No hay más. Qué no. La película dura más de dos horas y media y no tiene nada más con 'peso' en el guión. De esta forma se ha cometido el mismo error que en la primera entrega, donde la historia también era mínima. En la segunda y tercera parte, sobre todo esta última, los guiones eran más completos, y debieron haber continuado por ese camino, ya que el esquema se repite demasiado. Y menos mal que no hablo del Cáliz de Fuego del título, primero porque no me gustan los spoilers, y segundo porque me da la risa, vedlo vosotros mismos.
Respecto al extenso reparto de la película decir que el trío protagonista no son actores, sus interpretaciones dejan bastante que desear. Pero se han convertido en iconos infantiles y juveniles con millones de fans en todo el mundo; y alguno ya va camino de convertirse en un sexsymbol, puesto que en la sala dónde estaba viendo la película, cada vez que algún joven personaje masculino aparecía en pantalla, se dejaba escapar algún suspiro femenino. El despertar sexual, evidentemente, algo que se toca en el film de refilón, introduciendo un personaje femenino nuevo, que hará que Harry experimente nuevas sensaciones. Los actores veteranos interpretando personajes secundarios, son los que dotan a la película de algo de seriedad y talento. Gente como Michael Gambon, Maggie Smith o Alan Rickman hacen creíbles unos personajes muchos más carismáticos y entrañables que los principales, y que no están los suficientemente bien tratados que debieran, y eso que disponen de metraje y metraje para hacerlo.
Pero el que sobresale por encima de todos es Ralph Fiennes, interpretando al malvado Lord Voldemort; aparece tan sólo unos 15 minutos más o menos, constituyendo la mejor parte de la película, y su interpretación es impresionante, merendándose al resto del reparto con un personaje que da verdadero miedo. Algo que le viene muy bien a la película, que es un poco más oscura que las demás, cosa que se agradece.
Mike Newell ejerce tareas de dirección, si es que eso existe aquí, porque si algo se le nota a la película es que es una producción que ha sido elaborada en todos los aspectos de antemano, no dejándola en manos de un director que pudiera dar rienda suelta a su estilo. De hecho las cuatro películas de la saga parecen dirigidas por la misma persona, o dicho de otro modo, no están dirigidas, al ser productos prefabricados. Imaginaos lo que podría haber hecho algún director con fuerte personalidad, y no digo nombres para que os vuele la imaginación. Newell, que no es que se caracterize por tener un estilo demasiado personal, se esfuerza en algunos momentos del principio en aportar algo nuevo a la saga sin conseguirlo, con lo que el film termina siendo impersonal.
Afortunadamente no todo es malo en esta película. A pesar de su duración y de un guión de una enorme simpleza, el espectador está todo el rato entretenido, gracias al ritmo que le han imprimido, y también, cómo no, a unos extraordinarios y sorprendentes efectos especiales, que están perfectamente usados (algo de lo que no pueden presumir otro tipo de producciones) y hacen creíble todo el mundo que retrata la película. En ese aspecto no hay ninguna queja, faltaría más.
A parte de eso y de la intervención de Fiennes, yo destacaría algo que me ha encantado, se trata de la banda sonora de Patrick Doyle, que inspirándose en la partitura de John Williams, ha creado una música superior a la del maestro, enormemente épica y con una fuerte carga de emoción, algo que le falta a esta película, y de lo que adolece la saga entera. Eso sí, este pasable film es infinitamente superior y recomendable que otros engendros que pueblan la cartelera.