El fracaso de 'Kraven the Hunter' deja bastante claro que las aventuras del personaje interpretado por Aaron Taylor-Johnson no va a tener ningún tipo de continuidad. Sin embargo, el plan inicial de Sony no era ese, algo sabe que cualquiera que haya visto la película y que también sospecharán aquellos que todavía no hayan dado una oportunidad al nuevo trabajo del director J. C. Chandor. Obviamente, habrá spoilers de aquí en adelante.
Por lo pronto, Sony siempre ha manejado con mucho cuidado los vínculos de estas películas del universo Spider-Man con el trepamuros. Tom Holland no ha aparecido en ninguna de ellas y en el caso de 'Kraven the Hunter' se ha echado mano de un recurso muy sencillo que permite a cualquiera que sea seguidor de ese superhéroe asociarlo de forma inmediata con esta película: el Daily Bugle.
En determinado momento de 'Kraven de Hunter', el personaje interpretado por Ariana DeBose investiga un poco sobre quién es Sergei Kravinoff, siendo entonces cuando vemos brevemente la versión online del Daily Bugle. Ahí es donde Peter Parker trabaja como fotógrafo vendiendo las imágenes que toma de él mismo ejerciendo como Spider-Man. Bueno, así es normalmente, porque al final de 'Spider-Man: No Way Home', aún no colabora con ese medio, que además es muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
Más allá de eso, el resto de posibles conexiones con el trepamuros se limita a la aparición o mención de personajes que aparecieron en sus viñetas. Vamos, lo mismo que sucede con el propio Kraven en una última cacería legendaria que mucho me temo que nunca veremos en la gran pantalla. Al menos no con Taylor-Johnson dando vida a ese temible enemigo.
Que significa ese final
Centrándonos ya en qué sucede al final de la película, hay dos detalles especialmente destacables. El primero es que se consuma que el hermano del protagonista se convierte en El Camaleón, uno de los villanos más recordaros del universo Spider-Man. A lo largo de la película ya se había apuntado claramente en esa dirección con varias menciones a lo camaleónico que era el personaje interpretado por Fred Hechinger a la hora de imitar la voz de los demás y ya no ha vuelta atrás.
Como él mismo dice, ahora va a ejercer como nuevo líder del imperio criminal que hasta entonces había llevado su ya fallecido padre (Russell Crowe) ante la decisión de su hermano de dejar que un oso acabe sin piedad con él. Si eso tiene o no algo que ver en su decisión de abrazar la maldad es algo que queda en el aire, pero lo realmente innegable es que de ese inocente Dimitri Kravinoff ya no queda nada. Eso también lleva a que Kraven termine de abrazar su lado oscuro.
Justo después del desencuentro con su hermano, Kraven vuelve a casa, donde le espera un último regalo de su padre Nikolai que incluye una nota y un chaleco hecho con la piel y el pelaje del león que casi acaba con su vida cuando era un niño y que desencadenó todo lo que sucedió posteriormente en su vida. El diseño del chaleco no es para casualidad y retrotrae al look más característico del personaje en los cómics.
A su manera, la llegada de ese chaleco simboliza que Kraven se convierte de forma definitiva en un villano. En la película podría aducirse perfectamente que ya lo era, pero también había argumentos a favor de verlo como un vigilante. El siguiente paso lógico es que empiece a impartir justicia sin un criterio claro y que ponga a prueba sus límites como cazador. Es ahí donde entraría en escena un enfrentamiento con Kraven que parece que el cine en acción real va a robarnos por tercera vez.
La cuestión es que Sam Raimi tenía planeado utilizar a Kraven como rival de Tobey Maguire en esa 'Spider-Man 4' que acabó cancelándose, mientras que Marc Webb coqueteó abiertamente con usarlo tras 'The Amazing Spider-Man 2', pero la saga se reinició y esa idea quedó de lado. Finalmente hemos tenido esta película, pero de verlo junto al trepamuros será mejor que nos vayamos olvidando.
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