Siete estrenos, uno diferente para cada día de la semana. Entre ellos hay mejores, peores, incluso algunos totalmente prescindibles, pero es muy importante recordar, lo fresquito que se está en cine.
Adivina quién, un film del que ya hablamos en abril, dirigido por Kevin Rodney, donde el chico de moda, Ashton Kutcher, tendrá que vérselas con su suegro, Bernie Mac, que ni en sus peores pesadillas hubiera imaginado que el novio de su hija iba a resultar tan blanco.
La película, sin duda, recuerda a la fenomenal Adivina quién viene esta noche (que protagonizaba un Sidney Poitier inolvidable), pero esta vez con los colores cambiados, y probablemente en una versión mucho más descafeinada, aunque lo mejor será comprobarlo primero.
Ebrio de mujeres y pintura, de Im Kwon-taek. Un film de Corea del Sur, que ha tardado casi tres años en llegar a nuestras pantallas, y que está basado en la vida de un renombrado pintor del siglo XIX, Jang Seung-up cuya obra y personalidad revolucionaron parte del arte coreano, es interpretado por Choi Min-sik.
Herbie: a tope, vuelve el coche que piensa, esta vez con Lindsay Lohan al volante, y con intentar lograr el ingreso en el record guiness como objetivo principal. Comedia de aventuras, de la factoría Disney, apta para todos los publicos.
La llave del mal, película de terror, donde la encantadora Kate Hudson deberá enfrentarse a los poderes sobrenaturales de una casa, o más concretamente una buhardilla, donde antiguamente se realizaba ritos extraños, y como no, super malignos.
Las muñecas rusas, o la película que voy a ver esta misma tarde. Cédrik Klaspisch a escrito y también dirigido esta continuación de Una casa de locos, donde cinco años más tarde, el protagonista vuelve a plantearse nuevas dudas tras haber realizado gran parte de sus sueños.
Así Romain Duris, que no ha dejado de sorprendernos desde que lo descubrimos como Xavier, vuelve a ponerse en la piel de este romántico escritor, que no tiene clara ni su carrera, ni su vida amorosa.
Premonition, de Norio Tsuruta. Terror japonés, donde un hombre descubre escrita en un periódico la muerte de su hija, instantes antes de que suceda. Esto le lleva a la ruptura de su matrimonio y una obsesión descontrolada, que le conducirá a nuevos misterios.
Punto y Raya, un co-producción en la que han participado Venezuela, Chile, Uruguay y España, dirigida por Elia K. Schneider, en la que un soldado colombiano, interpretado por Edgar Ramirez, y otro venezolano, por Roque Valero, ven como sus caminos se intercalan, del odio a la amistad, y de la amistad a la traición, llamados por el cumplimiento del deber.