La novela de terror ‘IT’ de Stephen King tiene unas 1500 páginas y cubre la etapa de niños y adultos del club de los perdedores. En cada década, se unen para enfrentarse al temible enemigo narrado una historia brutal y envolvente que Andy Muschietti capta en gran parte en su visión para cines. La magia de las páginas de la historia original es una interpretación bastante libre, con algunos cambios a lo largo del camino.
Existen suficientes variaciones sobre el material original para que los fans de la novela discutan qué cambios han sido mejoras y cuáles pasos en falso. El espíritu del texto fluye y algunas de las escenas están intactas. La primera, por ejemplo se respeta hasta la marca de cera usada para sellar el barco del barquito que lleva a la muerte al pequeño Georgie. El sadismo de Henry Bowers, el afecto de Ben por la biblioteca de Derry, y Eddie rebelándose o Beverly siendo atacada por su padre… los latidos básicos del corazón del texto se han mantenido.
Viejos miedos, nuevos monstruos
En la película, los cambios aparecen en forma de pequeños detalles como que el cuerpo de Georgie nunca se recupera como motivación de su hermano Bill. Fijar la historia en los años 80 en vez de en los 50 cambia las referencias de la cultura pop, el diseño y la jerga. Por esa misma razón también los monstruos son diferentes. Si en los cincuenta tenía sentido usar a la momia, el hombre lobo, y la criatura de la laguna negra en esta versión se centran en los miedos de los niños, aprovechando hitos oscuros de la historia de Derry para completar también interludios de la novela que no han podido pasar.
Los miedos de Beverly y Eddie son los mismos, aunque hay algún añadido. El pelo del desagüe y la manera en la que explota la sangre en el caso de la niña y la aparición del leproso en el caso del niño hipocondríaco, al que se le han quitado las líneas sexuales, ya que en el libro le ofrecía hacerle una mamada al pequeño. Mike no ve un pájaro gigante, y Stan no ve niños ahogados sin embargo esa pieza es incorporada a la muerte de Patrick Hockstetter, que no ve sanguijuelas voladoras ni tiene una nevera llena de animalitos muertos.
Una de las escenas más escandalosas en la novela de King se produce justo después de la derrota de los perdedores, un momento extravagante de sexo entre los niños totalmente inapropiada que por razones obvias no ha pasado el corte. Sin embargo sí está el pacto de sangre, al que le han cambiado el detalle de ser sugerido por Bill en vez de Stan.
Cambios en los personajes I
Bev tiene incluso más presencia y poder que en la novela. De hecho, Bill pierde ese aura de líder bueno y se muestra mucho más afectado por la muerte de su hermano, pero la verdadera estrella del grupo es Beverly. Sí, en el final se la pone como una especie de damisela en apuros, permitiendo a Pennywise secuestrarla como un medio de atraer a los perdedores a su guarida y al igual que Audra años más tarde, Bev ve las luces muertas y flota en un estado catatónico hasta que un beso de Ben la despierta. Nada de ello estaba en la novela, pero tampoco traiciona la manera en la que la posición de la chica en el grupo se desarrolla.
La relación incómoda de Bev con su padre es muy presente y los tintes espeluznantes, inapropiados, e incestuosos de la misma ya estaban presentes en el libro, para los que lo supieran leer correctamente. Bev también tiene una injustificada fama de promiscua, que no está en el libro pero agrega una capa interesante a su carácter. El triángulo amoroso entre Ben, Bill, y Bev está muy presente, tan sólo cambia el interés de Bill y algunos detalles de su pasado.
Mike Hanlon, que de adulto recopila información sobre la oscura historia de la ciudad, traslada su papel del historiador a Ben, que enseña al Club de los Perdedores las tragedias de Derry a través de su propio libro de recuerdos casero. Mike tampoco tiene la misma relación especial con su padre de la novela, sino que ha perdido a su familia en un incendio, lo que utiliza Pennywise para controlar sus miedos. Vive en una granja con su abuelo y la pistola de pernos para matar ovejas que utiliza en la película sustituye al tirachinas con balines de plata de la como arma contra el payaso.
Ben tiene un fondo muy diferente, es dulce y tiene mucha personalidad, pero sus habilidades de construcción no están desarrolladas igual, ni ayuda a construir una presa en el arroyo. Su visión de un globo en el canal del libro se traslada a la biblioteca, pero la momia del libro solo se referencia en un momento del final, como una especie de guiño. Su visión de Pennywise de la novela, sin embargo, ha caído en la visión de Eddie, cuando el leproso deja de perseguirle y puede ver al payaso con sus globos en forma de triángulo. La frase del payaso es la que le diría a Ben.
Cambios en los personajes II
Eddie tiene su hipocondría intacta, pero es raro verlo como médico del grupo debido a su aversión a la sangre. Su familiaridad con la farmacia de Keene tiene sentido, por su constante compra de medicación de asma. Cuando se entera de que es un placebo es por una compañera del colegio, la hija del farmacéutico, que es quien le dice a Eddie la verdad en el libro. El evento anima a Eddie a desafiar a su madre autoritaria de cualquier manera. Su brazo se rompe, pero por una caída en la casa de Neibolt y no por la paliza de Henry Bowers.
Stan el personaje más escéptico y temeroso del problema real está muy logrado en la película. Han acentuado su origen judío pero no queda nada de su afición ornitológica, que en la novela era su manera de luchar contra el miedo en sí, aunque se intuye que tiene un buen ojo para la botánica, en todo caso. El encuentro de Stan con It en el libro se sustituye por una pintura de Modgliani, un miedo personal de la niñez de Andy Muschietti. Se respeta que le coja el propio Pennywise pero el trauma de su miedo es por estar a punto de ser comido vivo por él.
Richie sigue siendo el bromista y bocazas del grupo, cambia la manera en la que ve al payaso por primera vez, en la escena del proyector, que tiene relación puesto que esa escena sustituye a la de las fotos del álbum de la familia de Bill. Se muestra la estatua de Paul Bunyan que persigue al Richie adulto en el libro pero solo hay un guiño a la escena del hombre lobo, que aquí se transforma en un miedo a los payasos que da lugar a una set piece completamente inventada pero no por ello menos interesante.
Los cambios comentados de Bill Denbrough dejan tranquilo su tartamudeo y el trabalenguas que usa para dominarlo. En la novela es muy consciente de que Georgie está muerto y Silver, su bicicleta fiel y oxidada, aquí es despojada de su mitología épica. Es Bill quien dispara la pistola de perno de Mike en vez de Beverly, pero el poder de la voluntad sobre Eso se materializa en que dispara el arma sin estar cargada, lo que resume el toque de Spray de placebo de Eddie y la confianza de Beverly en su tirachinas.
El mal de Derry
Henry Bowers y su pandilla siguen obsesionados con Ben y Mike, pero la duración de la película evita la sensación de amenaza constante para los perdedores que son en el libro. Henry se parece al del texto, pero su padre no es un granjero loco, sino un policía abusivo. El tremendo parricidio sucede de forma bastante similar al de la novela. El gran problema es que su final en la película deja dudas sobre su próxima aparición en la segunda parte, algo bastante importante en el libro. No sabemos qué les pasa a Victor y Belch, que en el libro son asesinados por Pennywise, y parece que en las escenas eliminadas perecen en manos de Bowers.
Derry está muy conseguida, pese a que la película le falte un poco de aire para dejar al pueblo respirar como un espacio con vida propia y no sólo un contenedor de escenarios. La casa en la calle Neibolt está clavada, incluso con sus girasoles en el jardín, pero es más una casa de horrores que en la novela, tanto que parece un auténtico tren de la bruja de feria. Se le ubica la entrada a la guarida de Pennywise en un pozo viejo en su sótano. Los Barrens, sin embargo, tienen mucha más presencia en el libro que en la película, que pasan más tiempo en la cantera.
Tampoco aparece su escondite subterráneo en dónde tienen las visiones ni al laberinto de tuberías de alcantarillado por el que se entraba desde los Barrens. La guarida de Eso original no era una sala de bombeo abandonada, sino algo profundo y extraño, un auténtico cubil de un ser de otro mundo. Todo el final con la araña se parece haber aplazado para una continuación y las visiones del macroverso solo se intuyen cuando Beverly ve las tres luces en la boca de Pennywise.
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