Arrasando en cines con la fuerza de sus mismos gladiadores, 'Gladiator 2' ha dado exactamente lo que prometía: un espectáculo aún más grande basado en la época del imperio romano. Quizás el mayor espectáculo que vemos en la película es el de las batallas navales en el coliseo, uno difícil de creer que, para sorpresa de muchos, es bastante fiel a nivel histórico. Hay que decir bastante, porque al amigo Ridley y su guionista David Scarpa se les han colado un par de invenciones propias.
Se llamaban naumaquias, y fueron inventadas por el mismísimo Julio César en el 46 a.C. Siguiendo la filosofía del pan y circo, el hambriento público de los coliseos demandaba espectáculos más y más grandes, y fue en conmemoración del triunfo del César cuando se le dio a los romanos algo nunca visto: un combate sobre navíos que ocurrió cerca del Tíber, en un gran lago artificial que cabían 16 galeras, y en el que participaron 4.000 remeros esclavos y 2.000 gladiadores.
Este auténtico dispendio fue tan impresionante que su sucesor, Augusto, lo repetiría subiendo el listón. 30 navíos y 3.000 combatientes estuvieron presentes en su naumaquia, en otro lago artificial de 530 metros x 350 metros que pretendía simular el escenario de la batalla de Salamina, y donde romanos se vistieron de persas y griegos. Aunque la muerte era muy real para sus participantes, no hay que olvidar que para el público eran representaciones históricas, a menudo de viejas batallas
Pero las naumaquias también llegaron a los coliseos, y lo hicieron a partir del año 80 bajo el gobierno de Tito. Estas tenían que ser más pequeñas por el menor espacio de los estadios, pero la menor escala era compensada por la impresionante labor de ingeniería que conllevaba. Los espectadores veían el paso entre espectáculos terrestres y acuáticos en tan solo 35 minutos, la arena y las paredes se impermeabilizaba con cal y el coliseo se inundaba. Los barcos se llevaban bien por grúa o bien podían ser construidos en la arena.
No es probable que hubiesen tiburones
En un detalle de la película más hollywoodiense de la cuenta, tiburones desfilan cerca de la batalla. No hay escritos históricos que respalden que esto ocurría. Aunque los romanos no tuvieron problemas en introducir criaturas en los coliseos (entre ellos rinocerontes, como también aparecen en la película) estas aguas eran solo lo suficientemente profundas para el calado de los barcos.
Las naumaquias en la película tampoco parecen coincidir con la cronología histórica. Aunque se siguieron realizando siglos más tarde tras la finalización del imperio romano (la última registrada fue en tiempos de Napoleón en el siglo XIX), fueron contadas las ocasiones donde los romanos las hicieron en coliseos y entre ellas, no hay evidencias que las hubiera para el siglo III, cuando se ambienta 'Gladiator 2'.
Imagen de portada: La naumaquia, Ulpiano Checa
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