¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué gran actriz es Charlize Theron! Sí, sí, gran actriz, he dicho, y a veces la gente no se da cuenta de ello, ya que se creen que simplemente es una belleza más. Aquí está grandiosa, aunque es una pena que la película sea una inutilidad aplastante. Cuando salí del cine de ver 'Monster', su anterior nominación al Oscar, por la cual ganó, dije que era una película malsana que hacía verdadero daño, y que era un insulto al ser humano. Bien, al lado de ésta, me parece un film grandioso. Es curioso que Theron haya repetido jugada con una película vergonzosa, y casi ridícula. Aunque eso no es óbice ni circunstancia para no apreciar el gran trabajo de la actriz.
¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué gran actor es Richard Jenkins! Por cierto, recomiendo ver el trabajo de este sensacional actor en la extraordinaria serie 'A Dos Metros Bajo Tierra', donde interpreta al padre muerto de los protagonistas. Después de verle en este asqueroso film, uno se da cuenta de que cometieron una enorme injusticia en los Oscar (¿qué año no cometieron injusticia?) al no nominarlo. Hay una secuencia en la que Jenkins da un pequeño discurso, y donde la interpretación del actor llega a unos niveles altísimos. Una pena que dicha secuencia sea un farsa argumental y una tomadura de pelo.
¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué grandes actores son Sean Bean y Frances McDormand! Y aéstos los cito juntos porque interpretan a un matrimonio que resultan ser los personajes más interesantes del film. Bean, en el mejor papel de su carrera, también da un discurso, aunque a una sola persona (el hijo de la protagonista), en otra escena metida a calzador que a pesar de las buenas intenciones, alcanza niveles vergonzosos. A McDormand, cuyo personaje sufre algo inesperado, también metido a calzador, le basta con lanzar un par de miradas para expresar todo un montón de sentimientos. La relación de ambos personajes sobresale por encima del resto del film. Una pena que no se hayan centrado más en ellos.
¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué grandes actores son Sissy Spacek y Woody Harrelson! Y no, a estos no los cito juntos porque interpreten a un matrimonio. A éstos los cito juntos porque están totalmente desaprovechados en el film. Un par de escenitas para decir "qué pena me das, cuánto te quiero" y hala, ya está. Por cierto, da la sensación de que el papel de Harrelson ha sido recortado, ya que sus intervenciones en un juicio (hace de abogado) son más que esquemáticas.
¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué desastroso guión ha escrito Michael Seitzman!, que apoyado en el libro de Clara Bingham, realiza una de las historias más tramposas y de una desfachated insólita. Llena el relato de tópicos y exageraciones hasta la saciedad. No existe una necesaria progresión dramática, y encima recurre a lo facilón para intentar sensibilizar al espectador. Lo peor del asunto es que con todo ello pretende denunciar algo tan serio como el acoso sexual, pero no lo hace honestamente, si no de la forma más rastrera posible, y faltando enormemente al respeto al pobre espectador. Cualquier telefilm de sobremesa que trate el mismo tema es mucho más valiente y honesto, y no necesita de la demagogia (la tónica general del guión) para contar una historia.
¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué mala directora es Niki Caro! Porque cae en los mismos errores que su guionista. Pero es que además no tiene ni idea de imprimir ritmo a la historia. La incoherencia del montaje es pasmosa, llenando el film de secuencias mal resueltas y mal filmadas. Parece que Caro sólo está dotada para hacer panorámicas, algunas de las cuales tienen una extraña belleza, como las realizadas a la mina donde trabaja la protagonista.
Una película muy mala que demuestra que las buenas intenciones no llegan para contar algo, y que resulte eficaz. Caro debería verse algunas clásicas películas de denuncia, que cumplen perfectamente su objetivo, sin faltarle al respeto al espectador. Soy hombre, y sé que hay muchos malnacidos capaces de hacerme sentir vergüenza por serlo, como muchos de los que salen en esta película. Pero la película en sí, da asco.
¡Qué bien suena Bob Dylan en una película y qué gran compositor es Gustavo Santaolalla!