Solo una industria tan caótica como la de Hollywood es capaz de abrir las puertas a lo grande a un título tan maldito como el de doctor Dolittle, un título que ya a finales de los sesenta estuvo a punto de hundir 20th Century Fox, más conocida ahora como 20th Century Studios.
El doctor del caos
Mucho antes de que Richard Fleischer llevase al personaje de Hugh Lofting a las pantallas, la directora alemana Lotte Reiniger, conocida por sus películas de animación con siluetas, presentó un cortometraje de animación titulado 'Dr. Dolittle und seine Tiere', pero sería la versión de Fleischer la que sufrió una producción llena de contratiempos.
Mala elección de localizaciones y numerosas dificultades relacionadas a la gran cantidad de animales necesarios para la historia hicieron que la película multiplicase por tres su presupuesto. La recaudación se quedó muy por debajo de lo que esperaban en las arcas y la película protagonizada por Rex Harrison fue un sonoro fracaso.
A pesar del recuerdo, Betty Thomas y Eddie Murphy arriesgaron con una película cara (70 millones), pero la propuesta funcionó de maravilla y dejó unos jugosos 300 millones de dólares de recaudación mundial que dilapidaron en una fallida secuela (70 millones de presupuesto, 175 recaudados), en la despedida de Murphy y en una franquicia que vio hasta tres secuelas más destinadas al vídeo directo. No existen datos de las recaudaciones de esas películas.
Ahora, 22 años después de la película con Murphy y 53 desde el fracaso original, todo apuntaba a una gloriosa resurrección encabezada por el líder de Marvel, Robert Downey Jr. Lamentablemente, parece que la historia se repite.
Diagnóstico: suicidio
Para su primer papel protagonista fuera de Marvel desde 'El juez', película en 2014, 'Las aventuras del doctor Dolittle' parecía una apuesta ganadora. Tanto como lo fue su elección por el 'Sherlock Holmes' de Guy Ritchie, que renovaba, pese a quien pese, un legado cinematográfico que necesitaba ese chute de adrenalina tanto como el televisivo.
La película iba a llegar a las salas la pasada primavera, pero la competencia con 'Star Wars: El ascenso de Skywalker' se antojaba como una guerra perdida de consecuencias desastrosas. Su retraso al mes de enero también llamó la atención de muchos, puesto que es el mes en que los estudios suelen lanzar las películas que no ven triunfando (a pesar de que la última entrega de 'Dos policías rebeldes' sea la excepción que confirma la regla). Por si fuera poco, la película también pasó por casi un mes de tomas adicionales y reescrituras que reforzaron esa preocupación.
La película se sometió así a 21 días de rodaje adicionales (aproximadamente) después de unas proyecciones de prueba totalmente desastrosas. El director Jonathan Liebesman ('Ninja Turtles') ayudó a supervisar la filmación junto con el propio Stephen Gaghan, mientras que Chris McKay ('Batman: La LEGO película') ayudó a escribir nuevo material tras comprobar que la comedia y los elementos generados por ordenador de la película no se combinaban tan bien como los productores esperaban.
Puede que Robert Downey Jr. no imponga lo mismo rodeado de animales que de vengadores, pero leyendo los rumores y filtraciones salidas del rodaje, filtraciones que hablan sobre el presunto despido de un director encolerizado y violento, incapaz de saber dónde van los animales en la post-producción y capaz de hacer repetir una toma 30 veces a su protagonista, el resultado es el que en realidad estaban condenados a tener.
Algunas de las informaciones, absolutamente delirantes pero precisamente por eso también perfectamente creíbles, hablan de un rodaje traumático que arrancó sin un guión cerrado, con sesiones con actores donde no se tenía claro cómo irían colocados los animales digitales o en el que el director decidió que no sería bueno del todo ver las grabaciones de cada día, porque "ya se imaginaba lo que habría".
Nada de eso es equiparable al supuesto perro racista del director, Stephen Gaghan (sí, el de 'Syriana'), animal que según filtraciones, "un cabrón que ladraba y acosaba sin descanso a cualquier miembro del equipo que no fuera 100% blanco". La inversión de 175 millones de dólares lleva recaudados menos de 60 en una semana. Cuestión de karma, imagino.
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