'Doctor Strange en el multiverso de la locura': qué sucede en las dos escenas post-créditos y qué significa para el futuro del Universo cinematográfico de Marvel

Al fin ha llegado a los cines 'Doctor Strange en el multiverso de la locura', la nueva aventura del universo cinematográfico de Marvel. Como era de esperar, la película dirigida por Sam Raimi contiene dos escenas post-créditos que vamos a explicarlas a continuación, destacando también las grandes implicaciones que podría tener una de ellas.

Cuidado con los spoilers de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura' de aquí en adelante.

La llegada de Clea

La primera escena supone la llegada al Universo Cinematográfico de Marvel de Clea, un personaje muy importantes en los cómics de Doctor Strange. Aquí está interpretado por Charlize Theron, quien interrumpe un paseo de Stephen Strange por las calles de Nueva York poco después de que le aparezca un tercer ojo.

Clea comenta a Stephen que ha provocado una incursión y que necesita que vaya con ella para arreglar las cosas. Él acepta y juntos se marchan por el portal a través del cual ella, una viaje interdimensional, ha llegado hasta allí. No queda claro qué es lo que tienen que hacer, pero está claro que una minucia precisamente no va a ser.

Muchos os estaréis preguntando ahora quién es Clea. Pues bien, se trata de la sobrina de Dormammu, la temible criatura a la que el superhéroe encarnado por Benedict Cumberbatch logró derrotar de forma muy ingeniosa al final de 'Doctor Strange'. En los cómics, acaban uniendo fuerzas para derrotar a Dormammu, pero destaca más que sería su principal interés amoroso, llegando a casarse y viviendo múltiples aventuras juntos.

Además, el MCU podría acabar valiéndose de ella para suceder al Doctor Strange, pues este último murió hace poco en los cómics y ella es actualmente la Hechicera Suprema de Marvel.

El fin del hechizo autolesionador

Al Doctor Strange no le cae precisamente bien el personaje de Pizza Poppa, interpretado por Bruce Campbell, actor fetiche de Sam Raimi. Como recordaréis, le lanzaba un hechizo que le hacía autogolpearse de forma indefinida. La escena en cuestión se zanjaba con el apunte de que iba a tardar en perder su efecto. La segunda y última escena post-créditos no es más que un pequeño y simpático gag para mostrarnos que su penitencia al fin había concluido.