Ya sea escribiendo un cuento, una novela, una obra de teatro o un guión, las ideas no sabemos por dónde nos van a venir. Hay escritores famosos que dicen que la inspiración les pilla siempre trabajando. Si una película cuenta varias historias en distintos niveles, como es el caso de Crash, ¿de dónde proviene la historia que da origen al resto del metraje? Porque un punto de arranque, sí debe tener. Paul Auster, escritor del que me declaro fiel seguidor, tiene como una de las partes fundamentales de sus historias el azar, o lo que esto provoca. Así, su primera novela surgió porque alguien le llamó a medianoche por teléfono preguntándole si era un detective, al responder que no, empezó a imaginarse una historia en la que el argumento principal era qué hubiera pasado si finalmente se hubiera hecho pasar por el detective. Y a partir de ahí empezó a tejer hilos argumentales alrededor de la anécdota de la llamada telefónica.
Paul Haggis, para escribir esa maravilla de guión que es Crash, tuvo que arrancarlo de alguna anécdota o de algo que le sucedió. Naturalmente, existe, pero él lo cuenta mejor:
El realismo de Crash tiene una razón de ser. Del mismo modo que la película arranca con el robo de un vehículo a mano armada, el relato de Haggis nació después de que le robaran el coche a punta de pistola. "El incidente me dejó sorprendido y furioso pero de ahí pasé a la curiosidad. Nunca pillaron a los asaltantes ni apareció el coche pero eso me hizo pensar en quiénes serían los que me atracaron. ¿Serán amigos entre ellos? ¿Se tendrán por criminales? Hasta que un día me levanté a las dos de la madrugada obsesionado con estas preguntas y empecé a escribir, y una historia me fue llevando a otra".
La inspiración viene o sucede cuando menos te lo esperas. De tu propia experiencia, o como sucedió con 'La buena estrella', de varias notas de la página de sucesos. Pero el cine vivo, y lo podéis comprobar en varias secuencias de la película, siempre arranca de un guión. De una historia que te creas. De una anécdota que te suceda un buen día al doblar una esquina. El resto es desarrollarlo, y eso, pocos lo saben hacer. Ni que decir tiene que Crash hay que verla, y si publican el guión, leerlo. Es dinero muy bien aprovechado.
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