'Asuntos Pendientes', cine negro frío

La pasada semana se estrenó por fín entre nossotros, esta película francesa, cuya producción data del 2004. El por qué del retraso preguntádselo a otro. Se trata de un thriller, cuyo título original es '36 Quai des Orfèvres', y que, una vez más, ha sido cambiado 'inteligentemente' en nuestro país.

Léo y Denis son dos policías que aspiran al mismo puesto de jefe; son rivales además por causas personales. El que primero atrape a una experimentada banda de delincuentes que se dedican a atracar furgones blindados, ocupará el citado puesto. Sin embargo, las cosas se torcerán cuando un soplón dé una determinada información a cambio de un favor.

Ambos personajes están interpretados por dos actores muy de moda en el cine francés, Daniel Auteuil y Gerard Depardieu. Auteuil, que probablemente lleva el peso de casi toda la película, tiene con él el papel más fascinante, un policía que hará lo que sea por atrapar a los criminales, pero siempre dentro de unos límites, con lealtad y coherencia, aunque a veces eso no tenga nada que ver con la injusta ley. Depardieu, en cambio, carga con el personaje más antipático, y quizá por ello está un poco inexpresivo, cómo si no estuviera cómodo en su papel, y tampoco su personaje está demasiado bien definido; conocemos su naturaleza, pero algunas de sus motivaciones no nos las explican. De este modo, Auteuil, sale victorioso en el duelo interpretativo, tanto por méritos propios, como por que la película se centra mucho más en él, cosa que le ayuda a su interpretación.

Olivier Marchal dirigie la película de un forma un tanto desigual. Hay momentos bien filmados, sobre todo los de acción; pero en el resto, la energía mostrada en esos momentos, no aparece por ningún lado. Al contrario, todo es mostrado con una frialdad que daña al film, por lo que aunque no resulta aburrido, sí hay bajones de ritmo, y en algunas cosas se para más que en otras.

Y es que siendo un film pasable, su mayor problema reside en tener un ejemplo como referencia, cuya sombra planea a lo largo de toda la poyección. Hablo de una obra maestra del actual cine americano (bueno, ya tiene 11 años) llamada 'Heat', de Michael Mann. Cualquiera que haya visto esa película puede verla reflejada en el film de Marchal. Dos antagonistas, furgones blindados (la escena del atraco es casi igual aunque con menos medios) y más cosas. Marchal se encarga de hacer algunos cambios evidentemente, porque si no estaríamos hablando de un plagio. Aquí son dos policías los enfrentados, y luego su historia tiene un devenir, que aunque interesante para mí, rompe un poco con la propuesta que en un principio da la película. Es cómo si empezara siendo un homenaje a ese monumental film de Mann, para terminar siendo otra cosa completamente distinta, y en ese cambio perder la esencia del film. No obstante, y cómo he dicho, es un film pasable, con el que te entretienes, pero se le podría haber pedido muchísimo más.

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