'Alien: Romulus' da un paso atrás en el terror cósmico de las últimas de Ridley Scott, pero la esencia de 'Prometheus' vive de otra manera con Fede Álvarez

'Alien: Romulus' da un paso atrás en el terror cósmico de las últimas de Ridley Scott, pero la esencia de 'Prometheus' vive de otra manera con Fede Álvarez

La película es un efectivo remix de viejas ideas que propone una dirección estimulante para la saga

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Romulus

Nota: El texto contiene spoilers de 'Alien: Romulus', por lo que si prefieres no saber nada mejor vuelve tras haber visto la película.

Cuando se anunció que 'Alien: Romulus' sería una vuelta a los orígenes para la franquicia, muchos no pudimos evitar poner los ojos en blanco. Alien, la saga que casi siempre ha intentado algo nuevo en cada una de sus nuevas entregas, se metía aquí de cabeza en el terreno de las famosas legacy sequels con todo lo que eso significaba: estructura convencional que imita a las originales, personajes viejunos que regresan, repetición de los mismos temas y falta de identidad propia.

La nueva película también se intuía como un paso atrás con respecto a las mejores ideas que traían las últimas dos de Ridley Scott. 'Prometheus' y 'Alien: Covenant' tuvieron un recibimiento mixto entre los fans, con la segunda ya siendo una corrección de curso con respecto a 'Prometheus' y prometiendo (seguro que os suena) ser una vuelta a los orígenes. 'Covenant' resultó ser una secuela por momentos tímida de la anterior, que también sentía que necesitaba contentar a los viejos fans dando "la experiencia Alien" que conocían. El resultado fue una taquilla decepcionante y una tercera entrega cancelada.

Con dos primeras películas clásicas como principal sello identitario, Alien parece una saga condenada a volver constantemente a sus orígenes, pero por unos instantes parecía que tenía algo nuevo que contar. La saga siempre fue un relato de terror cósmico fabuloso (aquel plano del ominoso esqueleto alienígena sentado sigue en la mente de muchos), pero 'Prometheus' expandió esas ideas convirtiendo la saga directamente en un relato lovecraftiano, introduciendo una especie primigenia de "Ingenieros" con ambiciones expansionistas que dio origen tanto a humanos como a xenomorfos.

El terror queda en casa

Romulus

Lo que era una ruta fascinante para el futuro de la franquicia parecía haberse perdido con la llegada de 'Romulus'. La película de Fede es en su superficie un remix a nivel estructural y tonal de 'Alien' y 'Aliens', pero introduce una nueva ambientación más mundana para su universo. Un elenco joven que es la puerta de entrada a temas como la precariedad juvenil y la explotación laboral, y que ocurre en lo que es esencialmente un nuevo giro cyberpunk de la saga.

Pero el tercer acto de la película incluye sin duda la decisión más estimulante de todo el metraje. Cuando la embarazadísima Kay tiene su parto adelantado tras haberse pinchado la fórmula destinada a mejorar la especie humana en las nuevas colonias, lo que nace de ella no es como era de esperar un bebé humano sano, sino un espeluznante híbrido entre humano y xenomorfo que tiene un aspecto familiar: un lánguido y pálido cuerpo y un rostro sin pelo y sin expresión.

Fede ha declarado abiertamente que se trata de un híbrido entre los Ingenieros de las precuelas y los Xenomorfos. No es la primera vez que la saga crea híbridos humanos, con 'Alien: Resurrection', quizás la entrega más denostadas de la saga, también entrando en esos lares y directamente clonando el cuerpo de Ripley cruzándolo con ADN de Xenomorfo, pero hacerlo de esta manera permite ver la saga con otra perspectiva.

La trama que crea 'Alien: Romulus' no expande, de momento, la historia que conocemos de los Ingenieros en 'Prometheus', pero abre una vía estimulante para la saga. Con las colonias como una historia de fracaso y el compuesto como el plan principal de Weyland-Yutani para mejorar la calidad de vida, los humanos toman el testigo temático de los Ingenieros. Una nueva conexión a la dimensión existencialista de la saga que nos convierte en perpetradores de monstruos de Frankenstein aún más terroríficos que los que históricamente han asolado las películas.

La siempre arriesgada empresa de manipular el ADN humano (dando como origen a la abominación que vemos al final de 'Romulus') no forma parte de ningún plan divino, sino que se trata de un mero parche genético para justificar la gran inversión de la vida en otros planetas. Scott nos inquietó con la noción de que hay algo ahí fuera que nos podría aterrorizar más que los Xenomorfos, pero Fede ha respondido recordándonos que lo más aterrador ya lo tenemos en casa.

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