Antes de nada queremos dar las gracias a todos los que nos habéis enviado vuestras reseñas para participar en el concurso Star Wars. Todas nos han gustado y todas las hemos leído con interés, pero al final sólo puede haber un elegido, que hoy es Moisés Belda, webmaster de Cinenautas. Os dejamos sin más con él...
Star Wars. Episodio III: La venganza de los Sith
Y llegó por fin la conclusión más esperada de todos los tiempos. Han sido alrededor de 28 años para que todo esto llegara a su fin, y aunque Lucas promete que este fenómeno cultural no ha acabado, sí lo ha hecho en términos de alto “standing” como es el del formato cinematográfico.
Ha rubricado su final ofreciéndonos toda una revolución ya en marcha que, según él argumenta, cambiará de nuevo la industria del cine, tal como ya desde otra vertiente a finales de los 70 con sus compañeros Spielberg, Coppola, etc., con la industria cinematográfica.
Dicha revolución viene de la mano de los ordenadores y más concretamente del cine digital, que según él mismo profetiza, democratizará el proceso de creación cinematográfico, otorgándole al director el mismo control que gracias a algo como Star Wars él mismo consiguió para sus obras. Ese es el verdadero regalo que nos ha otorgado el señor Lucas como cineasta, no sólo este cuento de fantasía galáctica, que ha sido sólo un mero instrumento para estos, pienso yo, nobles propósitos.
Finalizando esta entrega, con un final esperanzador que viene al hilo con el título de la siguiente (el famoso Episodio IV: Una nueva esperanza), hace un paralelismo con lo que significará la revolución digital aplicada al cine, prometiéndonos que en un futuro crear cine será tan barato como lo puede ser ahora escribir una novela... ¿una Nueva Esperanza...?
Y es que Star Wars es algo más que cine, es un fenómeno de masas que como veis, no solo funciona a golpe de palomita y merchandising, sino que en mi modesta opinión ha sido un fantástico instrumento o caldo de laboratorio para los verdaderos planes de este nuevo Mesías de la industria del cine.
¿Será George Lucas el elegido en cuanto al nuevo panorama cinematográfico se refiere tal como es su personaje? ¿O también será seducido al lado oscuro? Pasando a analizar en profundidad este nuevo episodio, la carga emocional y dramática, tal como se nos prometió es agravada por los acontecimientos que aquí se nos relatan. Una de las victorias de Lucas en esta entrega ha sido no enfatizar el recurso fácil, y ha creado una cinta algo más arriesgada, sin mostrarnos un Darth Vader dando espadazos a diestro y siniestro, sino que ha querido explorar en el drama personal de la tragedia griega que se nos cuenta, en la que el mal triunfa sobre el bien, motivado por algo más que curioso y que yo no me imaginaba...el amor que siente el personaje de Anakin por Padme.
Esto le da una riqueza y una comprensión acerca de porque un ser tan angelical y carente de mal como el que se nos muestra en las anteriores entregas, es capaz de verse seducido por el lado oscuro y se convierte en uno de los malos más malos de todos los tiempos, creando una fabulosa complejidad en el personaje sin caer en la fácil trampa de atribuirle simples razones de avaricia o corrupción por el poder que era lo que casi todo el mundo daba ya por hecho.
Si bien en la primera hora nos da la impresión de estar de nuevo viendo otra Amenaza Fantasma o otro Ataque de los Clones, es en el ecuador de la cinta cuando va volviéndose más oscura, más dramática intentando arañar las cotas de “profundidad” que se alcanzaron en El Imperio Contraataca, para el que aquí opina, la mejor de las 6 entregas.
En algunos medios se han quejado de los giros y volteretas que sufre la trama, estableciendo saltos entre los diversos personajes esparcidos por toda la galaxia en los más variopintos lugares, pero esto, es una de esas características que creo que sabe tan bien conjugar George Lucas y ya nos demostró en los dos últimos capítulos de la saga. Varias referencias a estos saltos me parecen muy bien llevadas a cabo, como aquella en la que vemos el duelo Anakin vs Obi Wan más esperado de la historia del cine, echando varias ojeadas a como le va los otros dos tipos más duros de la galaxia, el Maestro Yoda vs el Emperador Palpatine...Y otra magnífica referencia a estos saltos la protagoniza una grandiosa escena en la que vemos un acertado paralelismo cuando Padme esta dando a luz a sus gemelos, y el ya casi consumido Darth Vader esta siendo reconstruido en la mesa de operaciones por el emperador, con el broche final de cual coronación regia, le es colocada su máscara y casco para posteriormente oír su primer aliento inconfundible, para gozo y deleite de todos los fans que querían ver a un Darth Vader desatado y el señor Lucas no les ha enseñado (para eso están las posteriores entregas no?).
Técnicamente, esta nueva entrega se supera a las anteriores, llegando a un nivel más alto en cuanto a creación de efectos digitales, explorando si cabe aún más en la creación de personajes completamente digitales, pero ya no solo se trata de seres alienígenas, sino de seres antropomórficos usados para la ejecución de escenas humanamente imposibles para ningún doble. Y es que dichas creaciones digitales ya casi son capaces de soportar planos medios, y para otro tipo de seres, incluso primeros planos, como en el caso nuestro “verde” amigo yoda...
En cuanto al montaje, si bien algunas escenas creo que están demasiado alargadas y poco bien planteadas, como algunos segmentos de la lucha contra el General Grievous o algunos momentos después del clímax inicial que se me hacen un poco pesados, en general es más que aceptable, y característico del estilo de George Lucas, incluido en este las típicas cortinillas de transición que ya podemos apuntar presentes en toda película Star Wars. Un punto negativo para los espectadores españoles ha sido un doblaje bastante pésimo como me venía yo temiendo (viendo lo que ya hicieron en las dos anteriores entregas), ridiculizando alguna de las mejores escenas, agravándole a esto la traducción de algunos términos también poco coherentes con la traducción de referencias ya conocidas en las entregas de los años 80 (“jedais” en lugar de “jedis”,”pasar al lado oscuro” en lugar de “seducido por el lado oscuro”). Un pequeño escollo que provocará el rechazo de más de un espectador ocasional que alegará pésima interpretación de los actores, pero al que yo recomiendo antes de elaborar juicios prematuros, intente ver la versión original de la cual he visto fragmentos que solo por las voces de los actores originales ya vale la pena y de bien seguro que cambiará esa mala impresión...Una verdadera pena, solo pienso que razonada por la falta de tiempo o prisas a la hora de doblar debido al inminente estreno mundial o simplemente por que se han elegido para algunos personajes, pésimos dobladores. He de advertir que esto ocurre solo con algunos personajes, por lo que “no todo el campo es orégano”, y existen muy buenas interpretaciones por parte de otros dobladores en la cinta, así como en muchas otras cintas de las que disfrutamos de este fabuloso y profesional elenco de profesionales del doblaje que tenemos en España. Pero como bien le oí decir en cierto festival de cine al director Guillermo del Toro, siempre se quedaran los espectadores con lo peor de una película...
Siguiendo con el tema del doblaje, no podría faltar la inconfundible voz del Darth Vader Hispano, Constantino Romero, que aunque es un gran profesional del doblaje y ha sabido durante años dar a un personaje sin rostro como Darth Vader de una voz fantásticamente “humanizada” a la vez que misteriosa y mecánica cuando hacía falta, en esta ocasión con solo un par de frases, Constantino hace lo que puede en una escena algo “ridícula” presentada por Lucas, que a mi me recordó más al monstruo de Frankenstein de Boris Karlof que al propio Darth Vader.
En resumen pienso que ha sido un bonito broche final, difícilmente empañable por algunas faltas que se perciben, pero que pienso que se le atribuye al instinto creador de George Lucas, y que sin duda, tan mal no le ha ido.