'Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte' llega a los cines el próximo 9 de noviembre con el aliciente de ser la primera adaptación de la novela, algo que no tenia a su favor la película dirigida por David Fincher en 2011. En esta ocasión el liderazgo ha caído en manos de Fede Álvarez, realizador de 'No Respires', quien prefirió hacer borrón y cuenta nueva respecto a 'Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres'.
El director uruguayo ha visitado hoy Madrid con motivo de la campaña promocional de 'Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte' y ha venido acompañado por Claire Foy, la actriz que toma el relevo de Rooney Mara como Lisbeth Salander. En Espinof hemos tenido la oportunidad de charlar con ambos sobre la película y a continuación os reproducimos lo más interesante de dicha conversación.
Una pregunta inevitable era saber qué ha llevado a Álvarez a aceptar ponerse al frente de una franquicia cuando eso puede limitar su liberad creativa a lo que él respondió lo siguiente:
No hago una película sin que siente que vaya a tener el 100% de libertad para contar la historia como quiero. Sí que hay ciertas cosas que uno ha de honrar cuando adapta un libro. A mí lo más importante me parece asegurarse de ser fiel al personaje, de no traicionar su esencia. Pero las películas son películas y los libros son libros. Una adaptación literal sería la cosa más aburrida del mundo porque el escritor trabaja para un medio diferente.
Destacó que el mayor cambio respecto a la novela fue la forma de abordar el relato, ya que allí todo partía del puntos de vista del periodista y que él "lo que quería hacer era darle por primera vez su película a Lisbeth. Que no sea solamente la chica del póster, que empiece y acabe con ella". Además, quiso adaptar esta novela en concreto por un motivo bastante claro:
En la mayoría de franquicias hay ciertas reglas no escritas de que hay que hacerlo de esa manera. Aquí tienes la novela y lo dejaron en mis manos. Es mucho más emocionante que te lo planteen así a que a ver si es igual de buena que las anteriores. La primera no fue un exitazo de taquilla como para que quisieran repetir lo mismo.
Foy apuntó que en un primer momento su respuesta fue "un no rotundo", pero que una vez se reunió con Álvarez y supo su perspectiva cambió de idea, ya que "pensé que iba a ser un entorno nuevo para Lisbeth y eso fue lo que me interesó". Además, explicó con estas palabras su forma de abordar el personaje siempre que le surgía alguna duda ya que el director le daba mucha libertad a la hora de construirlo:
Tienes que basarte en hechos. Siempre que tenía que tomar una decisión acudía a los libros. Volvía a las novelas y ahí encontraba siempre la respuesta. Esa ha sido mi guía, no me despegaba de ellas, para mí era importante que fuera real. No iba a hacer nada loco ni intentar reinventarla. Es perfecta tal y como es.
Álvarez también apuntó que vive bastante alejado de Hollywood, ya que "cuando demuestras que puedes hacer una película que alcanza un público grande, Hollywood quiere castrarte y ponerte a trabajar para ellos', por lo que busca siempre esa ansiada libertad que le deja sin excusas si la cosa no va como esperaba: “si es mala, no puedo echarle la culpa a nadie”.
Además, Álvarez no tiene especial interés en la forma en la que queramos etiquetar a la película, si como un reboot, un reinicio o una continuación, ya que cree que puede funcionar de varias formas:
Yo creo que para la gente que vio las otras es una continuación. Todo lo que sucedió con el personaje pasó. Encontramos al personaje en un momento más adelante en su vida, un poco más madura. Y para la gente que nunca vio nada puede venir perfectamente a verla porque no necesita haber visto ningún otro capítulo para entender o disfrutar esta historia. El mínimo necesario para entenderla se presenta en los primeros minutos.
El director destacó entre sus referentes a Roman Polanski "porque ha mostrado nuestros peores miedos y la suciedad de la humanidad", aunque en este caso concreto no tiene problema en reconocer cierta influencia del cine de James Bond, aunque apuntando que no es algo que le debamos enteramente a él:
Mucha gente cree que me dio por convertir las novelas en James Bond, pero eso ya está en su ADN. Mucha gente solo leyó la primera y cree que son todas así y no son para nada. La primera es la única que es una investigación tipo Agatha Christie. En las otras está Lisbeth corriendo. De hecho, esta película es muy parecida en su trama al segundo y el tercer libro. Nos gustaba y queríamos traerlos a éste. El primer libro es nordic noir, la novela que casi lo define, y el segundo y el tercero pulp noir. Mucho más de género.
Eso sí, Foy en ningún momento concibió la película como una historia de acción y fue rotunda cuando le preguntamos si se veía ejerciendo como una heroína más convencional: "No me interesan los héroes". Esto fue lo que realmente le interesó a ella del personaje:
Para mí es como un estudio psicológico por su pasado traumático, todo el dolor le da forma al personaje. Nuestra fascinación es ver al personaje pero entendemos por qué se comporta así. Es muy interesante que Fede haya optado por ponerla al frente de la historia. Quería hacer una historia entretenida con ella y lo ha conseguido.
Además, la actriz quiso incidir en la dificultad de la doble faceta del personaje, ya que hay un innegable elemento físico en la historia, pero también emocional:
Las escenas emocionales siempre son las más difíciles porque te exigen mucho, pero el cuerpo también se resiente del trabajo físico y de rodas en temperaturas bajo cero. Imagínate. Lisbeth es ambas cosas. Es muy fácil sentirse abrumada por ese componente físico, pero lo emocional siempre es más duro.
Álvarez también señaló que "me gusta confrontar en la pantalla a la gente con sus propias perversiones y su placer por lo perverso" a la hora de explicar su predilección por el cine de género y en lo referente a la elección de Claire Foy para el papel siempre tuvo muy claro que tenía que ser ella:
Fue la primera opción. Aunque suene disparatado que sea parecido a su personaje en ‘The Queen’, tienen cosas muy en común. Son personajes que hacen muy poco físicamente porque no está permitido o se lo permite a ella, como Lisbeth. Necesitas un actor que con una interpretación minimalista te pueda hacer ver cómo se siente en cada momento de la historia.
Por su parte, Foy recordó que Álvarez se entrevistó con varias actrices y que en su caso estaba previsto ir a Estados Unidos a hacer las pruebas, pero aún estaba rodando 'The Crown' y le fue imposible, por lo que creía que se iba a quedar sin el papel hasta que sucedió lo siguiente:
De repente me llamaron y me dijeron que Fede me quería a mí y yo pensé si estaba loco, pero no, me dijeron que me quería a mí y que no iba a aceptar un no por respuesta
Además, Foy descartó la posibilidad de basarse en el trabajo de otro intérprete para construir su carrera cuando le preguntamos por posibles referentes, aunque sí destacó a dos actrices:
No puedes trabajar así, pero sí admito a personas con convicción, que han decidido en base a ampliar su interés en lo que hace como Cate Blanchett o Annete Bening. Yo las admiro, pero al final sé que han forjado su propio camino trabajando y esa es la lección que me llevo.
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