Ayer 23 de marzo se estrenó en España 'Resucitado' ('Risen'), una estimable nueva versión de la historia de la resurrección de Jesucristo protagonizada por Joseph Fiennes y en la que María Botto da vida a María Magdalena. Con motivo de su llegada a los cines de nuestro país tuve la ocasión de asistir, junto a otros medios, a dos encuentros por separado con ambos actores y más abajo os dejo lo más interesante de dichas charlas.
- ¿Qué le atrajo del proyecto para aceptar rodar ‘Resucitado’?
Joseph Fiennes: Varios elementos. Kevin Reynolds, su veterano director, alguien cuyo trabajo admiro y me gusta mucho, me ofreció el trabajo, y también el hecho de que cuando leí el guion, antes de conocer a Kevin, se titulaba ‘Clavius’, así que no tenía ninguna indicación sobre qué iba, y al leerlo me sedujo el refrescante punto de vista de un no creyente y los elementos de cine negro y de detectives ubicados durante ese tiempo. Eso me encantó.
- María, ¿cómo te involucraste en este proyecto?
María Botto: Yo había hecho la versión inglesa de ‘Mad Dogs’. Comencé a hacer ‘Resucitado’ y apareció el proyecto de ‘Mad Dogs’ americano. Se solaparon los dos proyectos, pero, por suerte, terminé la película y después pude hacer ‘Mad Dogs’. Para ‘Resucitado’ hicieron audiciones a nivel mundial, seleccionaron a diferentes actrices de cada país, al final quedamos una actriz inglesa y yo, y terminé haciéndome yo con el papel.
- ¿Cómo preparaste la escena en la que ve a Jesucristo resucitado?
Joseph Fiennes: Mucha de mi preparación en ese sentido fue no preparar nada, porque creo que puedes excederte, perdiendo así la naturalidad. En este caso hice lo mismo que para toda la película, fui a esa habitación para arrestar y quizá matar a todos. Me motivé como lo haría un soldado que está en primera línea de combate antes de entrar en la habitación, luego la cámara se puso a rodar y yo entré con el objetivo de acabar con todos los disidentes.
El resto sucedió de forma natural. Kevin fue genial dejando que la cámara siguiera rodando, jugando con mi reacción. Puede sonar contraproducente, pero yo me limité a no preparar nada. Lo mismo con Clavius como personaje, no viéndolo como parte de una película religiosa, sino como un personaje que va todos los días a la oficina, pero en su caso crucifixiones y batallas para salvar el honor de Roma.
También es interesante que entre los momentos entre que subo a la habitación y entro en ella pasó al menos un mes. El exterior lo rodamos en Malta y el interior en España, así que mi trabajo fue mantener las intenciones y la energía que tenía al principio durante ese mes.
- Hay muchas actrices que han dado vida a María Magdalena con anterioridad, ¿tomaste alguna como referente a la hora de enfrentarte al personaje?
María Botto: No, de hecho tenía muchas ganas de darle mi punto de vista, de plasmar la María Magdalena que yo creo que era. Como no sabemos cómo era su voz o sus movimientos, sólo sabemos lo que pensaba y sus actos, yo tuve muchísima libertad. Hice la María Magdalena que yo deseaba hacer.
Pero si hubiera tenido que basarme en alguna, probablemente me habría basado en la de Martin Scorsese en ‘La última tentación de Cristo’, que creo que es una de las Marías Magdalenas más interesantes, complejas. No ama y nada más.
- Todas las actrices se dicen que en su vida tienen que hacer una Julieta, una Doña Inés… ¿hay que hacer también una María Magdalena?
María Botto: Yo no he podido hacer a Julieta, porque no era mi personalidad y porque llegué tarde. Ofelia sí que he podido hacerla, pero no en teatro. Por suerte, he podido hacer a María Magdalena.
Cuando uno decide ser actor, lo primero que hace es comenzar a leer, por lo menos en mi caso. Empiezas a leer a Shakespeare, a Lorca… y hay personajes que calan muy hondo. Para mí hacer de Ofelia era el sueño de mi vida, y con María Magdalena también, no porque hubiera leído una obra sobre ella, sino porque es un personaje que define casi a la mujer que existe hoy.
Quiero decir, el prototipo, y por lo que hemos tenido que luchar, es la imagen de mujer que nos han vendido. Igual que con Juana de Arco, me moriría por hacer de ella. Me parecen mujeres que da igual cómo nos las hayan vendido, al final poco a poco vamos teniendo una visión de ellas diferente, porque van apareciendo infinidad de escritos que los definen de forma diferente.
Es una María Magdalena que era muy querida por Jesucristo, casi era uno de sus apóstoles. Por lo tanto, era una mujer de una cultura elevada o que había sido muy bien educada. La imagen de la mujer cambia mucho dependiendo de qué historia contemos.
- ¿No te hubiera gustado que entrasen también en la idea de que María Magdalena era el Santo Grial como dicen algunas teorías?
María Botto: Lo que pasa es que eso podría ser para ‘Resucitado 2’. Estaríamos contando otra historia, que tiene que ser contada, pero no aquí, que lo importante es la mirada de este romano. En este caso, María Magdalena arroja luz a Clavius, pero no es su punto de vista el que vamos a seguir. Aquí creo que lo importante es que ella cuente y sirva a Clavius, pero no te preocupes, que yo hago una segunda parte.
Lo que tengo claro es que hay muchos pasajes de María Magdalena que fueron arrancados de la Biblia, eso ya es un hecho, y que la Biblia fue reescrita para eliminar a las mujeres importantes que aparecían. A mí me gusta creer en los hechos, y en este caso puede ser, pero no lo sé. Lo que sí sé es que María Magdalena era otra clase de mujer a la que nos han enseñado.
- Uno de los problemas de muchas películas religiosas es que se centra demasiado en intentar adoctrinar al espectador, pero aquí se busca un equilibrio con entretener al espectador, ¿cuál crees que fue la clave para conseguirlo?
Joseph Fiennes: Es un equilibrio difícil, porque cuando más quieres entretener, más riesgo corres de perder la calidad de la historia. Puedes tener películas muy revisionistas o muy conservadoras, como una lección de catequesis. Creo que ‘Resucitado’ es una de las pocas películas que consigue ese equilibrio. La historia de Jesucristo es sagrada para millones de personas, así que no quieres perder a ese público, pero también tienes que seducir a la gente que ama el cine.
La invención de Clavius es un gran componente para ello, porque permite que los creyentes evalúen su fe a través de su viaje, y al ser un no creyente permite a esas otras personas entrar en la historia.
- ¿Cuál es su visión personal sobre la religión y la fe? ¿Creció en un ambiente religioso?
Joseph Fiennes: ¿De verdad quieres que te aburra hasta dejaros dormidos? Soy un católico bautizado. Mi padre era protestante y mi madre católica, pero él se convirtió para casarse. Gran parte de mi familia está relacionada con la Iglesia; teólogos, anglicanos, monjes franciscanos, obispos… Un gran espectro de fe y debates.
A mí me criaron en el sur de Irlanda, con monjas muy amables (hace un gesto de dar un golpe en la mano). Sí, ha sido una parte muy importante de mi vida (repite varias veces el gesto de los golpes).
- María, ¿cuál es tu punto de vista en ese tema, que es un asunto siempre complicado?
María Botto: Algo que me interesó muchísimo de la película es cómo presentan a este romano no creyente que persigue cristianos, y creo que, como siempre se ha dicho, que Jesucristo fue el primer revolucionario. Por lo tanto, sí que me basé mucho en eso, en qué pasa cuando crees en algo y el resto te dice que lo que piensas está mal. Creo que eso sigue pasando 2000 años más tarde, que todavía se sigue persiguiendo a gente por sus creencias.
Evidentemente, todavía no hemos aprendido a respetar al otro, sea cual sea su religión o su creencia política.
- ¿Hay que leerse el Evangelio para hacer este papel o va por otro lado?
María Botto: No lo sé, eso depende de cada actor. Yo siempre he estado muy obsesionada por María Magdalena, y desde muy pequeña me han enseñado que tengo que conocer todas las culturas, así que era muy joven cuando ya me había leído la Biblia y el Corán.
Y de María Magdalena no solamente me había leído la Biblia, ya que después de leerme ’El nombre de la rosa’ busqué desesperadamente los Evangelios apócrifos, así que cuando me llegó el guion tenía unas ganas de hacer de María Magdalena que me moría.
Al leer las escenas, más allá de lo que hubiera leído, sí que presentaban a una María Magdalena, no digo fuerte porque es una palabra muy usada últimamente con las mujeres, muy independiente como mujer, con unas ideas muy claras. Una mujer que no es rescatada, sino que puede dar su vida por lo que y los que quiere, así que se juntaron muchas cosas.
- Jesucristo es un personaje secundario de la película, ¿de dónde crees tú que le viene el carisma, de las enseñanzas, de su manera de contarlas…?
María Botto: Yo siempre he pensado que era un superdotado. Pudo caminar sobre las aguas, eso quiere decir que sabía nadar cuando el resto estaba intentando aprender. Seguramente era una persona muy inteligente, con una capacidad de comunicación excepcional, porque de lo contrario no estaríamos ahora hablando de él.
En esa época salían Mesías cada dos por tres, no es que Jesús fuera diferente. Había Mesías en cada esquina, como en ‘La vida de Brian’. ¿Por qué él caló sobre tanta gente? Muy probablemente porque lo que decía tenía sentido. Planteaba cosas que eran muy justas para la época y una lucha con el poder, que eran los romanos. No sólo habla de un Dios, sino casi de una lucha de clases.
Ahora, eso lo digo yo. Si era así, eso nunca lo sabremos.
- María, acudiste a una presentación de la película en el Vaticano, ¿cómo fue la experiencia de verla allí?
María Botto: Para mí fue muy emotivo, primero porque uno de los productores tuvo que huir de su país porque era perseguido por ser católico. Su padre murió cuando estaban escapando, así que para él conocer al Papa y que su madre lo supiera era casi un triunfo por su padre. Eso me conmovió, porque a veces uno ve las cosas desde el punto de vista que quiere verlas y siempre ve a los perseguidos que quiere ver.
De alguna manera me abrió los ojos que todavía hay católicos que son perseguidos, hay musulmanes que tienen que salir de sus países… Que no nos respetamos. Fue muy emocionante por eso.
Además, llamé a mi madre y le comenté que no sabía qué decirle al Papa y ella me dijo que le dijera que nací en Argentina y así comenzábamos a hablar, pero cuando llegamos y nos lo presentaron había tanta emoción que yo hice “Eh, eh, eh”, le di un beso en la mano y entonces el productor habló con él. Me parecía más interesante que hablaran ellos.
- Joseph, ¿Qué es lo que dirías a los espectadores para que fueran a ver ‘Resucitado’ sabiendo el tipo de película que es?
Joseph Fiennes: Creo que la película empieza como un thriller noir, hay un elemento detectivesco con un protagonista que cree tener el control de la situación. Es un misterio y él va a resolverlo. Nosotros, como en un drama griego, sabemos el final y a qué va a enfrentarse. Vamos a presenciar a una mente militar chocando contra un misterio, un misterio teológico mucho más grande de lo que él podría imaginar.
Creo que lo fascinante es esa colisión. Los valores de la discusión de la fe son muy evidentes si eres creyente, y si no lo eres, puedes quedarte con la importancia de las segundas oportunidades y del perdón. Además, hay grandes batallas y un montón de hombres corriendo por ahí con trajes de cuero.
- Supongo que meterse en Almería o en Malta ayuda un poco a entrar en ese mundo bíblico.
María Botto: Yo amo Almería. Que nosotros no explotemos más Almería, que tiene de todo, que estás en el desierto, cruzas la calle y tienes una selva, cruzas otra vez y tienes la playa, vuelves a cruzar y tienes una montaña y unas dunas… Me parece excepcional trabajar en un desierto y tener ese desierto es maravilloso, y que el viento sea viento de verdad.
- Cuando descubrió quiénes eran sus compañeros de reparto, ¿llamó a su hermano para que le contase algo sobre Tom (Felton)? ¿Y cómo fue su relación con los actores españoles, que tendemos a ser muy ruidosos?
Joseph Fiennes: Esta película es 50% española, eso es algo que se tiene que celebrar. Los actores que interpretaron a los discípulos tienen mucho talento, pero también los especialistas, la gente trabajando tras las cámaras y las localizaciones en Almería. Es genial para la industria cinematográfica española, y me encantó trabajar con el equipo español.
También leí en mi investigación que la legión que estaba en Judea entonces probablemente fueran gallegos, porque eran los más duros. España tiene una importancia tremenda en la película.
Sobre si llamé a mi hermano, la verdad es que no. Disfruté inmensamente trabajando con Tom, y también con Cliff Curtis. Además creo que tenemos que celebrar la autenticidad del reparto al no ser rubio y tener los ojos azules, sino que tenga un aspecto característico del Oriente Medio. Y no hay que olvidar tampoco la autenticidad que aporta a la película Almería y Malta en cuestión de localizaciones.
En cuanto a si fueron algunos ruidosos, sí que hubo una o dos personas que lo fueron, pero de la forma más deliciosa y disfrutable posible.
- María, ¿cómo ha sido trabajar con Joseph Fiennes?
María Botto: Me está dando cada vez más pena porque esta va a ser una de las últimas veces que nos veamos en la promoción. Cuando me enteré de que iba a hacer la película, no me lo podía creer. Supe que tenía que estar superpreparada porque era Joseph Fiennes.
Es un caballero inglés, nunca mejor dicho, educado, siempre pensando en la escena, jamás pensando en qué necesita él, sino en cómo puede salir mejor la situación. Tiene su punto de vista, pero por encima de todo está el del director. Generoso, siempre en personaje, concentrado. Para mí ha sido un sueño trabajar con él y también conocerle como persona, un ser tan dulce y su manejo de las palabras es casi poesía.
Imagen: Sony
Crítica de la película en Blogdecine: 'Resucitado', Jesucristo desde otro punto de vista
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