Hace ya unos días que Netflix estrenó la cuarta temporada de 'Élite'. En Espinof ya compartimos nuestras charlas con Carlos Montero, cocreador de la serie, y con los actores Itzan Escamilla, Arón Piper, Manu Ríos y Carla Díaz. Ahora es el turno de que descubráis lo que nos comentaron Martina Cariddi, Claudia Salas, Georgina Amorós y Pol Branch.
Los nuevos personajes
Pol, tu carrera se había centrado hasta ahora en la música, ¿qué te hizo querer probar suerte con la actuación?
Pol Granch: A pesar de que yo soy músico, el mundo de la interpretación siempre me ha encantado. Entre eso y que recibimos mensajes de Netflix, todo me motivó muchísimo más. Aparte, yo cuando era pequeño hice un curso de Cristina Rota de un año, que ya ni me acuerdo, porque se me olvida todo. Fue un poco todo eso, y aquí estoy.
Martina, ¿cómo fue el proceso para llegar a la serie y acabar dando vida a Mencía?
Martina Cariddi: Fue complicado, pero también muy divertido. Tenía muchísima ilusión en este personaje. Fue un proceso largo. Empezamos con los ensayos en junio del año pasado y hasta agosto no empezamos a rodar. Durante los ensayos generamos la idea del personaje y empezamos a desarrollarla, y luego durante el rodaje de la cuarta y la quinta ya he ido cogiendo a mi personaje. Cómo se mueve, cómo habla, cómo se relaciona, cómo piensa y cómo se expresa.
Claudia, Rebeka es seguramente el personaje que comparta más tiempo en pantalla con Mencía en la cuarta temporada, ¿cómo definirías al personaje de Martina?
Claudia Salas: Como un kamikaze. Es una tipa con bastantes heridas del personaje, lo que hace que sea como es. Creo que toda es parte oscura la saca con la gente con la que siente culpa por algo. Y su parte bonita la saca con la gente que realmente quiere, y Rebeka tiene la suerte de poder ver esa luz, pero para el resto de la gente es como una bomba.
Martina Cariddi: No podría haberla descrito mejor.
Georgina, en tu caso sucede lo mismo con Phillippe, ¿cómo definirías al personaje de Pol?
Georgina Amorós: Lo describiría como alguien que viene de un mundo del cual quiere huir un poco. Es una persona que ansía cosas de verdad, personas en las que confiar. Lo veo como un niño pequeño que necesita que le den su espacio para poder crecer de verdad, porque le han marcado mucho el camino y no le han dejado tomar sus propias decisiones. Ansía poder escoger, con quién sí y con quién no. En ese camino es cuando se encuentra con Cayetana, y en ese sentido rompe un poco con todo lo que su familia le ha marcado, porque para un príncipe, estar con la limpiadora no es el camino que está escrito, pero lo hace desde esta parte de ser honesto consigo mismo. En eso tiene mucho que ver con Cayetana, porque los dos son personas que rechazan el mundo del que vienen y se han creado unas máscaras para sobrevivir, pero a ambos les gustaría estar en un sitio mucho más sano.
Pol Granch: Completamente de acuerdo, y esta empatía y honestidad es lo que a Cayetana y a Phillippe les une. Al ser una persona que en realidad no ha podido decidir en su vida, llega a un sitio y ve a la limpiadora que tienen tan claras las cosas que encima le acoge así de bien... Es su apoyo número 1.
Pol, ¿en qué te basaste a la hora de construir a un príncipe de nuestro tiempo?
Pol Granch: Agilipollando un poco, tío. Estirándome un poco más. Yo sé que hay gente que se piensa que yo soy así de verdad, así que yo creo que lo puedo defender muy bien. Se me salen a veces cosas.
Georgina Amorós: Jo, pues no tienes nada que ver. Lo guay es que el personaje es franco-español y Pol también lo es.
Pol Granch: Sí, esa es la ayudita que he tenido. Encima como yo hablando normal me decían que tengo como acento de Vallecas y qué podíamos hacer para que parezca un poco más de príncipe. Con el acentillo funciona mejor.
Georgina, Cayetana deja atrás su doble vida en esta temporada, ¿qué podemos esperar de ella?
Georgina Amorós: Ahora está intentando hacer las cosas bien y aceptarse a ella misma. Es verdad que con la muerte de Polo entierra un poco esa máscara y empieza un nuevo camino. En la 'Historia breve' en la que participo se crea un poco la relación con Guzmán y Rebeka, y luego es algo, con Rebeka especialmente, se continúa más durante la temporada. Vemos a una Cayetana mucho más tranquila, con menos inseguridades, pero a la vez como que no puede evitar encontrarse con Phillippe y fantasear, porque está en su carácter, y no lo puede cambiar de la noche a la mañana. La relación empieza desde ese lugar, pero luego toma un camino que ninguno de los dos esperaba, que es una cosa mucho más genuina. Luego pasa algo que hace que la confianza se tambalee.
El primer romance lésbico de 'Élite'
Martina, Claudia, protagonizáis el primer romance lésbico de la serie hasta ahora, ¿cómo lo preparasteis y qué diríais que tiene de especial respecto al resto?
Martina Cariddi: Empezamos haciendo ejercicios con música.
Claudia Salas: Con improvisaciones. Levantamos alguna escena, pero sobre todo eran diferentes dinámicas en grupo y por parejas. Bueno, las que era en grupo al final acababas con tu pareja de trama, por así decirlo. Eso fue un buen punto de partida para entender la relación de ellas. Luego ya se rueda y el texto te pone en otra situación, pero fue muy útil.
Martina Cariddi: Sí, como también nosotras como personas nos estábamos conociendo a la vez que los personajes, fue más fácil entender de qué manera yo la busco a ella y ella huye de mí. Todo eso a través de ejercicios de movimiento, con el espacio, música, etc.
Claudia Salas: Trabajamos desde un punto de súper verdad e intentamos contarlo todo con honestidad. Nuestra misión era no frivolizar y contar esto con la mayor honestidad posible, y creo que es eso.
Martina Cariddi: Yo creo que lo que hace especial la relación es que son dos personajes que se muestran muy fuertes y, de repente, la una con la otra se abren completamente y muestran todas sus debilidades. Las dos a la vez se quitan sus armaduras y se muestran tal y como son.
Claudia, la relación de Rebeka con su madre también tiene mucha importancia para ella, ¿cómo evolucionará?
Claudia Salas: Es muy bonita y muy real. Hay momentos en los que tienen encontronazos y bien y mal, como todo en la vida, pero creo que el final del arco que ambas construyen es muy bonito, es como el broche de oro. Al final una madre es una madre y te conoce mejor que tú a ti mismo, y le dice una serie de cosas que es lo que a Rebeka le impulsa para tomar cartas en el asunto y pasar a la acción, que es lo que falta muchas veces.
Cambio de showrunner e impacto del coronavirus
Claudia, Georgina, en la cuarta temporada hay un cambio de showrunner, se pasa de Darío Madrona a Jaime Vaca, ¿cuál diríais que es la principal aportación de este último a la serie?
Claudia Salas: Yo diría que sabido mantener mucho la esencia. Al final Jaime ha aportado esa frescura. Creo que, junto al nuevo reparto, trae eso a los guiones. Yo creo que seguirá un patrón para mantener lo que ya está, que lo ha hecho fantásticamente bien. Obviamente, algo suyo habrá aportado, pero mantiene bien la esencia.
Georgina Amorós: Creo que ha aportado un punto más sexy a la serie, un tono más sexual. También cómo ver diferentes tipos de relaciones. Es una temporada más explícita que otras en cuanto al sexo.
¿Cómo afectó el coronavirus al rodaje de la cuarta temporada?
Claudia Salas: Por suerte, hemos tenido un rodaje muy protegido. Han estado ahí en todo momento. Teníamos un departamento más, que creo ya forma parte de todos los rodajes, que es el departamento covid. Es verdad que las mascarillas en los ensayos te ponen en un contexto al que no estás acostumbrada, pero al final es sorprendente la capacidad de adaptación que tiene el ser humano. Al final era raro lo de quitarte la mascarilla al grabar, y eso ayudaba a este efecto sorpresa. Estas primeras tomas que tienen cosas genuinas. Ya te digo por sacar la parte positiva a todo esto, que esperemos que pase pronto y no se vuelva a repetir.
Pol Branch: Ni un equipo tan grande como este estaba preparado, y hemos ido improvisando con todas las medidas que nadie sabía, era nuevo para todos.
Georgina Amorós: Sí, ha sido complicado, porque al final ha sido mucho más impersonal. Todo el día con la mascarilla, el equipo 12 horas seguidas con ella. Además, ver a tu compañero con mascarilla no es lo mismo que actuar sin ella. Nos la quitábamos solamente para grabar. Además, se ha dilatado un poco en el tiempo. Por suerte, no hemos tenido que parar nunca. El equipo de dirección ha podido haber unos malabares increíbles para rehacer el plan de rodaje.
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