Es uno de nuestros cómicos más divertidos, pero también de los más trágicos. Toni Nievas sobrevive como soldado de fortuna del humor esperando a dar la campanada y volver a reinar en las plataformas como Youtube, donde uno puede encontrar cientos de horas de cachondeo rodeado de astros del humor como David Pareja o Félix Maestro. Mientras intenta sacar adelante sus proyectos y su vida hablamos un rato con director de la muy de culto 'Como todas las mañanas' a propósito de su nueva serie, 'Todo va a salir mal'.
Algo saldrá bien
Kiko Vega (KV): 'Todo va a salir mal' ha tenido una acogida muy importante a pesar de haber sido estrenado de una manera muy peculiar: en un hilo de Twitter. ¿Ves futuro en la red social como magazine?
Toni Nievas (TN): Yo creo que debería haber futuro en cualquier soporte, plataforma o red. La narrativa y los contenidos continuamente están mutando. No tiene nada que ver nuestra forma de consumir ahora a como lo hacíamos hace 15 años; ahora la paciencia es otra, no sé en que momento ha pasado, pero se ha creado un tipo de consumidor que lo único que hace es mirar el móvil (los contenidos), mirar pantallas y deslizar todo el tiempo con el dedo para pasar a otra cosa. No sabemos qué coño estamos viendo.
KV: Hace 10 años cuando enviabas una propuesta "especial" siempre te despachaban igual: esto para internet. ¿Por qué siguen actuando igual?
TN: Es que no lo sé. Nuestra producción se ha quedado atascada. Sigue siendo como vieja y poco atractiva. Tenemos una ficción que en realidad no nos apetece nada. No hay la última ficción española que es de puta madre y si no la ves te mueres. Ahora han llegado las plataformas y tengo la sensación de que nuestra producción, con un par de excepciones, no han sabido aprovechar el momento. Yo qué sé, hay cosas como 'Paquita Salas' que me parecen un invento cojonudo. Sí que es una serie que ha sabido estar en Twitter, hacer amigos. Seguidores. Es una serie que puedes desmenuzar aquí y allá y sigues teniendo calidad. Yolanda Ramos O Belén Cuesta son casi otras series por sí mismas. Es un milagro esa serie.
KV: Soy muy fan de tu filosofía de café y cocina, ¿cuánto hay de improvisación en esas reflexiones?
TN: Es una falsa improvisación. Son tantos años construyendo esa historia que tienes las pautas en la cabeza, sale de manera automática, ya sabes por dónde puedes ir. Para hacer los vídeos parto de una idea mínima y voy soltando todo sobre la marcha.
KV: 'Como todas las mañanas' tiene su aniversario a la vuelta de la esquina.
TN: Ayer mismo lo pensaba. La hicimos sin nada y creo que sigue fresca. Peca un poco de querer gustar mucho y de quedarme solo con el montaje, pero creo que sigue funcionando. Si la ves ahora te da una hostia como un piano. El año pasado pensé incluso en una secuela con la nueva crisis como epicentro. Pero es tan complicado levantar proyectos estando solo que me lo quité de la cabeza.
KV: ¿Es tan difícil agarrar una cámara y expandir ese universo?
TN: En 2013 yo estaba en una situación cojonuda. Tenía un curro y como hobby conseguí hacer la peli. Ahora mismo esa situación es prácticamente la contraria, no es el momento de ponerse a hacer el loco.
KV: En las redes haces mucho hincapié en que estás en la mierda, ¿no te preocupa que la gente pueda pensar que estás metido en tu personaje?
TN: Sí, pero también es un poco el juego del autor cómico creativo. Yo creo que nos pasa a todos. ¿Dónde empieza la coña? ¿Dónde comienza el drama? Creo que es parte del legado que pueda dejar.
KV: 'Todo va a salir mal' te ha dado un montón de dolores de cabeza en los últimos meses. ¿Lo tienes enterrado ya o estás dispuesto a seguir peleando?
TN: No lo quiero enterrar, sería como tirar la toalla del todo. Tengo proyectos, la gente sabe que los tengo, ahora solo hace falta la llamada que nunca llega. Que alguien lo vea y te dé una oportunidad. Pero tal como está la cosa ahora, que nadie sabe lo que quiere.
KV: Joder, pero tú tienes 20.000 seguidores en Twitter
TN: Eso no es nada.
KV: ¡Pero cuántos necesitas!
TN: Ni idea. ¿Un millón? No lo sé. Lo de las redes es jodido, es un veneno con el que competir, y yo ya no estoy en esa lucha. Terminé agotado de grabar y editar durante horas.
KV: Echo mucho de menos tus mierdas con Félix Maestro, la verdad.
TN: Yo he sido la persona más feliz del mundo. Cada semana escribía, grababa, editaba... vivía de eso. Fueron años muy chulos con todos mis compañeros. Me encantaría volver a esa actividad.
KV: Creo que eres uno de los tipos más divertidos de Internet, pero cómo se hace para estar rodeado de otros como tú.
TN: No lo sé. Si haces cosas que les hacen gracia a los demás entonces querrán hacer algo contigo. Me pasó con la película. No tenía nada que ofrecer, pero el texto les gustó y les gustaba jugar mientras lo hacíamos. Nos lo pasamos bien sin nada a cambio más allá de una experiencia divertida.
KV: ¿Has pensado en cambiar de género o de medios?
TN: Mi hija me dijo que lo de los vídeos en el sofá estaba muy visto, que tocaba pensar en otra cosa. Yo quiero hacer ficción. La peli era una necesidad y un paso hacia algo que se salía de Youtube. A mí lo que me gustaría es hacer ficción, y si no puedo no voy a volver a estar dando el coñazo en Youtube o Twitter.
KV: ¿Y no has pensado en dar un volantazo y convertir todas tus mierdas en texto? ¿En escribir un ensayo?
TN: Escribo un diario, tengo mis mierdas. Llevo un año escribiendo sobre mis años de videoclubs, de cine. También he estado escribiendo una nueva serie que estoy moviendo y un largometraje que terminé hace poco. El largo me ha llevado tres años de trabajo. Tengo todo esto, pero si nadie te compra, por muy autor que seas, no eres nadie. Y así estoy yo y un millón de creativos más.
KV: ¿Y con la vuelta a la normalidad crees que volverán las inversiones y las apuestas?
TN: Por supuesto, como con la anterior crisis. El dinero no desaparece. Vuelve el turismo, vuelven los gilipollas de fiesta y vuelve la pasta. Si te fijas bien la pandemia ya ha acabado. La producción no va a parar, nunca lo ha hecho. ¿Debería haber más oferta? Sí, pero no sé si lo hará alguien. De vez en cuando se cuela alguna cosa rara y “personal”, tipo la serie de Berto, Carlo Padial ahora con su serie en Filmin o 'El Fin de la comedia' de Ignatius. La serie de HBO de 'How to with John Wilson' es una maravilla. Cómo coño vas a hacer esto en España sin Mario Casas. No estoy en contra de Mario Casas, pero me da la sensación de que cada mes estrena una nueva serie que nadie ve. Cada vez que intento mover algo siempre me "confiesan" que les encanta, pero "desde el departamento del rechazo" parece que me envíen siempre el mismo tipo de mail: nos gustan los guiones pero no vemos la ventana donde pueda ir; o, ahora mismo estamos buscando voces femeninas, Tiktokers famosos o targets más juveniles... todo son un gran no. Todos distintos. Aprendes a gestionar el rechazo. Es duro, pero sigues peleando. Siempre estoy escribiendo y desarrollando nuevos proyectos, pero te dan a entender que la ideas ahora mismo no tienen ningún valor. Vales lo que valen tus redes. No vale lo que escribes, ni lo que hagas. Y eso es muy desalentador. Si tienes muchos numeritos te meten en una sala y te lo dan todo mientras te dicen "tú vales, eh".
KV: ¿Vas a cambiar de vida?
TN: No tengo otra cosa a la que dedicarme, qué coño voy a hacer. Eso de "si esto no te funciona te dedicas a otra cosa" no existe. Yo no puedo decir "hasta aquí hemos llegado y me vuelvo librero de la noche a la mañana". Si me voy a currar a una cocina no podré evitar pensar durante diez horas en volver a casa a escribir algo. Ese es mi puto destino, saber quién eres y no engañar a nadie ni a ti mismo. Ese plan b en el que te vas a vivir a un puto barco no existe.
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Usuario desactivado
Yo puedo hablar del mundo editorial actual en España. Del cine ni idea, pero al fin y al cabo me imagino que será peor.
Aquí hoy en día si no eres nadie, es decir: si no te has dedicado a repartir libretos pagados de tu bolsillo, o si no tienes un escritor famoso que quiera patrocinarte, o si directamente no te has pasado 5 años o más publicando estupideces y basura en una red social, es como si no existieras.
Da igual si te pasas miles de horas tú solito exprimiéndote la cabeza con una trilogía. No importa a cuántos autores hayas estudiado y pretendido emular, ni la calidad del producto final. No importa si es innovador, si no tienes ni una puñetera falta de ortografía entre 100.000 palabras... No.
Al editor, al grande (que son 6 o 7), no le interesa nada de eso. Quiere que el 75% del trabajo que tiene que hacer él ya esté hecho: no va a invertir ni un céntimo en publicidad y distribución si se lo puede ahorrar. Porque trabaja para un grupo editorial multinacional: tiene el poder, y lo sabe, y se la sudas tú y los otros 10.000 gilipuertas que están juntando letritas.
Luego te encuentras a un montón de gentuza que te pide (y atentos porque esto es la leche en patinete), que TÚ, autor, que te has pasado la vida apostando por un invento sin la menor garantía, pagues la edición y te encargues de la distribución, a cambio de... nada. Bueno, de algo peor de nada: de un porcentaje de los beneficios. El resto van para ese "coeditor", es decir, para un pirata que se va a rascar los huevos y a partirse de risa mientras tú vas con una caja de 10 o 15 ejemplares a una librería. No va a hacerte ni la maqueta de la novela: te pedirá que te busques a un maquetador.
Y de los agentes literarios es que ni hablemos. Dicen tener contactos, te prometen ayudarte a mejorar tu obra, te hablan de viajes a EE.UU y de traducciones al japonés y al alemán... y de repente, cuando les envías el manuscrito final, desaparecen. No te extrañe que en un par de años tu manuscrito haya sufrido cambios, entre ellos el nombre del autor, y esté por ahí publicado.
Y sí, la principal culpa es de Internet, totalmente. Es una culpa con múltiples componentes:
1º Por un lado, la lectura (al igual que todos los demás placeres) se ha banalizado hasta un extremo ridículo en una era en la que todo entra a través de una pantalla minúscula. Todo-entra-ya, todo-se-exprime-ya. No hay paciencia para estar 1 semana leyendo: hay tanta oferta indiscriminada de entretenimiento que en realidad TODOS los autores (de todas las ramas artísticas) están perdiendo valor desde hace años. Ya no hay bestsellers de verdad, y los taquillazos son pura bazofia basada exclusivamente en el número de dígitos del presupuesto publicitario. Ni hablemos de la música, porque esa gente sí que da pena... En síntesis: el autor no es nadie, y el producto no vale nada: todo es para el medio.
2º, Por otro lado, la distribución "gratis" del arte a través de Internet (Y NO ME REFIERO A LA PIRATERÍA) ha hecho que un especialista en SEO se convierta, aparentemente, en escritor, o en director de cine. Aprovechando un conocimiento técnico que no tiene nada que ver con el arte, cualquier basura se vuelve viral. Y si da la casualidad de que durante tu lanzamiento hay un viral potente rulando por ahí, pues... te jodiste: tu oportunidad se ha esfumado y no tiene nada que ver con tus ganas ni con tu trabajo.
3º, Empresas como Amazon o Google tienen departamentos muy grandes de personal dedicado al estudio de obras literarias o cinematográficas. Sin embargo, ahí no prima tampoco el talento, sino la ubicuidad de un producto, pero a una escala repugnante, mucho peor que la que se tomaba como referencia en los grandes grupos editoriales de antes-de-internet. Para Netflix y otras productoras, hoy hay una serie de tópicos mainstream: tu obra tiene que hablar de gays, de mujeres, de razas, de víctimas de bullying, de drogas y de poco más. ¿No contienes nada "principal", no hay ningún "prota" que viva en esos tópicos? Pues el resto no interesa: tu obra nunca aparecerá en la portada de ningún listado, y ya sabemos que el 99% de los usuarios no pasan del cuarto listado.
Es muy triste que haya por ahí miles y miles de manuscritos olvidados en una bandeja de correo, descartados desde el primer vistazo del remitente y un googleo rápido. Es un mazazo enorme para la evolución de la literatura, parada ya desde hace más de una década y reducida al estudio sociológico de mercado.
Y no sé si se puede arreglar. De hecho, ¿para qué? Nadie quiere leer. Y pronto, en tan sólo unos años, nadie querrá ver cine y pasarse 8 o 9 horas viendo una miniserie: todo será una banalidad a tiempo compartido entre videojuegos indies baratísimos, y gente haciendo el tonto en 20 segundos en un tiktok o en lo que demonios sea durante esa época. El arte habrá muerto, y nadie lo va a resucitar.
mickyvainilla
Osea que en esencia la industria del entretenimiento está igual que antes de la era de las redes "sociales", pero peor. Y se sigue dependiendo del "llamado" del productor de turno, si no se quiere ser un artista marginal. Lo que puedas hacer por tu cuenta es un "hobby", y uno de cada 10.000 millones da el salto grande y el resto se queda pagando. No muy distinto a como siempre fue, y seguramente siempre será, con o sin internet o redes o lo que sea
frankbanner49
Conocí a este hombre a través del programa de Buenafuente.
¿Que pasó entre ellos?. ¿Simplemente dejaron de colaborar?. ¿Hubo algo más?.
Me hubiese gustado que se hubiese colado el tema en la entrevista.
Pero no voy a quejarme demasiado. Me parece una entrevista estupenda.
Con Tony Nievas pienso lo mismo que con los entrañables protagonistas de ANVIL. EL SUEÑO DE UNA BANDA DE ROCK. Mientras más veía los obstaculos que les surgian por el camino, más deseaba que les fuese bien al final del camino. Y algo de eso parece que hubo.
Seguro que Tony Nievas tarde o temprano, lo peta con alguno de sus proyectos. Y yo me alegraré de ello.
centaura
Hostia, Félix Maestro. El entrevistador le pregunta por él a Nievas, y este ni le menciona. Respuesta claramente invisibilizadora. ¿Por qué dejaron de colaborar? Entrevista YA a Félix Maestro, que fijo que cuenta unas movidas loquísimas.