Juliette Binoche ha visitado España para recibir el premio Women in Action! concedido por la asociación Cima y Movistar+ y cuya finalidad es premiar el trabajo en favor de la igualdad de género en el Audiovisual. Uno de los grandes motivos de premiar a la actriz francesa es su implicación en We Do It Together, una iniciativa para impulsar la aparición de películas rodadas por mujeres.
Con motivo de su paso por España tuvimos la ocasión de entrevistarla en exclusiva y más abajo tenéis en su integridad el resultado de dicha charla con la ganadora del Oscar por 'El paciente inglés' ('The English Patient').
¿Qué cree que está haciendo mal el mundo del cine para que una iniciativa como We Do It Together sea imprescindible?
No, no es que el cine haga algo malo, es que existen costumbres y queremos mantener esas costumbres. Yo creo que el miedo que tienen los productores y los distribuidores es dar responsabilidad a las mujeres, pero ese miedo es una forma de proteccionismo del poder de los hombres. Esto es el resultado de una educación.
En gramática en francés lo masculino siempre gana sobre lo femenino; hay muchas palabras donde no tenemos la palabra femenina correspondiente. Siempre existe la palabra masculina, no la cambiamos. Es una forma de pensar que hace que pensemos que lo femenino es menos fuerte, que viene después.
De cierta manera la energía masculina se ve más, es más obvia, es la que conquista, la que va hacia delante. Eso se ve lo que está haciendo. La fuerza de lo femenino no se ve, es una fuerza interior, está dentro de nosotros, en la oscuridad, pero se ve si lo masculino está dispuesto a sacarlo, pero no lo está. Por lo tanto, el elemento femenino debe de llamar y decir “¡Aquí estoy!”.
Tenemos otras fuerzas en la vida, el poder de recibir, de transformar. En los mitos bíblicos, en la mitología egipcia, sumeria hablamos de lo masculino, de lo femenino y muy a menudo decimos que Eva ha salido de la costilla de Adán, pero es una mala interpretación. Es lo masculino que tiene que ir hacia lo femenino para entrar en estas emociones, para descubrir que tenemos que atravesar esas emociones difíciles. Los celos, el deseo del poder, el deseo de poseer…
Todos nuestros miedos que tenemos dentro que a veces no queremos ver. Por lo tanto, dentro de cada uno de nosotros tenemos que buscar este equilibro. Tenemos los polos masculinos y femeninos, pero dentro de nuestra sociedad, de nuestra vida, tenemos que buscar esta armonía entre el hombre y la mujer. Eso significa que el elemento masculino debe de despertar y dejar lugar a otra fuerza.
Actualmente, ¿qué directores cree que están sabiendo reflejar mejor la femineidad en el cine?
Buena pregunta (se queda pensando unos segundos). Para mí faltan películas que no tienen miedo a expresar las emociones, que no intentan manipular, donde hay cierta humildad. Hablo de películas personales. Podríamos referirnos a grandes directores, por supuesto. Los que no se esconden, los que no dicen yo voy a conquistar el mundo, tengo armas, tengo violencia. Algunos se creen fuertes, pero alguno reconoce la fragilidad, la humildad.
¿Cuál es la última película que logró transmitirle esa sensación?
Tengo mala memoria. He visto recientemente ‘Langosta’ (‘The Lobster’) y no llegó al final. ‘La chica danesa’ (‘The Danish Girl’) tampoco llegaba hasta el final. Lo que quieren es hacer una buena película y ahí está el problema. Es difícil, es como el pintor una vez que está metido dentro y coge demasiado distanciamiento como satisfacer a los demás y ya no pinta bien.
Cuando entra el miedo en ese proceso artístico, esto distorsiona la verdad de la película. Además, una película cuesta dinero y hay productores, distribuidores, entra en juego la reputación del director y ahí hay un riesgo. Hay que encontrar a un productor que entienda el sentido artístico del director. John Cassavetes por ejemplo. Él es un ejemplo de alguien que nunca ha tenido miedo de entrar en este mundo de las emociones.
En los últimos años existe una especie de moda en Hollywood de remakes protagonizados por mujeres o que, por ejemplo, las películas de superhéroe estén dirigidas por mujeres sólo cuando la protagonista sea una mujer, ¿cree que es un buen primer paso o un simple parche?
Las historias de los héroes son apasionantes, es como un mito. La trayectoria del héroe nos permite identificarnos y pasar por todos los meandros, lo difícil es la moraleja que hay al final. Es como lo que se vende en el supermercado, es un buen paquete con la misma receta.
Por ejemplo, cuando yo vi a Angelina Jolie hacer ‘Maléfica’ y que no era tan mala, pues a mí me gustó. Me gustó porque era sorprendente, una forma distinta de ver las cosas, pero no veo muchas películas de acción, porque me resulta difícil ver violencia. Yo admito todo en mi memoria, en mis sentidos, y me cuesta deshacerme de lo que he visto. Por lo tanto, elijo con mucho cuidado lo que veo.
En breve la veremos en ‘Ghost in the Shell: El alma de la máquina’, el primer blockbuster americano en el que tiene una presencia realmente amplia, ¿Qué tiene de especial para haber aceptado cuando en el pasado rechazó otras?
Yo dije que no por lo menos tres veces, porque no me gustaban las escenas y encontraba que no tenía ningún sentido, que mejor que lo hicieran con otra actriz. Entonces el director insistió y me dijo que tenía que volver a leer el texto, hablé incluso con el autor del texto y me gustó. Insistieron y creí que la calidad de las escenas era tal que pensé que iba a intentarlo. Nunca había hecho una película de ciencia-ficción y eso permite hacer muchas cosas. Me estada adentrando en un mundo que desconocía, y me gustó el riesgo.
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