Hacía ya seis años, desde que rodara 'Tensión sexual no resuelta', que Miguel Ángel Lamata no estrenaba película. Sin embargo, hoy llega a la cartelera española 'Nuestros amantes', una simpática comedia romántica que el realizador aragonés ha escrito, producido y dirigido, y que cuenta con las actuaciones protagonistas de Eduardo Noriega y Michelle Jenner. Ayer os dejamos nuestra entrevista con la pareja de actores y hoy podéis leer lo que nos contó el cineasta.
'Nuestros amantes' es quizá el proyecto más personal de Lamata hasta la fecha. Aunque con él sigue apostando por la comedia, en esta ocasión no es tan frenética como lo fueron las anteriores, sino que el director ha preferido un humor más calmado y reflexivo para esta historia en cuyos diálogos se encuentra parte de su encanto. Pero dejemos que sea él quien nos lo explique...
- ¿Cómo surge el guión de ‘Nuestros amantes’? ¿Cómo fue el proceso de escritura?
Después de mis trabajos anteriores, tenía ganas de hacer algo más sosegadito. El guión lo he escrito desde las tripas, sin pensar en absolutamente nada. Disfruté simplemente dejando que fueran los personajes protagonistas los que llegaran a donde ellos quisieran. La primera versión del guión me salió bastante rápida, en un mes, aunque luego fui puliendo y cortando porque inicialmente era todo mucho más discursivo. En general ha sido un proceso bastante orgánico.
- El personaje de Noriega es guionista como tú, ¿te identificas de alguna manera con él?
Me identifico no solo de una manera sino de muchísimas. Cuando uno se pone a escribir es recomendable ser lo más personal posible, aunque no es necesario, e incluso se puede ser personal de una manera críptica, de manera que solamente tú lo sepas, pero yo he metido muchas cosas mías tanto en este personaje como en todos los y creo que es algo muy saludable.
- Hay escenas en la cinta donde se aprecia claramente el uso circular del travelling ¿querías subrayar algo?
Sí, utilizamos ese recurso en el momento en que Carlos (el personaje de Noriega) se pone a hablar de su relación fallida con su ex y me parecía que era una buena manera mostrar al personaje desnudo y vulnerable delante de Irene (el personaje de Michelle Jenner). Hay dos secuencias en las que aparece este movimiento de cámara: en la primera se aprecia una mayor velocidad porque él no puede evitar contar lo que le pasa y me gusta mucho lo envolvente que resulta el poder observarle desde todos los ángulos posibles. En la segunda escena hay otro travelling circular que conecta con el de la primera, pero este ya es más tranquilo porque él está más calmado y está hablando de lo mismo (su ex) aunque desde otra perspectiva, más amarga quizá.
- ¿Cuál ha sido tu mayor reto en este proyecto?
La parte más complicada ha sido, aparte de financiar la película, la de convencer a estos pedazo de actores de que podían confiar en mí como director. Para mí ha supuesto todo un reto el creer que podíamos hacerlo y al final mira, lo hemos hecho y en un momento muy complicado, con la crisis sacudiendo de una forma brutal y con la mala prensa que muchas veces tiene el cine español injustificadamente. Yo no tenía una tradición como productor, por lo que tenía que explicar a todo el mundo lo que iba a hacer y prometerles que lo iba a hacer bien. Al final estás pidiendo un acto de fe.
- ¿Cuando escribías el guión ya tenías en mente quienes iban a ser los actores que dieran vida a tus personajes?
La verdad es que sí, que cuando te pones a escribir muchas veces los personajes te lo dicen. El personaje de Noriega va a la búsqueda de su pasión perdida, de aquello que le hizo enamorarse por primera vez y de lo que le hizo querer ser escritor. Para mí, Eduardo era el actor idóneo porque además de tener mucho talento por cómo mira o cómo habla, tiene algo definitivamente estelar y hollywoodiense y me apetecía poner a un tipo así en el papel de un perdedor. Igual me pasó con el personaje de Gabino Diego, un tío enormemente tierno al que pongo en este película como un vampiro emocional. Esto es algo que a mí, como director, me excita.
- ¿Qué pasa con Michelle Jenner?
Me parece una actriz absolutamente genial, con un talento extraordinario y una belleza muy especial. Lo mires por donde lo mires, es delicioso trabajar con ella porque jamás se asusta de nada. Cuando tenemos una toma rodada que nos vale, ella sigue buscando darnos una todavía más genial. Estamos todos enamorados de ella (risas).
- ¿Ves viable una secuela de ‘Nuestros amantes’?
La verdad es que lo había pensado y no estaría mal. Creo que los personajes tienen todavía una segunda lectura. Se podría enfocar hacia lo que pasa después: ver si la relación entre Irene y Carlos ha triunfado o no, si Jorge (el personaje de Gabino Diego) sigue así de insoportable o se le han bajado los humos…
- Tu última película fue ‘Tensión sexual no resuelta’ en 2010, ¿cuál es el motivo de que hayas tardado tanto en volver a grabar una película?
Pues por la misma razón por la que Terence Malik estuvo sin hacer cine veinte años entre ‘Días del cielo’ y ‘La delgada línea roja’, nadie lo entiende (risas). Ahora en serio, he estado centrado en otras cosas, desde algún proyecto de televisión hasta alguna cosa para teatro. También he escrito varios guiones que intentaremos rodar estos próximos años. Y la verdad, tampoco viene mal tomarse cierto tiempo de reflexión entre película y película para saber hacia dónde quieres tirar, y en cierto modo si que he necesitado ese ‘reposo’, porque no ha sido fácil contar una historia como ésta, considerablemente diferente a otros trabajos míos en cuanto a nivel de ritmo y a nivel de desarrollo de personajes.
- Todas tus películas son comedias ¿Te has planteado alguna vez cambiar de género?
Es verdad que siempre he hecho comedia, pero en ‘Nuestros amantes’ también hay cabida para el drama. Sí que me gustaría hacer un buen dramón, una cinta de terror o simplemente una película en la que no haya un solo chiste, pero me da la sensación de que el humor es algo que se abre paso inevitablemente y no solo en lo que escribo yo, sino en lo que escriben muchos autores de drama. Por ejemplo, Chéjov en sus novelas resulta desgarrador, pero el humor consigue colarse y subrayar aún más el drama. Al final llego a la conclusión de que el humor no solo consiste en hacer reír a la gente sino que también es la herramienta de la que echamos mano para no volvernos locos...
- Con esta película no solo haces homenaje a dos de tus escritores favoritos, también se lo haces a tu tierra, Aragón.
Así es. Hemos rodado en las tres provincias de Aragón: Zaragoza, Huesca y Teruel. Soy de allí y como tal soy un gran fan, adoro mi tierra y siempre me ha encantado rodar allí. Ya que esta película se producía desde mi productora decidimos filmarla enteramente allí y es verdad que hemos pedido ayudas: políticas, sociales, económicas… y se han volcado, no solo a nivel institucional sino a nivel particular, la gente de Aragón se vuelca con los rodajes de manera incondicional.
- 'Nuestros amantes’ tiene algo que recuerda a películas como ‘Cuando Harry encontró a Sally’ ¿Te has inspirado en ellas?
'Cuando Harry encontró a Sally' es una película que siempre me ha gustado. En general, me gustan las películas basadas en el texto y en los personajes. Admiro a personajes como Woody Allen o Neil Simon, en cuyo trabajo he intentado inspirarme para este filme.
- ¿Algún proyecto a la vista del que puedas hablar?
Tenemos dos guiones que vamos a empezar a mover inmediatamente, que son muy diferentes a ‘Nuestros amantes’ aunque en ambos me gustaría repetir con Eduardo. Además ahí está la posibilidad de seguir explorando a los cinco personajes de esta película…
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