Jérôme Debève es el confundador de 'La Huella Efectos Digitales', una compañía creada en el año 2000 junto a Juan A. Ruiz. Ambos tienen más de 10 años de experiencia en las imágenes generadas por ordenador, con un background profesional que abarca las empresas Esfera, PostData y ArtBit, entre otras. La empresa tiene en su haber los efectos visuales de spots exitosos para Coca-Cola, Metro de Madrid, Cheetos, Telefónica, Lotería Española, Repsol o DGT, contando en su haber con tres Pavos Reales a los Mejores Efectos Visuales. Han realizado asimismo los efectos digitales de películas como “Obaba”, “Home Delivery” o “La Hora Fría”. Actualmente concluyen un año de trabajo en los efectos de la película “No-Do”, dirigida por Elio Quiroga.
- ¿Cómo se os ocurrió fundar 'La Huella', la compañía de efectos digitales en la que trabajais?
La idea de crear la empresa surgió en el 2000, después de haber realizado unos trabajos de publicidad pequeños Juan Antonio Ruiz y yo, en una diminuta oficina de la calle Gran vía... Llegó un punto en que empezamos a necesitar ayuda de más gente para generar material en 3D, y poco a poco hemos acabado montando La Huella. Pero en ningún caso hubo una idea de hacer negocio de manera tradicional, ya que se aleja bastante del día al día de cualquier otro campo de trabajo...
- En 'Los diez mandamientos', la película de 1956 de Cecil B. DeMille, aparecía la multitud israelita y eran extras de verdad. A día de hoy, circula por Internet un vídeo en Youtube titulado 'Omaha Beach' en el que se demuestra que con tres personas, algo de talento e ilusión se puede reconstruir la batalla de Normandía al estilo de 'Salvar al Soldado Ryan'. ¿Son los efectos visuales el eje técnico del cine actual?
Es cierto que se ha llegado a un grado de libertad enorme en cuanto a representación visual. Efectivamente 3 personas pueden reconstruir la batalla de Normandía en pocos días... Con muchiiisimo talento, trabajo, experiencia y motivación por el reto que representa el ejercicio, claro está. La industria, principalmente norteamericana, ha llegado a un punto en que se trabaja extensivamente con decorados virtuales o extensiones de decorados, situación en que se construye una parte pequeña del mismo que tenga más interacción con los actores y lo demás se genera por ordenador. Pero de ahí a decir que el cine actual se vertebra sobre los efectos especiales, no lo creo. Habría que diferenciar el cine de entretenimiento puro, las grandes producciones americanas de ciencia-ficción dirigidas a un público que busca un espectáculo puramente visual, y los demás géneros en los que la aportación de los efectos es más puntual. No olvidemos que la inmensa mayoría de las películas que salen cada semana en los cines a pesar de llevar muchas veces bastante trabajo de post-producción no se justifican en absoluto por aquello.
- ¿Son siempre los efectos especiales un problema de dinero?
De falta de, casi siempre... Suele redundar en falta de tiempo para trabajar. Incluso las grandes empresas americanas como la ILM tienen que hacer compromisos de vez en cuando para poder llegar a tiempo con una película. El ejemplo de la segunda "Momia" me viene a la cabeza, en la que faltaron recursos y el resultado no está a la altura del trabajo siempre puntero que acometen. Hay planos muy flojos en esta peli... Es el ejemplo de lo que no se debería hacer: querer mostrar a toda costa situaciones espectaculares que acaban resultando inverosímiles y visualmente pobres. Un gran equipo de gente, por muy buenos profesionales que sean, no pueden hacer milagros si falta tiempo y medios. Tristemente es algo bastante habitual en publicidad por ejemplo, que es lo que "da de comer" a la mayoría de las empresas en España.
- ¿Cuáles creéis que son las películas con mejores efectos especiales que hay?
A ver... Cada época tiene a alguna película que representa un avance en este aspecto. Los planos espaciales de "2001, odisea del espacio" son maravillosos, perfectamente contextualizados y ejecutados con medios ópticos, nada de ordenadores obviamente. "Encuentros en la tercera fase" tiene unos planos visualmente asombrosos, al igual que "Blade Runner" y los primeros "Star Wars" que fueron un reto técnico. Más recientemente me acuerdo haber tenido piel de gallina viendo los dinosaurios de "Parque Jurásico", que eran las primeras criaturas CGI "orgánicas" totalmente creíbles. Hay decenas de otros ejemplos, desde la separación del mar rojo en "Los diez mandamientos" hasta los ingeniosos avances técnico-estéticos de "Matrix".
- Y en este sentido, ¿cuál creéis que el mejor técnico de efectos especiales de la historia del cine? ¿Y de la actualidad?
Me encanta el trabajo de Ray Harryhausen en el campo de la animación fotograma a fotograma, como la pelea de Jason con los esqueletos en "Jason y los argonautas". Douglas Trumbull, que supervisó desde “2001” hasta "Encuentros..." es una de las personas más respetadas de la industria. Más recientemente Stan Winston (que falleció hace poco), Dennis Muren de ILM o Phil Tippett son referencias absolutas del sector. Pero en general los efectos visuales raramente son cosas de una persona ; el trabajo se reparte en un equipo de técnicos y artistas locos que aportan cada uno su grano de arena a un plano en particular.
- ¿Consideráis que una película con un guión horrible puede ser una obra maestra si su estética visual fascina al espectador?
En absoluto. El cine está lleno de pelis visualmente asombrosas que sin embargo son una castaña. George Lucas no ha sido capaz de recrear el ambiente de la trilogía original de "Star Wars" en los tres últimos capítulos, por mucha tecnología de la que disponía. Me gustó mucho la estética de "Sky captain", un apuesta visual muy atrevida, sin embargo la película me parece bastante mala... Hay muchos ejemplos de cine comercial técnicamente impecable pero muy pobre a nivel de guión o dirección: los efectos no salvan una película nunca. Son una herramienta más al servicio del director.
- A la hora de trabajar en una película, ¿soléis tener total libertad?
Antes de contestarte creo que debería apuntar la diferencia abismal entre la industría norteamericana y el panorama nacional, que tiene poco que ver. La plantilla de una empresa cómo ILM se cuenta en centenares de personas, y un "pequeño estudio" al otro lado del charco tendrá unos 30 o 40 operadores. En España hay poquita gente dedicándose a los efectos visuales, y menos en al campo del cine. Diría que hay un cambio de escala de 10 a 1. En cuanto a La Huella se refiere, nos hemos dedicado hasta hace poco casi exclusivamente a la publicidad. Estos últimos años, a raíz de la colaboración con Elio Quiroga hemos empezado a entrar en producción de cine, tanto en corto ("Home Delivery" con Sopa de Sobre) cómo en largometrajes (“La Hora Fría” y actualmente “No-Do”).
Hemos colaborado sin embargo en algunos proyectos puntuales de cine cómo “Obaba”, de Montxo Armendáriz y anteriormente en pelis como "El corazón del Guerrero", de Daniel Monzón o "Torrente II", de Santiago Segura. Respecto al tema de la libertad, depende mucho del director y del grado de confianza que se tenga con él. Con Elio disponemos de mucha libertad para plantear el trabajo, siendo una ventaja poder entrar en el proyecto antes de que se empiece a rodar. Otras veces la productora viene con una idea muy precisa de lo que quiere, en este caso tendemos a limitar nuestras sugerencias. Hay directores como Amenábar que además de ser muy autocríticos lo son con sus colaboradores, y tienden a estar muy encima del equipo de post-producción. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, ya que suele haber menos dudas en determinados aspectos pero obviamente deja menos libertad a los operadores para ejercer su creatividad.
- Hablemos de 'La Hora Fría'. ¿Cuál fue el mayor reto en este trabajo?
Quizás darle credibilidad a la ambientación general mediante extensiones de decorados y etalonaje digital, así como el plano final de la película - todo un reto técnico dados nuestros recursos, extremadamente limitados... Para los (muchos) que no han visto la película, se trata de un travelling de cámara larguiiiissimo que acaba desvelando la realidad de la situación de nuestros personajes. Es un plano de casi un minuto que fue muy complicado de generar, creando una transición entre rodaje real y un entorno creado en 3D.
- Y ahora está en posproducción 'No-Do', en el que repetís con Elio Quiroga. ¿Cómo ha salido todo? ¿Ha cambiado en algo vuestra manera de aportar?
Bueno, está saliendo poco a poco. Estamos en la recta final del proyecto, tratando de afinar el aspecto visual de la película, y generando en paralelo un par de secuencias bastante poco usuales en el cine español. Creo que está quedando bastante decente, siempre tratándose de un trabajo de semejantes características: poco presupuesto (estamos entrando como en “La Hora Fria” en producción asociada) y compaginando publicidad con la peli. Elio es una persona muy abierta a los comentarios de sus colaboradores, y que nos apoya en cualquier momento; es algo no muy frecuente, que nos da bastante margen de maniobra afortunadamente... Tenemos que "apagar fuegos", es decir corregir cosas que no salieron bien de rodaje y que no se consideran necesariamente planos tocados digitalmente etc... No puedo decir mucho más, pero está siendo un buen ejercicio para nosotros: intentar demostrar que una película muy pequeñita puede resultar interesante en los planos técnico y artístico.
- Dicen que 'Avatar', una película de James Cameron que se estrenará el año que viene, va a ser una revolución. Será una mezcla de acción real con fotografía 3D basada en técnicas de captura de movimiento y un sistema virtual de cámara en tiempo real. ¿Qué grado de influencia de esta película prevéis en el terreno de los efectos digitales?
Habrá que verla... Se decía lo mismo de "Final Fantasy", luego de "Beowulf", que fueron los anteriores intentos de generar humanos convincentes en 3D. resultaron peliculas muy frías. Es quizás la cosa más difícil en la actualidad, dotar de emociones creíbles a unos humanos 3D. Creo que el camino que se plantean Spielberg y Peter Jackson con Weta digital para las películas de Tintín es muy interesante: un realismo estilizado, que no pretenda imitar a 100% la realidad. La factoría Pixar es todo un ejemplo de como aprovechar las ventajas del medio de la animación por ordenador, creando un estilo que no dista del fotorrealismo (“Wall-E” tiene planos absolutamente realistas) pero sin renunciar a la estética que han ido imponiendo a lo largo de los años.
- Estáis también inmersos en el mundo publicitario, que busca ante todo impactar inmediatamente al espectador. En el cine, ¿se está buscando cada vez más ese impacto por medio de los efectos visuales?
Puede ser, hay gente como Christopher Nolan que consiguen hacer un cine visualmente impactante pero con cierta profundidad, con lo cual la estética no siempre tiene que estar reñida con la crítica. Pero claro, es una excepción. Luego están los Michael Bay y compañía que a golpe de movimientos bruscos de cámara y un montaje frenético buscan impactar al espectador maltratando a los personajes... ¡Y ojo, que me encantaría trabajar en una peli como Transformers! No sé, creo que un uso "responsable" de los efectos especiales siempre sale en beneficio de una película. Me pregunto hasta qué punto son los espectadores los que buscan ante todo diversión y espectáculo "barato" o los grandes estudios los que crean esta demanda anteponiendo acción a un buen guión. O sea que si, los efectos visuales son un medio cada vez más utilizado para impactar en el "cine palomitas". Pero no creo que sea una tendencia general.