Javier Gullón es guionista de cine. Entre su currículum nos encontramos con el libreto de 'Enemy' (2013), la película más arriesgada de Denis Villeneuve, partiendo de un difícil material de José Saramago; 'El rey de la montaña' (2007), el film más interesante de Gonzalo López-Gallego; o 'Invasor' (Daniel Calparsoro, 2012), por la cual el escritor recibió su única nominación al Goya, compartida con Jorge Arenillas.
Con una filmografía a la que la palabra "diversidad" define perfectamente, Gullón está enfrascado en varios proyectos, como un film con Arnold Schwarzenegger o una producción con J.J. Abrams para la HBO.
A continuación podéis leer la breve entrevista que he tenido la oportunidad de hacerle.
- Quince años desde el guion de la poco conocida 'Roll-On' ¿qué ha aprendido Javier Gullón en todo este tiempo?
Roll-On es un cortometraje. Mi primer largo es Girls Never Call, que también es poco conocido, aunque por aquel entonces ganó el Premio del Público en el Festival REC de Tarragona y en el Festival de Peñíscola.
Es difícil decir qué he aprendido, pero sé que soy menos malo que antes. Seguramente, si leyese los guiones que escribí hace diez años me parecerían horribles y algo dentro de mí trataría de convencerme de que yo no soy la persona que escribió eso.
No soy bueno analizando mi proceso de escritura o teorizando sobre la técnica, por eso es difícil especificar qué he aprendido. Pero sí sé que he aprendido algo y que ese algo me ha hecho mejor guionista. También sé que seré mejor guionista dentro de diez años.
- Hay guiones tuyos que me gustan especialmente, caso de 'El rey de la montaña', co-escrito con López-Gallego, aunque mi preferido es el de 'Enemy', por la complejidad de la que ya partías de base. ¿Tienes algún trabajo predilecto entre tus libretos?
Una cosa son las películas y otra los guiones. Hay guiones de los que estoy orgulloso, pero que resultaron en una película que quizás no me gusta tanto o de la que no me siento tan cerca. En cuanto a los dos trabajos que mencionas, estoy orgulloso del texto que escribí y estoy feliz con las películas. ¡No ocurre a menudo!
Mencionaré un guion del que estoy muy orgulloso pero que todavía no se ha rodado. Se titula Ventajas de viajar en tren y está basado en una novela brillante y muy loca de Antonio Orejudo. La adaptación la he escrito colaborando muy de cerca con el director, Aritz Moreno. Si todo va bien, se empezará a preproducir durante este año.
- Has colaborado en la escritura de guiones con gente como Roberto Santiago, David Pastor o Antonio Trashorras. Imagino que nada tiene que ver escribir tú solo el guion a tener que hacerlo a cuatro manos, o más ¿cuál es el proceso en el segundo caso?
Con Antonio Trashorras nunca he escrito. En Agnosia hice un trabajo de script editor, que no es el de guionista.
En el caso de Roberto Santiago (Al final del camino), él entró como director e hizo una nueva versión del guion en solitario. Con Alex y David Pastor (Out of the Dark) o con Jorge Arenillas (Invasor), yo entré a reescribir a partir de un guion ya existente. Lo que quiero decir con esto es que la mayoría de las veces que he co-escrito no ha sido un proceso a cuatro manos.
Sí que he experimentado la escritura a cuatro manos en otros proyectos y, obviamente, hay diferencias en el hecho de compartir el proceso creativo; el que haya dos puntos de vista puede enriquecer el guion y seguramente acelere el proceso en sí.
En general disfruto mucho de la escritura en solitario y también disfruto mucho de la colaboración creativa con el director y, a veces, con el productor.
- Hace poco un director de origen español afincado en Hollywood preguntaba cómo eran capaces de vivir los directores de cine en España. ¿Ocurre lo mismo con los guionistas? ¿Te resulta más fácil escribir para el cine estadounidense que para el español?
Si te refieres al tema económico, no se puede comparar España con Estados Unidos. Las diferencias de ambas industrias (no solo de los sueldos) son tantas que a veces podría parecer que son dos negocios diferentes.
Pero no lo son. Al final, en ambos casos se trata de lo mismo, de contar una historia, de escribir una sinopsis, una escaleta, un guion, de recibir notas, de reescribir ese guion, de trabajar con directores y productores y de llevar la mejor versión posible a rodaje.
Sería absurdo esperar que las condiciones laborales en España sean las mismas que en Estados Unidos, pero también es cierto que los guionistas de cine en España trabajamos en muchos casos en condiciones lamentables.
- ¿Cuál ha sido el reto más difícil al que te has enfrentado en tu carrera como guionista?
No lo sé. Quizás Enemy, porque era el primer proyecto que me encargaban desde fuera de España, adaptando a un escritor conocido (Saramago), aunque la novela no lo fuera tanto, y con un director (Villeneuve) y un actor (Gyllenhaal) que imponían cierto respeto.
Recientemente he adaptado una novela de ciencia ficción para Film Rites, la productora de Steven Zaillian, y Fox y creo que al principio del proceso también sentí la presión de estar ante un reto importante. Luego, la verdad, te pones delante del teclado y se te olvida un poco todo.
- Creo que en cine la forma es el fondo, y que el director debe trabajar mano a mano con el guionista a la hora de traducir el texto en imágenes. ¿Suele ser así o suelen separarse las funciones?
Como he mencionado antes, yo disfruto mucho el trabajo con el director, afinar las últimas versiones de guion con él, pensando ya en la película en términos más reales que en versiones previas que quizás sean más literarias o guionísticas, usando una palabra que no existe.
Desde mi punto de vista, ese trabajo conjunto es bueno para la película, o al menos para el guion. También creo que llega un momento (en rodaje y montaje) en el que el director tiene que coger las riendas de la película y hacerla suya.
- Tus influencias como guionista. ¿Cuáles son esos guiones de la historia del cine que consideras verdaderas lecciones como guiones cinematográficos?
No he leído tantos guiones como para poder recomendar alguno o como para haber sido influenciado por ellos. Creo que es bueno leerlos al principio, para aprender el formato, para entender cómo funciona. En ese sentido, recomendaría leer los guiones de películas que te gustan o de guionistas que admiras. Y en general creo que es más útil leer guiones de escritores estadounidenses, ya que suelen manejar el formato con más soltura; creo que se aprende más, tanto como para encontrar elementos inspiradores como otros que nunca pondrías en papel.
Más que guiones, mis influencias están en películas, claro, pero también en libros, comics, videojuegos o fotógrafos.
- Guillermo Arriaga afirma que la película es del guionista, o mayormente de él, ya que crea en soledad. John Carpenter afirma que la película es del director. ¿Qué opinas de esta eterna disputa?
Con todo mi respeto para Guillermo Arriaga, decir que una película es del guionista es no saber cómo funciona el proceso de creación de un largometraje. Y creo que él, que ha acabado dirigiendo sus propios guiones, lo debe de saber bien.
Por un lado, las películas son procesos colectivos en los que hay mucha gente involucrada. Por otro, en la historia del cine probablemente hay películas que “son de” directores, otras de productores, otras de guionistas, otras de directores de fotografía… Pero creo que en un proceso natural quien debe hacerse responsable final de una película es el director.
- El paso coherente a la dirección, ¿tienes pensado darlo algún día o no entra en absoluto en tus planes?
No creo que sea un paso coherente como tal. Entiendo que haya guionistas que lo hagan, por supuesto, pero no es mi caso.
- ¿Qué puedes decirnos sobre tu último trabajo, '478' con Arnold Schwarzenegger?
478 es un drama con espíritu de thriller. Es un guion que escribí “en spec” (seguro que en Bloguionistas han explicado muy bien este término antes) y que decidí moverlo en Los Ángeles. Tuvo muy buena acogida y en un momento dado surgió la oportunidad de que lo produjera Darren Aronofsky (Protozoa) y lo protagonizara Arnold Schwarzenegger.
Y así fue. La película se rodó el invierno pasado. La dirige Elliott Lester y la protagonizan también Scoot McNairy y Maggie Grace. No la he visto acabada todavía, así que no puedo opinar demasiado, pero parece que se va a estrenar en Estados Unidos en marzo, con el título de Aftermath.
Foto encabezado | El país. Gorka Lejarcegi.
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