Javier Fesser, tras su admirada 'El milagro de P. Tinto', y su odiada 'Mortadelo y Filemón', se ha atrevido con un drama cruel verdaderamente insoportable (entendiendo por esto que cumple perfectamente con su objetivo). 'Camino' es su título, actualmente en las carteleras, poniendo en evidencia a sus demás compañeras nacionales (en realidad está poniendo en evidencia al 90 % de la cartelera). Con motivo de su estreno, y también con la polémica que éste ha causado, Fesser nos ha concedido muy amablemente una entrevista.
- ¿Te has llegado a arrepentir de rodar 'Camino' por el aluvión de prejuicios con el que te estás encontrando?
Por cada crítica recibida, casi siempre desde la ignorancia y la intransigencia y por parte de quien ni ha visto ni verá jamás la película, tengo la suerte de conocer cientos de testimonios emocionados de quien ha comprendido todo el amor y cariño que en ella he puesto. Nunca me habían agradecido tanto el haber hecho una película. No sólo no estoy arrepentido sino que cada minuto que pasa estoy más orgulloso de cada fotograma de CAMINO.
- ¿A partir de ahora vas a hacer más cine que remueva algún pilar de la sociedad, como hace 'Camino'?
Espero seguir haciendo historias que construyan y que nos ayuden a todos a ser un poquito mejor personas. Y también espero poder hacerlo haciendo al espectador pasar un buen rato. Que a mí me gusta reírme como al que más.
- ¿Fue duro el rodaje de 'Camino'? Es decir, ¿era triste para el equipo contar una historia como ésta?
Nada triste. Fue muy emotivo, muy emocionante. Trabajamos con una materia prima muy sensible y tuve la suerte de conseguir la absoluta involucración personal de cada componente del equipo. Creo que se nota en cada detalle de la película
- ¿Por qué quisiste rodar la historia de 'Camino'?
Yo no elegí la historia. Me eligió ella a mí.
- ¿Cómo ha sido la relación con la familia de Alexia González Barros?
Difícil y distante. Yo entiendo perfectamente que para ellos todo esto no es fácil, pero estoy seguro de que en algún momento comprenderán que cuando hablo de su hermana con absoluta admiración admitirán que soy sincero y que lo hago con el corazón. Me he podido equivocar en muchas cosas menos en esa.
- ¿Hay también una crítica al sector sanitario de este país?
En absoluto. Hay un reflejo de la realidad, un retrato del desamparo y soledad del enfermo, que se ve obligado a dejar su vida en manos de extraños que suelen hablar un idioma que sólo ellos conocen
- ¿Crees que todo el público entenderá el doble juego de la palabra "obra" que se hace al final de la película?
Si porque la película lo explica. Además lo importante no es el juego de palabras sino la confrontación de sentimientos.
- ¿Tus influencias a la hora de enfrentarse a la puesta en escena de esta película?
La vida misma. He tratado de montar una puesta en escena lo suficientemente amplia y flexible para no perderme nada de lo que en cada momento pudiera ocurrir. Cuando recreas sentimientos tan extremos tienes que olvidar el storyboard. Parte de mi trabajo como director ha sido precisamente crear un ambiente donde la realidad pudiera ocurrir delante de la cámara.
- En cuanto a tu trabajo con los actores ¿qué fue lo más complejo? ¿La actriz protagonista, Nerea Camacho, fue difícil de dirigir?
Todos los actores de Camino dan vida a seres humanos, de carne, hueso y alma. La mayor dificultad ha sido precisamente que no aflorase el actor en ningún momento. Hemos trabajado muy especialmente los detalles y las cosas pequeñas. Lo más difícil aparece cuando no hay acción ni texto y sólo hay presencia y formas de mirar o respirar. Esos son los momentos en los que mas he aprendido como director y de los que más satisfecho estoy. Con Nerea todo fue sencillo y gratificante. Ella, como actriz enorme que es, ha dado a ésta película mucho más de lo que los cálculos más optimistas podían preveer.
- Ahora que has cambiado de registro ¿En cuál te sientes más cómodo? ¿necesitabas cambiar de registro para no encasillarte o que te encasillen?
Necesito cambiar de rollo para seguir creando y aprendiendo. Me aterra la idea de aburrirme a mí mismo. De todas formas espero recuperar en alguna ocasión la atmósfera y el tono de P.Tinto. Tengo la suerte de estar orgulloso de todo lo que hasta ahora he hecho, incluidas las bodas en VHS que me tuve que chupar en mis comienzos.
- ¿Crees que la polémica de la cinta puede influir a la gente a la hora de valorarla?
Menos de lo que parece. Al final hablamos de una película y de una historia de amor llena de emoción e intensidad. Lo demás es más anecdótico de lo que parece.
- ¿Crees que toda la polémica que está rodeando a la película, por su temática, le está ayudando positivamente a llenar las salas?
No creo. Es más, creo que la injuriosa y mentirosa contracampaña que habla de “película que ataca a la Iglesia” habrá alejado a gente que, si la hubieran visto, hubieran salido del cine anchos y felices.
- ¿Qué opinas de Internet como medio de distribución de películas como en el caso de 'Tiro en la cabeza'? ¿Lo ves como solución alternativa para luchar contra la bajada de espectadores en las salas?
Tratar de poner puertas al campo es un esfuerzo inútil. Estamos obligados a adaptarnos a la tecnología y a las nuevas formas de consumo. El estreno en Internet de “Tiro en la cabeza” me pareció una excelente idea que, además, lucha contra la injusta piratería.
- ¿Qué proyectos tienes para el futuro?
La verdad que me gustaría hacer una película de suspense. Pero musical.