Nacido en Argentina, Alejo Flah es un guionista que ha dado el salto a la dirección de largometrajes con 'Sexo fácil, películas tristes' tras haber rodado con anterioridad los cortos 'Taxi' y 'Vivir de negro'. Sin embargo, son más populares sus trabajos como guionistas en las miniseries 'Vientos de agua' y 'Tita Cervera. La baronesa', mientras que en la gran pantalla escribió el libreto de 'Séptimo' junto a Patxi Amezcua y en breve estrenará 'La espera' con Daniela Féjerman tras las cámaras.
Con motivo del estreno en España de la estimable 'Sexo fácil, películas tristes', que llegó a los cines argentinos el pasado 16 de octubre con el título 'El amor y otras historias', hemos tenido la ocasión de charlar con él tanto de su ópera prima como de otros temas. Más abajo encontraréis el resultado de dicha conversación.
- Creo que todo el mundo ha pensado en algún momento que su vida podría ser una película, pero, ¿qué te llevó a ti específicamente a querer contarnos una historia como la de 'Sexo fácil, películas tristes'?
Yo soy guionista, en principio siempre vivo en esa línea indefinida entre la realidad y la ficción, donde la vida y el cine se mezclan mucho. Supongo que también por eso, por haber vivido muy cerca del cine, me hice la pregunta que los que vamos mucho al cine nos hacemos: ¿Por qué mi vida no es como en las películas? Y en las comedias románticas mucho más, ¿por qué mis historias de amor no son como en las comedias románticas? Pues salió de forma quizá natural jugar con esta idea del amor en la realidad y el amor en una comedia romántica y ver qué pasa en los dos casos.
- 'Sexo fácil, películas tristes' es tu primera película como director después de muchos años como guionista, ¿por qué fue este el proyecto con el que has dado el salto a la dirección de largometrajes?
Pues porque sentía que iba a ser muy difícil explicarle a otra persona todo lo que quería hacer. El guión me gustaba mucho y la verdad es que no lo quería soltar. Por suerte, hubo productores que confiaron en mí y después tuvimos un reparto excelente que también confió en el guión y en mí para dirigirla, así que supongo que fue eso, que esta era para mí y que iba a ser muy difícil esta cosa de las dos ciudades, que yo las conozco y las entiendo muy bien. No mucha gente vive tan entre Madrid y Buenos Aires, ya empezando de ahí y muchas otras cosas más que nunca hubiera podido explicar a nadie.
- Imagino que 'Sexo fácil, películas tristes' tendrá muchos detalles autobiográficos, sobre todo el personaje de Ernesto Alterio.
Pues cuando me preguntan esto yo ya últimamente digo una cifra, que es un 38% autobiográfica. No sé, creo que la película juega también con la idea de que toma cosas de la realidad y al escribirlas las transforma en algo distinto. Y seguro que la película eso también, así que habrá cosas mías en el personaje de Ernesto, pero en todos los demás también, porque todos los escribí yo. Puede haber cosas mías hasta en el personaje de Bárbara Santa-Cruz, que a priori no tendría nada que ver conmigo. Y en el de Ernesto claro, es un guionista argentino además, pero no creo que eso defina lo autobiográfico, porque la realidad y la ficción son muy distintas, que eso es de lo que habla la película.
- Una cosa que llama la atención de 'Sexo fácil, películas tristes' es que la premisa recuerda más a películas más modernas como 'Más extraño que la ficción' (Stranger Than Fiction) o 'Ruby Sparks', pero el tono trae más a la memoria a comedias clásicas de directores como podrían ser George Cukor o Howard Hawks, ¿cuál dirías que ha sido más tu referente?
La verdad es que a mí el cinismo me tiene un poco cansado. Entonces no quería reírme de eso, quería hacer una comedia romántica con todos los elementos que la distinguen y emocionar y mostrar las ciudades como aparecen en las comedias románticas. Los protagonistas que vivan en pisos que nunca se podrían pagar y demás, pero a la vez creo que es un inevitable que a la hora de abordar un género a esta altura tenga una mirada personal sobre él.
En cuanto a referentes te diría que son muchos, aunque a mí hay una película sobre un guionista que me encanta, 'Los viajes de Sullivan' (Sullivan's Travels) de Preston Sturges, pero a la vez es muy bonito cómo la comedia romántica siempre se va retomando desde los mismos lugares. Si uno piensa, 'El apartamento' (The Apartment) y 'Cuando Harry encontró a Sally' (When Harry Met Sally) acaban igual, y es el comienzo de esta película también: Un personaje que en fin de año va corriendo por la ciudad. Quería retomar algo de eso y llevarlo a un terreno quizá más cercano.
Y me parece que en los 90, que coincidió con mi adolescencia, que es un momento en el que uno se forja mucho como espectador, hubo directores como Cameron Crowe, Richard Linklater o Kevin Smith que tomaron la comedia romántica clásica y la llevaron a un lugar nuevo. Creo que un poco se mezcla todo eso y me gusta formar parte de esa tradición también.
- Como guionista has colaborado anteriormente con otros directores y seguro que algo has ido asimilando de ellos, ¿de quién dirías que aprendiste más?
Pues la verdad es que con todos siempre aprendes algo. A mí, aunque los guionistas nunca tienen nada que hacer en un rodaje y son personajes que molestan, me gusta ir, porque veo cosas e intento aprender. Lógicamente con Campanella, que fue de los primeros con los que trabajé, aprendí mucho en la manera de narrar, en la manera de manejarse con el equipo también y demás, pero creo que me llevado algo de todos.
- ¿Qué fue lo que te hizo decidir que Ernesto Alterio, Marta Etura o Quim Gutiérrez eran los actores adecuados para tus personajes?
Yo creo que ahí primero hay un punto de pensar que son los mejores de su generación, y por otro lado hay un punto casi irracional en el sentir de yo a este lo veo para esto. Yo cuando pensaba en Carlos Areces para el papel del amigo de Quim me decían que Carlos hasta ahora siempre había hecho cosas más raras y extravagantes, vestido de mujer y esto y lo otro. Decían que no iba a ser creíble de tipo normal, pero uno a veces tiene que fiarse de sus intuiciones. En este caso salió genial porque Carlos está increíble en la película y todo están muy bien.
Se dio que son muy talentosos, que entendieron perfectamente sus personajes y además son gente muy agradable con la que trabajar y eso para mí era fundamental en una primera película. Y así se ha dado, que empezamos la película y terminamos siendo amigos.
- Uno de los posibles problemas del guión es que tuviste que equilibrar un tono más realista con otro más, por así llamarlo, cinematográfico, ¿fue muy complicado encontrar el punto de encuentro para que encajasen bien?
Fue reflexionado, no sé si fue difícil, pero lo que sí fue importante era encontrar un punto medio, porque si uno se pasaba demasiado en la diferencia entre un material y otro, iba a ser como un cachetazo al espectador cada dos o tres minutos. Era un punto en el que haya una diferencia tanto de ritmo como de modo actuación, de luz, color y encuadre, pero sin pasarse para que no sea un cliché como que el pasado es en blanco y negro y el presente es en color. En ese sentido sí que trabajé muy cerca con todo el equipo y fue muy interesante encontrar ese punto de similitud y diferencia.
- Actualmente, al menos en España, parece que las comedias parece que despiertan más interés que nunca entre el público, ¿a qué crees que puede deberse ese aumento en su popularidad?
La lectura más fácil sería decir que en un periodo de crisis la gente busca lo contrario. De hecho, yo me había puesto en la primera página del guión una frase de Billy Wilder que decía que en las épocas en las que estaba triste escribía comedia y en las épocas que estaba feliz le salían dramas. Intento compensar inconscientemente mis estados de ánimo y supongo que hay algo de eso. Esta película no es una comedia pura, es una comedia que también tiene drama y es una comedia romántica que a la vez no tiene romanticismo en algunos momentos. A mí me gusta eso, las películas que, como la vida, se van transformando y no tienen un género único.
- Una cosa que me ha llamado mucho la atención es que la película se titula 'El amor y otras historias' en Argentina y en España 'Sexo fácil, películas tristes'. Es un cambio muy grande en lo que transmite uno y otro título, ¿por qué esa diferencia?
Pasa mucho. Por ejemplo, 'Wakolda' aquí se llamó 'El médico alemán'. Yo creo que era Oscar Wilde el que decía que Estados Unidos e Inglaterra eran dos naciones separadas por una misma lengua y creo que entre España y Argentina pasa lo mismo. El título es 'Sexo fácil, películas tristes', pero en Argentina a todo el mundo le resultaba muy raro, muy incómodo y demás. Además, la distribuidora allí era Disney y se optó por otro título. Yo creo que el que mejor refleja es el título de aquí, es con el que yo me siento cómodo. Creo que, aunque parece que no, hablamos dos idiomas distintos. Yo después de tanto vivir acá digo que a estas alturas ya soy bilingüe.
- Por último, ¿qué dirías al público para que se animase a ver 'Sexo fácil, películas tristes'?
Creo que las comedias románticas nos hacen sentir de una manera bastante especial. Yo me acuerdo, por ejemplo, de la primera vez que vi 'Annie Hall' o la primera vez que vi 'Cuando Harry encontró a Sally' y después las volví a ver muchas más veces. Ese estado de ánimo creo que nos hace sentir más acompañados y eso no es poco a la hora de ir al cine.
- Muchas gracias, Alejo.
Gracias a ti.
En Blogdecine | 'Sexo fácil, películas tristes', escribiendo tu propia historia de amor
Ver 1 comentarios