'El desconocido' (2015) es la ópera prima de Dani de la Torre, un thriller de acción español, protagonizado por Luis Tosar, Javier Gutiérrez y Elvira Mínguez entre otros, filmado íntegramente en A Coruña, y cuyo estreno se ha saldado con el más visto esta semana, haciéndose con el tercer lugar del top ten taquillero, actualmente en el segundo. Tuve la oportunidad de entrevistar a su director, y hacerlo de una forma muy peculiar, en su coche mientras circulábamos por los lugares de filmación del film.
Una hora y veinte minutos de la que aquí os traigo lo más destacable. Cuidado los que no habéis visto aún la película, se habla sobre determinados detalles argumentales que desvelan ciertas partes de la trama.
- ¿Por qué Tony Scott? (el film tiene un agradecimiento final que reza "al maestro Tony Scott")
Qué cabrón (risas). Tony Scott para mí es una referencia, me gusta mucho la puesta en escena, lo honesto que es con las historias. Cuando vas a ver una película de Tony Scott sabes lo que vas a ver, es decir, vas a ver una película frenética, en la que los personajes siempre van al límite; que tiene una puesta en escena brutal, quizá a veces demasiado para lo que es la historia. Pero sus películas tienen un alto contenido de entretenimiento, a mí siempre me gustó mucho por eso. También por la importancia que le daba en sus películas al montaje. Creo que es un director muy virtuoso en eso.
- Virtuoso, y que en España no hay “imitadores” de su cine ¿no?
No, es muy difícil, quizá a lo mejor, lo más cercano que tenemos en España a Tony Scott sea Collet-Serra, o incluso Rodrigo Cortés. Bueno, cada uno tiene su estilo; pero sí que me recuerda a ese tipo de cine que yo veía de chaval, ya no sólo en Tony Scott, sino en los anteriores, en Frankenheimer, por ejemplo. Directores trepidantes en secuencias de persecuciones de coches, recuerdo la de ‘French Connection’, de Friedkin, que en realidad son los precursores de estos directores que luego surgieron.
- ¿Cuánto cambia ‘El desconocido’ desde que la querías hacer hasta que la terminas, el tono de thriller siempre estuvo claro desde el principio, añadiste cosas, las quitaste?
Cuando ya planteé esta película a VACA Films, la película iba a ser más contenida. El coche no iba a estar tanto en movimiento, iba a ser en un sitio donde no se pudiera mover casi toda la película. Pero cuando avanzamos en la trama, en la historia, yo quería hacerla toda en movimiento, sin parar; y claro, también era muy complicado porque en un momento de la película el coche tiene que parar, tienen que detenerle, era casi imposible en una ciudad tan pequeña como ésta, que esto no es Manhattan en New York. Tener un coche en continuo movimiento sin que le cojan, es más difícil para la credibilidad de la historia.
La historia empezó con el germen de un tipo en su coche con sus niños pasándolo mal, y a partir de ahí empezó a convertirse en una especie de road movie, con la intervención de la policía, de la familia. Luego la puesta en escena empezó a provocar grandes momentos de acción, de persecuciones, que a mí, como director, es lo que más me gusta rodar.
- ¿Se fue reescribiendo según lo filmabais?
Bueno, el guion estaba bastante cerradito cuando llegó. Cierto es que cuando adecuas la película a las localizaciones que tienes, tienes que ir reescribiendo cositas, pero lo que es la dinámica de la historia estaba muy bien plasmada por Alberto (Marini). Fue más que nada una adaptación visual, no tanto de diálogos ni de mecánica de historia. Sí que es cierto que hubo secuencias que crecieron mucho, por ejemplo, en la plaza de Vigo cuando le detiene el helicóptero, eso no estaba en el guion. O por ejemplo la del trasatlántico, cuando Javier Gutiérrez se sube al coche. Eso todo creció a media que íbamos localizando y rodando.
- ¿El tema de la denuncia social también estaba incluido o al principio era un thiller con un loco que pone una bomba, etc, etc?
Eso fue bastante controvertido, porque definir al malo, el villano, fue uno de los grandes problemas que tuvimos durante la elaboración de toda la película. Nosotros lo que no queríamos es que fuese un villano de manual, un villano americano, típico malo malísimo, como por ejemplo en 'Última llamada’, que ni siquiera sabes quién es, que lo único que hace es machacar al personaje principal, tiene múltiples razones para hacerlo, pero da igual quién es. Aquí no, aquí el personaje me gustaba que fuese una persona normal, que fuese uno de nosotros, que no fuese ni un agente de la DEA, ni un policía retirado, ni un loco de manual, sino un tipo normal. Decidimos que fuese un ingeniero de minas, por acercarlo un poco al tema de los explosivos, pero realmente podría haber sido cualquier persona que, con un poco de maña, podría haber hecho el explosivo.
- ¿Y ahí tuviste algún tipo de reticencia por parte de los productores?, porque hacer que el público pueda simpatizar, entre comillas, con el villano de la película puede ser algo muy polémico.
Hubo controversia, y cuando hablamos en las reuniones de guion que tuvimos con atresmedia, VACA, todos juntos, porque fue un guion muy participativo en el que todo el mundo aportaba su visión. Yo lo que no quería era crear una no conexión total, un yidahista tarado o algo así, que la gente tuviese claro que el personaje bueno era el de Luis. Yo lo que quería es que fueran personajes muy parecidos en dos situaciones muy diferentes de sus vidas, es decir, el personaje del desconocido pudo ser alguien que tenía una vida muy parecida a la del personaje que interpreta Luis, y que por culpa de éste le jodieron la vida para siempre. Pudieron haber sido intercambiables, eso es lo que me molaba de los personajes, que los dos pudiesen haber sido el otro. Los dos son padres, los dos tuvieron problemas con sus mujeres, los dos tenían una vida muy parecida.
- ¿Desde el principio tenías claros a Tosar y Gutiérrez?
Tosar seguro. Gutiérrez sale de una decisión de Yolanda Serrano y Eva Leira, directoras de casting, que estaba en la terna él. Vi las pruebas que había hecho para ‘La isla mínima’, que de aquella aún no se había estrenado, y me quedé impactado, es un actor que me gusta muchísimo, y creo que es el ideal porque quizá Javi es como más entrañable que Luis, que tiene un look como más agresivo, con una mirada superpenetrante. Javi tiene como un físico más débil, pero en el fondo tú ves que tiene algo muy oscuro escondido.
- ¿Aportaron ambos actores cosas que no estaban en el guion, les dabas libertad? ¿Eres un director estricto?
Suelo dejar libertad dentro de mi control, quiero decir, yo puedo permitir que si hay cosas que mejoran la trama, cosas que surgen, que salgan, pues yo lo dejo, luego tenemos el montaje para quitar; pero realmente ellos aportaron muchísimo. Hay frases, hay momentos de la película… incluso hay frases de guion que no dicen, que con una mirada se arregla.
- ¿Alberto (Marini) estuvo presente todo el rodaje?
No todo, pero yo le consultaba todo. Yo con Alberto me llevo muy bien, tengo un diálogo muy fluido con él, nos hicimos colegas a raíz de esto, entonces todas las dudas que tenía de guion, o cambios que iba haciendo, que no funcionaban, los hacía y luego se los consultaba. Alberto es un guionista atípico, porque es un guionista que también dirige, ha hecho ‘Summer Camp’ ahora, ha producido ‘Los últimos días’, la película de los hermanos Pastor; entonces es un tío que está en el medio, que sabe los problemas que existen, las cosas que funcionan y las que no, trabajó muchos años en Filmax, está muy curtido en esto. Fue fácil la colaboración con él, otros guionistas son mucho más estrictos, pero todos saben que para mí lo que sale en el rodaje es único, es decir, por mucho que esté escrito, si no queda bien, si no hay verdad, es mejor quitarlo o modificarlo.
- ¿Hay alguna escena en la que haya pasado eso precisamente, el encontraros con una determinada situación que en imágenes no funcionaba?
Sí, hubo varios momentos. Por ejemplo, la secuencia en la que habla con el banco, con su mujer, con el coche parado al lado del acuario. Ahí el diálogo con el banquero era mucho más largo y explicaba demasiado lo de las preferentes, y a mí era una cosa que me daba igual, porque la gente cuando ve esta película le importa una mierda si los tipos de interés van al 8 o al 9. Esto no es ‘Margin Call’, una película técnica sobre una estafa y un fraude. No nos funcionaba, yo estaba chinado (enfadado), había cien mil frases que me sobraban en la película, entonces tuvimos que replantearlo, hablé con Luis y opinaba lo mismo, que la parte técnica nos frenaba un montón. Luis es una persona muy inteligente, conoce todos los procesos y sabe realmente cuando vamos bien de ritmo. Escucha el latido de corazón de las películas, y eso es fundamental para que un director justifique decisiones. Luis es el eje de la película y me gustaba hablar las cosas con él, aunque yo tomara mis decisiones después, pero me gusta comunicarlas. Es un tío que improvisa muy bien y lo hace todo perfecto.
En la escena de las llamadas al banco, la película entra en un valle, y el valle puede ser demasiado largo. Ahí sí que hubo modificaciones de guion, para hacer mucho más ágil esa conversación con el banco, y poder agilizar la trama y el resto de conversaciones con otros personajes.
(Mientras me muestra por dónde iba el coche, para luego torcer)
Toda esta parte la rodamos con un dron, uno de los grandes descubrimientos de la película, muy estable, dando unos planos muy buenos. Lo bueno del dron es que puede salir de un primer plano y acabar en un plano general. Un inventazo.
A mí me gustaba que todo ese momento con la niña echándole la bronca, el niño herido, estuviese con el mar presente, que fuese turbulenta la cosa, la marejada fuera y la marejada dentro. Me gusta mucho el agua en las pelis, y la verdad es que este sitio me gusta mucho porque la ciudad sigue ahí, presente, y el mar también.
- ¿Tuvisteis problemas con nuestro cambiante clima gallego?
Como sabes aquí hace sol, llueve, hace frío y calor, todo en una hora. Pero hablando con Josu (Inchaustegui), queríamos que el look de la película fuese muy frío, un poco inhóspita de color, elegimos el color verde un poco por eso, porque Galicia es verde. También tuvimos suerte, no nos llovió demasiado, no tuvimos un clima complicado, tuvimos algunos momentos difíciles pero vino bastante buen tiempo en esa época de rodaje, y la verdad es que no nos marcó demasiado.
- ¿Algo que tuvieras ganas de mostrar y se quedó en la sala de montaje o que no pudieras filmar?
En la sala de montaje te puedo asegurar que se quedaron muy poquitas cosas. Sí creo que la película necesitaba unos días más de rodaje, para mi gusto. Toda la parte del trasatlántico se rodó en tres días, íbamos muy comprimidos de tiempo, con la caída del coche, el rescate de Luis, escena que hice en dos horas. Cuando ruedas así de rápido echas de menos más tiempo para rodar algunos planos más. Fue una película muy compleja porque lleva todo tipo de aparatos, cámara submarina, dron, la cámara que gira dentro del coche. Esos aparatos son muy caros y teníamos poco tiempo de rodaje. Al final creo que se hizo una hora extra en el calendario de rodaje.
Yo quería que en esta película lloviese todo el tiempo, desde el minuto uno hasta el 93, que estuviese lloviendo sin parar, a lo ‘Black Rain’ –“Riiiiidley Scott”, le digo para tocarle un poco los huevos−, pero sólo esa decisión hubiera doblado el presupuesto de la película, habría que meter cañerías, etc. Sería algo único, pero al final estamos en España, los presupuestos se reducen, y con eso se pasaba de una película de dos millones de euros a una de cuatro. Pero tengo esa espinita clavada, algún día haré una con lluvia todo el metraje.
Un thriller de acción puro y duro, spanish
- Para los americanos hacer un film de estos no les dice nada, pero en España, casi siempre con otro tipo de films, no estamos tan acostumbrados a los thrillers de acción. En un cine patrio en el que nos falta capacidad de autocrítica, y nos miramos demasiado el ombligo, te encontrarías con dificultades a la hora de plantear un thriller de acción a lo americano. Siendo además una ópera prima.
Mira Alberto, tuve más reticencia de la prensa, de los críticos –“es que los críticos somos una muy mala especie”, le digo− , incluso la propia Warner era muy reacia cuando les llegó el guion, “¿¿un thriller de acción rodado en La Coruña??”, complicado. Si lo piensas, a priori hay que andar con pies de plomo. El problema a veces es que tenemos demasiados prejuicios con nosotros mismos, estamos demasiado acomplejados. Yo creo que lo bueno que tiene el cine español de ahora es que afronta todos los géneros, se están haciendo películas de todo tipo, desde ciencia ficción hasta comedia, drama, acción, thriller. Yo creo que hay directores que están proponiendo películas muy buenas, diferentes, abordando tantos géneros como se abordan en otros países, y con mucho menos presupuesto que tienen las películas americanas. Nosotros en el punto de acción estamos en la clase media, ese tipo de películas que veíamos cuando íbamos al videoclub, películas de Richard Donner, de McTiernan. Eso se ha dejado un poquito de lado en Estados Unidos, donde todo es o indie o blockbuster a lo bestia.
- ¿No crees que el camino del cine español es precisamente este tipo de películas para salir de esa especie de prejuicio social que existe hacia nuestro cine? ¿No crees que VACA Films es la empresa que lo tiene más claro?
Por supuesto, es una de las empresas más grandes de este país y una de las más reputadas, y de las que más claro tienen el cine que quieren hacer. Aquí hay una problema que es más de la prensa y los críticos –empiezo a pensar que de un momento a otro me tira del coche en marcha por ser crítico− que de la propia industria. Parece que el cine español si es bueno no tiene que ser industrialmente rentable, y yo creo que las dos cosas tienen que ir de la mano. En cuanto el cine y la industria se abracen, España será una superpotencia.
- Un inciso, vamos por donde se realiza el plano secuencia que recuerda al de ‘La guerra de los mundos’. El espectador cinéfilo tendrá la sensación de que te lo pasaste pipa filmando esa secuencia, ¿es verdad?
Lo pasamos en grande. Y fue complicado, el paseo marítimo dura lo que dura de largo, fue hecho en tres tramos, y es mi homenaje a Spielberg y ‘La guerra de los mundos’; el director de fotografía, que había hecho muchas películas, era la primera vez que hacía algo así, entonces fue un reto para todos. Creo que quedó un plano muy chulo para los medios que teníamos. A ver, Spielberg tuvo seis semanas para filmar su plano, nosotros lo hicimos en un día.
(Cambiamos de tema al presupuesto y el tipo de película)
Yo creo que ahora hay muy pocas excusas, se debe hacer todo tipo de cine. El error viene cuando hacemos todo igual, y que la autoría de ciertas películas vaya a otras cinematografías. Mucha gente piensa que el cine español no puede ser de acción. El cine es universal. ¿Si copias y bebes de Spielberg está mal y si copias de Tarkovsky está bien? Todo el mundo tiene su estilo y todo el mundo debe beber de las fuentes que le inspiran, punto. –“Bueno, yo creo que a Spielberg lo tiene como referencia el 99’99% de directores actuales” es mi apoyatura a ese ZAS de Dani−.
- ¿De quién es la idea de la película?
La idea es mía, se la presento a VACA Films, que estaban con otros proyectos, como ‘Invasor’, ‘El niño’, ‘Extinction’, entonces me dejaron un poco de lado, normal. Yo estaba desesperado, sinceramente. Lo que realmente me sorprendió de VACA Films es que tardaron un montón en dar luz verde al proyecto, pero cuando lo hacen se meten a cañón, y cuando se meten quieren que sea lo mejor, y eso para mí fue algo maravilloso. Todo era que sí, y yo alucinaba, en mi vida me había pasado cosa igual. Emma (Lustres) me dijo: “Tú, Dani, sueña, hazlo lo más grande posible que luego ya veré cómo pago todo esto” (Hacemos una parada porque le digo que es una de las cosas más bonitas que un productor le puede decir a un director). Para mí fue un subidón, claro.
- ¿Tosar está en el proyecto desde el principio?
Me faltó contarte una cosa, cuando yo estaba esperando, yo le mandé el tratamiento a Tosar, sin que Alberto Marini estuviera aún incorporado. Le pedí que lo leyera y que se involucrara en él, ya que no lo concebía sin él. Tenía como 30 guiones que leer, tardó unos meses, ya que Luis es un tipo muy ocupado (doy fe de ello…) y un día conduciendo recibo una llamada suya y me dice: “Dani ¿qué mierda me has mandado?” (risas) “¿Tan mal está?” le pregunto, “Qué va, tío, mola la hostia, está de puta madre esto, joder, qué subidón me dio al leer esto, ¿y cómo está este proyecto? ¿lo llevan Emma y Borja, no?” Tosar llama a Emma (Lustres), ella me llama a mí y aprovechamos ese momento de subidón llamando a un guionista. Marini se mete en el proyecto al conocerle en Sitges, y a partir de ahí se escribe el guion.
- Tras ver la película dos veces (a estas alturas ya van tres) creo que personajes como el de Elvira Mínguez, más allá de lo dibujados o no que estén sobre el papel, lo define sobre todo el trabajo de la actriz. ¿Tuviste que luchar por los actores? (Justo en ese momento casi chocamos con otro coche, lo cual habría sido muy, muy irónico)
No tuve que luchar. La propuesta del cast era de Eva y Yolanda. Ellas hicieron una primera propuesta, se hicieron varios casting para el personaje de Elvira, el de Goya, para casi todos los papeles importantes. Con el personaje de Elvira tuvimos una duda, había dos tipos de personaje, o la hacemos jovencita y novata en el cuerpo, con su primer caso importante, o la hacemos veterana, de vuelta y media de todo, y que tenga problemas con su compañero. Los iba a tener igual, evidentemente, por novata o por veterana. O por mujer y hombre, sinceramente. Hicimos varias pruebas, de joven y de mayor, con varias actrices. Yo vi todas las pruebas y la única que me sacó una lágrima fue Elvira Minguez. Es algo que no puedo explicarte, cuando la vi agacharse y hablar con los niños, vi que era ella, tío. Me daba seguridad, y creo que fue un gran acierto. Cuando tuvimos ese personaje adjudicado hicimos las pruebas para el policía Espinosa, y a mí Fernando Cayo es un actor que me gusta muchísimo, tiene ese punto cabroncete, ese punto cañí, duro. También fue otro flechazo.
La única duda que teníamos era elegir al actor que tuviese contra las cuerdas a Tosar durante 90 minutos, algo que no es nada fácil. Hay pocos actores en este país capaz de hacerlo, y uno de ellos es Javier Gutiérrez, ya no sólo porque es un grandísimo actor, sino porque también está en un momento absolutamente maravilloso, profesionalmente hablando.
- ¿Rodaste siguiendo el orden de la película o teníais un diario de rodaje concreto?
El rodaje se intentó hacer en continuidad. Parte se pudo hacer y parte no. De hecho el primer día de rodaje empezamos con una de las secuencias más difíciles de la película, que yo no estaba muy de acuerdo, pero que, por culpa de cortar las calles, etc. tuvimos que hacerlas un domingo forzosamente, aquella en la que el niño está herido y Luis se pone a llorar dentro del coche. Esa secuencia y la mitad de la escapada de los policías, se tuvo que hacer en un día, y fue el primer día. Y claro, dije yo, si esto sale bien, la película va a salir bien.
- Te pregunto lo de la continuidad porque habrás tenido que mantener el estado psicológico de los personajes, que supongo sería algo difícil.
Para mí fue el gran reto, lo que más sueño me quitaba, mantener la continuidad emocional de los actores. Mantenerlos a todos ellos en ese estado durante seis semanas, que en pantalla no son más que unas pocas horas, fue tremendamente complicadísimo.
- ¿Alguna secuencia que te diera auténtico dolor de cabeza?
Sí, sí, por ejemplo, cuando la primera bomba explota hasta la siguiente parada del coche, ahí mantener la continuidad emocional de los chavales fue muy duro. El primer día ves la bomba y la sientes, pero al día siguiente no la ves. Fue muy complicado emocionalmente, sobre todo porque hablamos de dos niños inexpertos. Con Luis vas muy bien porque es muy seguro, pero con niños... Que conste que lo hicieron muy bien y se esforzaron muchísimo, sobre todo la niña que creo tiene un talento espectacular, pero sí que fue muy costoso. Ahí también tuve la ayuda de una entrenadora de niños. Cuando debes ponerte duro y contar las cosas como son no me siento a gusto. Fue complicado.
- Aparte de un taquillazo ¿qué esperas transmitir, como autor, como director, como artista, como lo que quieras?
Hombre mira, yo principalmente lo que quiero es que la gente se lo pase en grande, que estén pegados a la butaca durante 95 minutos. También que se hable de la película al terminar de verla, que haya controversia, que se opine de muchas cosas. Que haya una historia detrás del entretenimiento, una historia de personas y de cómo son esas personas, y de lo que realmente importa, los seres humanos, la gente que te rodea. No sé si te pasaba a ti cuando veías ciertas películas en la tele hace años y al terminar tenías ganas de llamar a tu gente, de hablarles, de darles un abrazo, no sé. Me encantaría que un padre al terminar de ver esta película tuviese ganas de abrazar a su hijo. He visto reacciones de muchos padres al ver la película, lo que sientes por un hijo es algo indescriptible y sólo los que tienen hijos lo saben. Esta película tiene algo de punto de encuentro, de reconciliación con nosotros mismos.
- El tema de la denuncia social ¿hubo algún momento de estar tentado de hacerlo mucho más sangrante?
Sí, sí, hubo un momento en que sí. Estuve tentado ¿pero sabes qué pasa? Lo que me interesaba realmente en esta película era contar una historia humana, una historia de dos personas que tomaron malas decisiones, uno antes, otro después, personas que le joden la vida a las personas, esta es la base de esta película, lo que más interesa es esto, no deja de ser un western entre dos tíos, la historia de una venganza, un tío que le hace daño a otro que se lo hizo antes. A lo largo de la historia de la humanidad ha pasado siempre. Por eso más que criticar la ingeniería financiera, que también está ahí, y todo este sistema de engaños bancarios, lo que me interesa son las personas y lo que hacen, a sabiendas, otras no, para lograr sus objetivos. Creo que esto es lo más importante de la película y lo que hiciese reflexionar un poquillo a la gente.
- Y si no, siempre está ‘El desconocido 2’ para hacerles reflexionar ¿no? (hacemos bromas sobre una posible saga, ambientada en un barco, en un tren con afectados por las preferentes, desahuciados, etc)
La segunda parte no, pero me atraen un montón las películas de venganzas y que muestran realmente la naturaleza humana. Me llama muchísimo la atención. Supongo que la siguiente película irá por ahí también.
- ¿Se puede comentar algo de tu siguiente proyecto?
Bueno, ahora lo único que puedo decir es que será un thriller, que tendrá una carga de profundidad social importante. Estamos trabajando Alberto Marini y yo en ella, aún es un germen y no puedo decir nada más.
- ¿Te has encontrado con alguna interpretación de la película, alguna lectura política, moral etc, en la que no habías caído?
He leído alguna crítica que definía claramente al bueno y al malo, y me ha llamado la atención porque pienso que en esta película no hay ni buenos ni malos, que se ve claramente que son dos personajes tocados. Es difícil empatizar con el personaje de Carlos porque ha hecho cosas muy malas, y el otro personaje tiene mucho valor al decir lo que dice y hacer lo que hace. A lo mejor, en su pellejo, haríamos lo que hace él. ¿Qué pasa? Que él se atreve a hacerlo y los demás no. Aquí se pasa de víctima a verdugo, y viceversa, continuamente. Ambos han hecho daño a mucha gente, directa e indirectamente, uno antes y otro después.
(Tras charlar un poco sobre la relación cine/internet, en la que nos queda claro que Internet es ya el presente, que es muy demócrata, un invento maravilloso que hay que aprender a utilizar y valorar, pasamos a las influencias que ha tenido en el rodaje de ‘El desconocido’ y que van desde Spielberg a Michael Mann, Alfonso Cuarón, Coppola y Scorsese, y de ahí a la tentación de Hollywood, a lo que me responde que le encantaría hacer películas allí donde haya una buena historia, sea aquí o en China.)
- Con toda la cantidad de talento que hay en nuestro país, a pesar de que muchas voces no se oyen, ¿qué le dirías a todos esos directores que están como estabas tú cuando hacías cortos?
En el cine, como todo, es una mezcla de suerte, talento y tesón. Luchar muchísimo, tienes que ser muy pesado, para que las cosas se lleguen a hacer. Para todo y saber contagiar tu entusiasmo. Pero no sólo pasa en cine, tú vas a sacar un libro en breve y supongo que también tienes que hacerlo. Que sigan luchando que un día la puerta se va a abrir, y si no, hay que derribar esa puerta como sea. Si las estrategias no te funcionan para hacerlo, pues cambia de estrategia. Lo que sea. Incluso tener la sangre fría de aceptar que no es el momento y hay que esperar.
- Gracias por tu tiempo, Dani. Sí, es un topicazo.
(Risas, seguimos de cháchara, pero de una forma mucho más informal)
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