Se estrenó el pasado 29 de noviembre y apenas 10 programas después, Ruffus & Navarro se encuentra ya en la cuerda floja. Era una de las mayores apuestas para las noches de Televisión Española y se ha quedado en un intento frustrado de recuperar la perdida gloria de Pepe Navarro.
El público no responde tan bien como TVE esperaba y la continuidad se ve amenazada por la sombra del share. La semana pasada se quedó en el tercer puesto (y último) de los latenights con menos de medio millón de espectadores.
Si no convence a nadie, ni a público ni a crítica, ¿cómo es que dura tanto? La única respuesta que tengo es el "orgullo" de TVE. Navarro ha declarado que hacer un programa de máxima audiencia en una cadena pública es difícil.
Pero yo creo que se equivoca de punto de vista porque en estos momentos la única cadena en la que podría encajar es precisamente en una televisión anclada en el pasado.
