En los últimos 30 años han cambiado muchas cosas. La IA ha irrumpido en nuestras vidas abriendo paso a un futuro incierto, las plataformas de streaming han comido buena parte de la tostada a las salas de cine y pagar un alquiler es más difícil que nunca, pero hay cosas que permanecen inalterables, como el hecho de que el 99,9% —cifra estimada a ojo— de los estudiantes de cine tienen un póster de 'Pulp Fiction' en su habitación.
Ya han pasado treinta primaveras desde su estreno, y la segunda película de Quentin Tarantino continúa siendo objeto de devoción por cinéfilos de todos los tipos y con filias, en ocasiones, casi opuestas. Para celebrar su treintena, vamos a recopilar un buen puñado de curiosidades que, sin duda, enriquecerán el siguiente visionado —porque sabes tan bien como yo que volverás a verla tarde o temprano—.
Índice de Contenidos (18)
- La llamada
- Confeccionado a medida
- Una pasta gansa
- El tarantinoverso
- El descarte
- Konexión —con K de Kill Bill—
- ¡Qué nervios!
- Copiando hasta pasos de baile
- Homenajes en código
- Homenajeando... y reciclando
- Bad MotherF*cker
- Bombas F a go-go
- La cabeza
- El diablo está en los detalles
- El embarazo (o no)
- El lapsus
- La tirita
- Un año inolvidable
La llamada
Uno de los temas de conversación más populares desde que se estrenó 'Pulp Fiction' gira en torno al caótico proceso de formación de su reparto, plagado de cambios de planes, irrupciones inesperadas e, incluso, súplicas como la que Quentin Tarantino tuvo que hacer a Uma Thurman.
La actriz era reticente a interpretar a Mia Wallace, llegando a rechazar el papel, así que Tarantino se puso pesado y leyó a Thurman el guión página a página vía telefónica hasta que obtuvo un sí por respuesta. No sé muy bien si esto es perseverancia o, directamente, ser un brasas.
Confeccionado a medida
No son pocos los personajes que Tarantino escribió con un intérprete concreto en mente. Por ejemplo, Winston Wolfe, más conocido como el Sr. Lobo, se moldeó específicamente para Harvey Keitel —con quien el director ya había trabajado en 'Reservoir Dogs'—, y Jules se creó para que Samuel L. Jackson y su pelo afro lo llevasen a la pantalla.
No obstante, la jugada casi le sale mal, porque Paul Calderón —'Teniente corrupto', 'The Addiction'— hizo una prueba de casting lo suficientemente buena como para que la participación de Jackson peligrase. Cuando el bueno de Samuel se enteró, voló a Los Angeles para hacer una nueva prueba para asegurar el papel... y para dejar a Calderón el papel secundario de Paul.
Una pasta gansa
Desde el inicio de su proceso de producción, y sobre el papel, 'Pulp Fiction' estaba concebida como una producción relativamente modesta. Su presupuesto inicial fue inferior a los 8 millones de dólares, y terminó alcanzando esa cifra cuando se subió al barco un Bruce Willis que continuaba siendo un seguro para la taquilla internacional —en Estados Unidos no estaba en su mejor momento, todo sea dicho—.
De esos 8 millones, 5 se fueron única y exclusivamente a pagar al reparto estelar del largometraje —quien algo quiere, algo le cuesta—, pero no necesitó tan siquiera estrenarse para resultar rentable, ya que la venta de derechos de distribución global se cerró en 11 millones de dólares. Cuando llegó a cines, el montante total fue de 213,9 millones, así que podemos decir que 'Pulp Fiction' fue un negocio redondo.
El tarantinoverso
Cuando empezó a especularse sobre cuál sería la décima y, a priori, última película de Quentin Tarantino y 'The Film Critic' salió a la palestra —para que luego el director desmintiese todo—, se habló sobre que conectaría definitivamente un universo cinematográfico que se ha estado cocinando desde un ya lejano 1992 en el que se estrenó 'Reservoir Dogs'.
Por supuesto, 'Pulp Fiction' no está exenta de conexiones con el resto de títulos de la filmografía tarantiniana, y estos incluyen al Capitán Koons de Christophel Walken, que sería descendiente de la familia Koons de 'Django desencadenado' u otro peculiar lazo de sangre que pudo derivar en una producción frustrada. Te lo explico en el siguiente punto.
El descarte
Volviendo a 1992, en 'Reservoir Dogs' encontramos al Sr. Rubio, que fue interpretado por Michael Madsen y cuyo nombre real era Vic Vega. Dos años después, en 'Pulp Fiction', John Travolta dio vida a Vincent Vega. La coincidencia de apellidos no es ninguna casualidad, y es que ambos personajes son hermanos y podrían haber protagonizado su propio largometraje bajo el título de 'Double V Vega'.
Desgraciadamente, el filme, que hubiese funcionado como una precuela, no llegó a buen puerto debido a la edad de Madsen y Travolta cuando Tarantino tuvo la oportunidad de poner en marcha el proyecto.
Konexión —con K de Kill Bill—
'Pulp Fiction' también plantó alguna que otra semilla que, casi una década después de su estreno, veríamos germinar en esa joya titulada 'Kill Bill' —y no, no es la katana que usa Butch para dispensar justicia—. Para encontrarla, tenemos que ir a la escena en el Jack Rabbit Slim's en la que Mia Wallace le explica a Vincent el piloto televisivo en el que participó.
Durante la conversación, el personaje de Uma Thurman cuenta que estuvo en una serie llamada 'Fox Force Five', describiendo del siguiente modo a sus protagonistas: "Había una rubia... era la líder. La Fox Japonesa era una maestra de Kung Fu. La chica negra era una experta de demoliciones. La especialidad de la francesa era el sexo. La mía eran los cuchillos". Si esto te suena es porque Mia estaba describiendo al grupo de asesinas de élite de 'Kill Bill'.
¡Qué nervios!
No salgamos del encantador Jack Rabbit Slim's y continuemos hablando de la velada entre Mia y Vincent y, más concretamente, del icónico baile reconvertido en icono pop que se marcan ambos personajes. Según se ha contado, Uma Thurman estaba algo intimidada por la experiencia de John Travolta como bailarín y, básicamente, hecha un amasijo de nervios. Cuando se lo comunicó a Travolta, este se limitó a contestar con un contundente "calla la boca y baila".
Copiando hasta pasos de baile
¿Copia u homenaje? Esta frase podemos utilizarla para poner en tela de juicio la inmensa mayoría de trabajos de la filmografía de Quentin Tarantino, y no se limita a frases, opciones de vestuario o nombres de personajes, ya que en 'Pulp Fiction' también fusiló sin descaro el baile del que hemos estado hablando con anterioridad.
Los pasos de John Travolta y Uma Thurman en su numerito en el Jack Rabbit Slim's están calcados, uno a uno, del baile entre Barbara Steele y Mario Pisu en 'Fellini, ocho y medio (8½)'.
Homenajes en código
Mucho menos explícito es el homenaje que Tarantino rinde a algunos de los dúos cómicos más célebres de la industria estadounidense. Cuando Mía pide su batido en el diner, el camarero interpretado por Steve Buscemi pregunta si quiere "Martin y Lewis o Amos y Andy", lo cual es un código para preguntar si quiere uno de vainilla o de chocolate.
Con Martin y Lewis, el camarero se refiere a Dean Martin y Jerry Lewis —que eran blancos— y a Alvin Childress y Spencer Williams, que eran negros y protagonizaron a principios de los 50 'The Amos 'n Andy Show', considerado como uno de los programas más ofensivos de la historia catódica estadounidense.
Homenajeando... y reciclando
Que levante la mano el que no haya recitado en voz alta alguna vez el mítico "¡Ezequiel 25:17!". Si lo has hecho pensando en Samuel L. Jackson y su Jules, deberías saber que esta cita está extraída de una primera versión del guión de 'Abierto hasta el amanecer' y que la decía el personaje de Harvey Keitel mientras huyen de los vampiros andando hacia atrás en el pasillo.
Bad MotherF*cker
Posiblemente, uno de los objetos más icónicos de toda 'Pulp Fiction' es la cartera de Jules, en la que se puede leer la inscripción "Bad Mother Fucker" —que, si la memoria no me falla, se tradujo en España como "Hijoputa peligroso"—. Pues bien, resulta que la cartera pertenecía realmente a Quentin Tarantino, y su frase hace alusión a la canción de 'Las noches rojas de Harlem' —'Shaft' para los amigos—.
Bombas F a go-go
Ya que hablamos de carteras con lemas malsonantes, cabe recordar que la palabra "fuck" se pronuncia la friolera de 265 veces a lo largo del metraje de la película. En españita, gracias a la riqueza de nuestro lenguaje malsonante, hay que reconocer que hay mucha más variedad de tacos.
La cabeza
Por supuesto, el uso de lenguaje malsonante y sus altas dosis de violencia hicieron que 'Pulp Fiction' se ganase una calificación por edades de R, pero estuvo a puntito de subir un paso más y obtener la infame NC-17, que impide el acceso a menores de edad aunque estén acompañados de un adulto. ¿El motivo? Un plano demasiado explícito que terminó eliminándose en la sala de montaje.
Este se encontraba en la hilarante escena en la que Vincent pega un tiro en la cabeza sin querer a Marvin, y era una toma de la cabeza del chaval explotando en el asiento de atrás del coche. Curiosamente, el plano de marras no se ha incluido en ninguna edición posterior de la película.
El diablo está en los detalles
Si Vince revienta los sesos a Marvin en el coche es, en parte, por su personalidad descuidada. Tarantino nos mostró esto con un pequeñito detalle que puede verse cuando Jules y el personaje de John Travolta recogen sus armas del maletero del coche, con el primero poniendo inmediatamente el seguro de su pistola y con el bueno de Vincent guardándola directamente sin tomar ninguna precaución.
El embarazo (o no)
Si hablamos de detalles, no podemos dejar escapar las pistas que nos da Quentin Tarantino para sugerir que Fabienne, el personaje de María de Medeiros, está embarazada. Además de hablar sobre lo bien que se vería con una barriga de embarazada después de mirarse en el espejo, después de ducharse, Fabienne tiene intención de contar algo a Butch para encontrárselo dormido y, a la mañana siguiente, explicarle que había comido un desayuno extrañamente copioso.
El lapsus
Si las carcajadas y la estupefacción te han permitido escuchar con detenimiento la historia de el Capitán Koons cuenta a Butch cuando le da el reloj de oro, puede que te hayas percatado de que, al final de su monólogo, Christopher Walken hace una extraña pausa. Esto, lejos de estar en el guión, fue fruto de un lapsus del actor, que olvidó sus frases y las recordó a tiempo para que pareciese que la pausa fue intencionada para añadir dramatismo al momento.
La tirita
'Pulp Fiction' está cargada de incógnitas que no han hecho más que alimentar su leyenda entre teorías y especulaciones, pero la gran mayoría tienen explicaciones mucho más terrenales —y menos conectadas con la ficción— de lo que a muchos nos gustaría.
Una de ellas es la misteriosa tirita que Marsellus Wallace tiene en la nuca y que muchos han asociado con pactos con el diablo. La aburrida realidad en torno a ella es que el actor Ving Rhames se había cortado afeitándose, y Quentin Tarantino vio en el apósito una oportunidad perfecta para jugar con la puesta en escena y filmar su monólogo dirigido a Butch en un plano único de espaldas al intérprete para llamar la atención del público. Brillante.
Un año inolvidable
El de 1994 fue un curso cinematográfico para el recuerdo y con lo que podríamos considerar casi como un milagro. El 14 de octubre de ese año no sólo llegó 'Pulp Fiction' a los cines estadounidenses, sino que estuvo acompañada por el estreno de otra de las grandes cintas de finales de siglo: 'Cadena perpetua'. No sólo compartieron fin de semana en el calendario, sino el número de Oscars al que optaron: nada menos que siete.
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