Los programas low cost son, como su propio nombre indica, producciones muy baratas, lo más baratas posibles. Se ahorran costes porque no hay plató, no suele haber presentadores y no hay un trabajo, digamos clásico, de preproducción: los protagonistas son la gente de la calle, personas “normales” que construyen por sí mismos el programa al hacernos partícipes de sus historias.
No tiene porqué ser extraordinario o pertubador, sino que el valor reside en que lo que sucede es de “verdad”. Se trabajan los conceptos de proximidad y espontaneidad: un individuo cualquiera, que bien podríamos ser uno de nosotros, es grabado mientras sale de fiesta, hace la compra o practica pilates. Cuanto más natural, mejor. Se hace hincapié en una improvisación impostada y en la llaneza del discurso del ciudadano común.
En España, ‘Callejeros‘ sería uno de los pioneros en este tipo de programas. Nos resulta casi mágico observar cómo un carnicero despieza una paletilla o cómo una madre hace macarrones para sus ocho hijos… Hechos que miramos todos los días pero que no vemos. Después, muchos otros programas han dado una vuelta al género: los bares más curiosos, españoles que viven en otros países, hoteles de lujo… Casi cualquier aspecto de la realidad puede ser merecedor de un low cost.
La particularidad autonómica
Pero si hay alguien que ha sacado partido de este tipo de formatos, son las cadenas autonómicas. En estos tiempos de crisis (no sé si lo habíais oído por ahí) en los que hay que apretarse el cinturón, los canales de las autonomías sufren especialmente el recorte en sus presupuestos. Hacer ficción resulta caro, un programa de plató puede necesitar de demasiados recursos, pero lanzar a un cámara y a un redactor a la calle y conseguir que el ciudadano de a pie te rellene minutos de programa, puede ser una idea estupenda.
Estos low cost tienen el valor añadido de la cercanía: quien está saliendo en pantalla es realmente tu vecino, y está hablando de esas fiestas patronales de las que tú también disfrutas. Así pues, en Telemadrid emiten un programa llamado ‘Yo soy Madrid’, en el que el único denominador común es que los protagonistas habitan la ciudad de la Puerta del Sol. De la misma manera, en Canal Sur pueden disfrutar de ‘Animales de Familia’, un espacio en el que las mascotas andaluzas son las estrellas. Y en Canal 9, tenemos ‘Gormandia’, un programa que habla de la cultura del arroz y del elemento gastronómico como nexo social.
Para terminar, destacaremos el caso de TV3. Los catalanes son verdaderos emprendedores en el género, al que han sabido dar la vuelta y conseguir auténticos programas de culto. Cuando anunciaron que emitirían un programa en el que unos señores saldrían al monte a buscar setas, muchos se echaron las manos a la cabeza. Pero ‘Caçadors de bolets’ se convirtió en un rotundo éxito. Se atreven con cualquier cosa y, de hecho, ahora producen el a priori minoritario ‘Artista!’: piezas de siete minutos dedicadas al arte contemporáneo.
En ¡Vaya Tele! | La moda de callejeros se extiende
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