Los creadores del espacio son el colectivo Minoría Absoluta (Toni Soler, Queco Novell i Manel Lucas), que además del programa de televisión tienen un espacio en la emisora de radio catalana Rac1. El equipo se completa con la terna de actores que se encargan de imitar a los personajes y de hacer que Polònia sea un país vivo y latente.
El éxito de Polònia se basa en que es una interpretación de la realidad pasada por el filtro del humor y reinterpretada por los personajes. Cada programa resume la actualidad política de la semana y esa cercanía y familiaridad hace que el espectador conecte enseguida con los gags. Por su parte, los personajes son reconocibles para todos porque están basados en personas reales, pero en Polònia se aprovechan del factor de imitación de la realidad para construir e inventar unos nuevos personajes muy cercanos a la comedia tradicional, con unas características negativas exageradas que entran en juego al enfrentarse a las rutinas diarias.
Franco, Zapatero, Rajoy, la Familia Real, Ferran Adrià, los políticos catalanes más influyentes, Messi, Lluis Llach, Matías Prats..., todos tienen su alter ego en Polònia y es viendo Polònia cuando podemos descubrir la actualidad filtrada y recreada a través de un pensamiento inteligente y fresco que reconvierte las situaciones hasta la parodia más pura y que tiene su valor en la gran base de realidad que necesita.
Un programa imprescindible pero que no podrá dar el salto nacional ni recibirá culto en YouTube porque la mayoría de los gags son en catalán (aunque hay muchos vídeos es castellano que sí están al alcance del entendimiento de la mayoría y que recomiendo). Trasladar Polònia a una televisión nacional tampoco es tarea fácil y, sobre todo, sería arriesgado. La duda que planea sobre el producto es si ese humor tan político y caricaturesco gustaría en el resto de España tanto como gusta en Catalunya. Y, por otro lado, el proyecto tendría que modificarse porque a nivel nacional no se aceptaría el humor con determinados personajes. De hecho, con Mire usted (Antena 3), y en Las cerezas (La1), no les fue nada bien.
Vía | Premios Ondas 2007 En ¡Vaya Tele! | El humor catalán: un ejemplo a seguir