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Las series de detectives son un clásico en las parrillas de todas las televisiones del mundo. Y no estamos refiriéndonos a series de policías que investigan todo tipo de casos en una gran ciudad, sino a detectives que trabajan solos, con una gran inteligencia y habilidades deductivas y que se dedican a resolver los asuntos más complicados, o más delicados, muchas veces concernientes a personas de buena posición. Aquellos detectives, de los que Sherlock Holmes es el máximo exponente, constituyen gran parte de la ficción detectivesca de la solución del problema, historias en las que lo más importante es la presentación del misterio y de la resolución del mismo de un modo que permita al lector intentar unir los puntos por sí mismo. Entre los autores que más trabajaron este género se encuentra, por supuesto, Agatha Christie, quizás la más conocida entre los escritores de la Edad de Oro de las historias de detectives, que creó varios de estos personajes que alcanzaron gran fama e influencia en la ficción posterior.
Uno de los más conocidos, pero curiosamente el que Christie más detestaba, era Hercule Poirot, un detective privado belga afincado en Londres, de pequeña estatura y ya cierta edad, muy afectado y con gran seguridad en sí mismo, muy preocupado por su aspecto personal (y por el cuidado de su bigote) y sumamente inteligente y discreto. Cuando ponía sus células grises a trabajar, Poirot casi nunca se equivocaba. Como decimos a su autora no le gustaba especialmente (probablemente prefiriera escribir para Miss Marple), pero fue de sus creaciones más famosas. Incluso, de todas las adaptaciones al cine y la televisión que se han hecho de sus obras, la serie ‘Poirot‘ puede ser la más conocida. Producida por ITV a partir de 1989, llegó en medio de una gran tradición de películas para televisión de las novelas de Christie, pero su éxito las superó a todas.
El protagonista
Como decimos, Hercule Poirot era un detective muy particular. Le irritaba sobremanera que confundieran su país de origen y pensaran que era francés en lugar de belga, y podía ser realmente cansino con sus peticiones de que las cosas se hicieran como él quería. Por otro lado, y esto es una de las mejores cosas de las historias de Christie protagonizadas por él, aprovechaba en su favor todo lo que podía los prejuicios de los ingleses hacia los extranjeros, y también las asunciones que hacían del lugar que ocupaban en el mundo allá por los años 20, cuando la escritora lo creó en ‘El misterioso caso de Styles‘. La peculiar personalidad de Poirot se plasmó en el cine a través de Albert Finney, que lo interpretó en ‘Asesinato en el Orient Express‘, y de Peter Ustinov, que le daba un mayor toque cómico, mientras en televisión se convirtió en el papel de la vida de David Suchet, un actor teatral que había participado en bastantes producciones de época para televisión y que dio vida al detective durante doce temporadas entre 1989 y 2009.
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El Poirot de Suchet era menos “raro” que el de Finney y menos humorístico que el de Ustinov, pero no perdía sus idiosincrasias, ni su acento, ni su exasperación ante algunas costumbres rurales inglesas (como la obsesión por el té), ni su capacidad de observación y deducción. La propia familia de Agatha Christie lo recomendó para el papel, y los críticos consideran que su Poirot es el que más se acerca al de los libros. La serie, con Clive Exton como guionista principal, adaptó casi todas las historias protagonizadas por el detective belga, entre relatos cortos y libros, y algunas de sus temporadas, de hecho, en lugar de estar compuestas por capítulos de una hora de duración, eran sólo un par de tv movies de casi dos horas. Además, no todas tenían el mismo número de episodios, oscilando entre sólo dos, cuatro, ocho o doce.
Una serie muy fiel
‘Poirot’ siempre se mantuvo muy fiel al material original que adaptaba. Sus episodios no son innovadores ni destacan por arriesgarse a probar cosas nuevas; son traslaciones muy clásicas y, como decimos, fieles de las historias protagonizadas por Poirot a la pequeña pantalla, y su principal punto de interés es la interpretación de David Suchet y cómo muestra las reacciones del detective a todo lo que le rodea. Por eso mismo, los capítulos que mejor funcionaban eran aquellos en los que Poirot estaba inmerso en entornos muy ingleses, desde una casa de campo aristocrática a los clásicos clubes de caballeros de buena posición londinenses. Esto es algo recurrente en otras series del mismo corte, como ‘Se ha escrito un crimen‘, que perdía fuerza cuando Jessica Fletcher investigaba asesinatos lejos de Cabot Cove.
‘Poirot’ ha adaptado casi todos los libros y relatos cortos escritos por Christie sobre el detective, y estaba previsto que a lo largo de este año se rodara una última entrega que completaría el canon de historias de Poirot, dejándose fuera sólo una de ellas. El éxito de la serie fue enorme desde el principio, aunque evidentemente no todos los capítulos funcionaron igual de bien, y en las últimas temporadas incluso se le otorgó más importancia a la exploración psicológica de algunos personajes que al misterio en sí. Por supuesto, al haber estado en antena durante tanto tiempo, ha empleado en papeles secundarios a multitud de actores británicos que ahora han alcanzado cierto reconocimiento, incluido el reciente ganador del Emmy a mejor actor dramático, Damian Lewis, que apareció en el capítulo ‘Hickory Dickory Dock’ de la sexta temporada.
‘Poirot’ sólo busca ofrecer una adaptación lo más fiel posible de las aventuras de Hercule Poirot al modo en el que Agatha Christie las concibió originalmente, incluso a pesar de, como ya hemos comentado, a ella no le hacía demasiada gracia la popularidad de su excéntrico detective belga. Sin embargo, nunca dejó de escribir sobre él porque al público le gustaba. De hecho, tras su última novela, ‘Telón‘, el New York Times le dedicó a Poirot un obituario, el único dedicado hasta ahora a un personaje de ficción.
Ficha Técnica: Poirot
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Las series de detectives son un clásico en las parrillas de todas las televisiones del mundo. Y no estamos refiriéndonos a series de policías que investigan todo tipo de casos en una gran ciudad, sino a detectives que trabajan solos, con una gran inteligencia y habilidades deductivas y que se dedican a resolver los asuntos más complicados, o más delicados, muchas veces concernientes a personas de buena posición. Aquellos detectives, de los que Sherlock Holmes es el máximo exponente, constituyen gran parte de la ficción detectivesca de la solución del problema, historias en las que lo más importante es la presentación del misterio y de la resolución del mismo de un modo que permita al lector intentar unir los puntos por sí mismo. Entre los autores que más trabajaron este género se encuentra, por supuesto, Agatha Christie, quizás la más conocida entre los escritores de la Edad de Oro de las historias de detectives, que creó varios de estos personajes que alcanzaron gran fama e influencia en la ficción posterior.
Uno de los más conocidos, pero curiosamente el que Christie más detestaba, era Hercule Poirot, un detective privado belga afincado en Londres, de pequeña estatura y ya cierta edad, muy afectado y con gran seguridad en sí mismo, muy preocupado por su aspecto personal (y por el cuidado de su bigote) y sumamente inteligente y discreto. Cuando ponía sus células grises a trabajar, Poirot casi nunca se equivocaba. Como decimos a su autora no le gustaba especialmente (probablemente prefiriera escribir para Miss Marple), pero fue de sus creaciones más famosas. Incluso, de todas las adaptaciones al cine y la televisión que se han hecho de sus obras, la serie ‘Poirot‘ puede ser la más conocida. Producida por ITV a partir de 1989, llegó en medio de una gran tradición de películas para televisión de las novelas de Christie, pero su éxito las superó a todas.
El protagonista
Como decimos, Hercule Poirot era un detective muy particular. Le irritaba sobremanera que confundieran su país de origen y pensaran que era francés en lugar de belga, y podía ser realmente cansino con sus peticiones de que las cosas se hicieran como él quería. Por otro lado, y esto es una de las mejores cosas de las historias de Christie protagonizadas por él, aprovechaba en su favor todo lo que podía los prejuicios de los ingleses hacia los extranjeros, y también las asunciones que hacían del lugar que ocupaban en el mundo allá por los años 20, cuando la escritora lo creó en ‘El misterioso caso de Styles‘. La peculiar personalidad de Poirot se plasmó en el cine a través de Albert Finney, que lo interpretó en ‘Asesinato en el Orient Express‘, y de Peter Ustinov, que le daba un mayor toque cómico, mientras en televisión se convirtió en el papel de la vida de David Suchet, un actor teatral que había participado en bastantes producciones de época para televisión y que dio vida al detective durante doce temporadas entre 1989 y 2009.
El Poirot de Suchet era menos “raro” que el de Finney y menos humorístico que el de Ustinov, pero no perdía sus idiosincrasias, ni su acento, ni su exasperación ante algunas costumbres rurales inglesas (como la obsesión por el té), ni su capacidad de observación y deducción. La propia familia de Agatha Christie lo recomendó para el papel, y los críticos consideran que su Poirot es el que más se acerca al de los libros. La serie, con Clive Exton como guionista principal, adaptó casi todas las historias protagonizadas por el detective belga, entre relatos cortos y libros, y algunas de sus temporadas, de hecho, en lugar de estar compuestas por capítulos de una hora de duración, eran sólo un par de tv movies de casi dos horas. Además, no todas tenían el mismo número de episodios, oscilando entre sólo dos, cuatro, ocho o doce.
Una serie muy fiel
‘Poirot’ siempre se mantuvo muy fiel al material original que adaptaba. Sus episodios no son innovadores ni destacan por arriesgarse a probar cosas nuevas; son traslaciones muy clásicas y, como decimos, fieles de las historias protagonizadas por Poirot a la pequeña pantalla, y su principal punto de interés es la interpretación de David Suchet y cómo muestra las reacciones del detective a todo lo que le rodea. Por eso mismo, los capítulos que mejor funcionaban eran aquellos en los que Poirot estaba inmerso en entornos muy ingleses, desde una casa de campo aristocrática a los clásicos clubes de caballeros de buena posición londinenses. Esto es algo recurrente en otras series del mismo corte, como ‘Se ha escrito un crimen‘, que perdía fuerza cuando Jessica Fletcher investigaba asesinatos lejos de Cabot Cove.
‘Poirot’ ha adaptado casi todos los libros y relatos cortos escritos por Christie sobre el detective, y estaba previsto que a lo largo de este año se rodara una última entrega que completaría el canon de historias de Poirot, dejándose fuera sólo una de ellas. El éxito de la serie fue enorme desde el principio, aunque evidentemente no todos los capítulos funcionaron igual de bien, y en las últimas temporadas incluso se le otorgó más importancia a la exploración psicológica de algunos personajes que al misterio en sí. Por supuesto, al haber estado en antena durante tanto tiempo, ha empleado en papeles secundarios a multitud de actores británicos que ahora han alcanzado cierto reconocimiento, incluido el reciente ganador del Emmy a mejor actor dramático, Damian Lewis, que apareció en el capítulo ‘Hickory Dickory Dock’ de la sexta temporada.
‘Poirot’ sólo busca ofrecer una adaptación lo más fiel posible de las aventuras de Hercule Poirot al modo en el que Agatha Christie las concibió originalmente, incluso a pesar de, como ya hemos comentado, a ella no le hacía demasiada gracia la popularidad de su excéntrico detective belga. Sin embargo, nunca dejó de escribir sobre él porque al público le gustaba. De hecho, tras su última novela, ‘Telón‘, el New York Times le dedicó a Poirot un obituario, el único dedicado hasta ahora a un personaje de ficción.
El protagonista
- Título Original: Agatha Christie’s Poirot
- Género: Misterio
- Cadena: ITV (1989-2009)
- Emitida en España: TVE
- Disponibilidad DVD: Serie completa
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Las series de detectives son un clásico en las parrillas de todas las televisiones del mundo. Y no estamos refiriéndonos a series de policías que investigan todo tipo de casos en una gran ciudad, sino a detectives que trabajan solos, con una gran inteligencia y habilidades deductivas y que se dedican a resolver los asuntos más complicados, o más delicados, muchas veces concernientes a personas de buena posición. Aquellos detectives, de los que Sherlock Holmes es el máximo exponente, constituyen gran parte de la ficción detectivesca de la solución del problema, historias en las que lo más importante es la presentación del misterio y de la resolución del mismo de un modo que permita al lector intentar unir los puntos por sí mismo. Entre los autores que más trabajaron este género se encuentra, por supuesto, Agatha Christie, quizás la más conocida entre los escritores de la Edad de Oro de las historias de detectives, que creó varios de estos personajes que alcanzaron gran fama e influencia en la ficción posterior.
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Título Original: Agatha Christie’s Poirot
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Género: Misterio
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Cadena: ITV (1989-2009)
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Emitida en España: TVE
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Disponibilidad DVD: Serie completa
En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV
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