Los concursos culturales han quedado reducidos a una especie de examen tipo test; te dan varias respuestas a la pregunta que te hacen y tú debes elegir la correcta contando, además, con un montón de ayudas, comodines, posibilidades de cambiar de pregunta... Entre finales de los 80 y principios de los 90 hubo, sin embargo, un concurso cultural en el que los participantes debían confiar en sus conocimientos, su memoria y su capacidad para buscar información en los libros para resolver las preguntas, a veces no tan fáciles como se podría esperar. Ese concurso era El tiempo es oro, casi un paradigma de este tipo de programas en España, cuya herencia más clara está en Saber y ganar, otro concurso cuyos inicios están en esos años.
Debutó en 1987, en La 2, en horario de prime time, y su éxito hizo que, en sus últimos cuatro años en antena, hasta 1992, pasara a verse en La 1, si yo no recuerdo mal, los domingos por la noche. Era una producción de Sergi Schaaff, todo un "mago" de los concursos en aquellos años, creador de Si lo sé no vengo y actual director de 'Saber y ganar', y recogía el testigo de los concursos de cultura general que TVE había realizado al principio de su andadura, como Cesta y puntos, e intentaba ascender un peldaño más en el nivel de dificultad.
Los concursantes debían pasar varias rondas, una con cuestiones generales y otra sobre un tema específico que ellos habían elegido, y quien pasara a la final contaba con varios colaboradores que debían ayudarle a buscar en varias enciclopedias las soluciones a las preguntas finales, más enrevesadas e indirectas, y del tipo: "A principios de los 40, una joven actriz, hermana de una estrella ya consagrada, conseguía el papel protagonista en la primera película en Hollywood de un director europeo. ¿Con qué actor trabajaría más a menudo la hermana de esa actriz? ¿Quién escribió el libro en el que se basaba esa película?". Pero más difíciles. No sólo había que tener la Espasa Calpe en la cabeza, también había qué saber cómo organizarse y qué cosas buscar en la prueba final, en la que los concursantes disponían de tiempo limitado (tres minutos, me parece).
El éxito de 'El tiempo es oro' nos hizo ponerle cara, aunque no era su primer trabajo en la tele, a Constantino Romero, actor de doblaje cuya voz está indisolublemente unida a Darth Vader, Terminator y Clint Eastwood, y que pasó a convertirse en un presentador experto en concursos de todo tipo, desde la primera etapa de Alta tensión en Antena 3 a programas de variedades como La parodia nacional. Fuera de la tele, sin embargo, Romero se ha ido labrando una interesante carrera teatral en la que, probablemente, el punto más alto sea el musical Sweeney Todd, que protagonizó junto a Vicky Peña.
Hace unos años, se rumoreó que 'El tiempo es oro' podía volver a televisión, actualizando su parte final con búsquedas en Internet en lugar de en enciclopedias, pero el proyecto no cuajó. Tal vez es que los conocimientos que se desplegaban en este programa, aunque se llevaba con mucho ritmo y nunca se hacía pesado, son excesivos para la televisión actual. Desafortunadamente, no hay muchas imágenes del concurso por ahí, aunque en YouTube se puede ver el segmento que se le dedicó en La imagen de tu vida, el programa que conmemoraba los 50 años de existencia de TVE.
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