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Los años 90 fueron la edad dorada de la ficción juvenil para pre-adolescentes: desde el inolvidable culebrón de instituto de ricos ('Sensación de Vivir') hasta las series más simplonas que, pese a ser terriblemente malas, tenían la capacidad de engancharnos (eso, o es que éramos, sin más, adictos a la tele) como 'Las gemelas de Sweet Valley' o 'California Dreams' y otras que a priori eran entretenidas pero que llevan muy mal el paso del tiempo, como la que hoy nos ocupa: 'Mi doble identidad'.
Un jovencísimo Jerry O'Conell era el protagonista de esta serie canadiense (no sería la primera) que llegó un par de años después de su estreno a nuestro país a las tardes de La Primera. Era esa época en la que no había canales temáticos, ni falta que hacían: los que había nos tenían en cuenta y nunca faltaron contenidos infantiles y juveniles para los niños de los años 80 y 90 cada tarde, o los fines de semana.
De superhéroe juvenil...
'Mi doble identidad' es la historia de Andrew Clements, un pre-adolescente como otro cualquiera y su a todas luces inexplicable amistad con su vecino, el Dr. Jeffcoat, Dr. J para los amigos (Derek Mcgrath); como el Sr. Miyagi y Danielsan. El Dr. J. cumple con todos los tópicos de "científico loco": es estrambótico, despistado y oculta en su garaje un laboratorio de ciencias en el que trabaja aspirando a hacer grandes aportaciones a la ciencia en favor de la humanidad, como el rayo de energía para hacer crecer las verduras. A priori, no parece gran cosa. Pero el resultado sobre los humanos resulta ser muy distinto.
Cuando Andrew es expuesto por accidente al rayo obtiene súperpoderes: súperfuerza, súpervelocidad, invulnerabilidad e, incluso, la capacidad de volar. No como Superman, eso sí; lo hace gracias a unos sprays, patentados por el Dr. J. Andrew no puede ser más feliz: es un freak de Marvel y de los cómics en general (de ese tipo de personas que los que guardan en bolsas) que nunca pensó que podría llegar a ser como uno de sus ídolos. Desde ese momento Andrew se convierte en Ultraman y -consciente de que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad"- dedica su vida y sus poderes a combatir el mal mientras ha de ocultar al mundo sus grandes habilidades (su identidad secreta).
... A guaperas
El planteamiento de la serie experimentó un gran cambio cuando lo hizo su protagonista, que pasó de niño ingenuo a adolescente ligón en un verano, después de que las hormonas del crecimiento hicieran su trabajo. Entonces decidieron sacar partido a su aspecto físico y abrazar tramas más mundanas: las clásicas historias de insti y citas. La cabecera de la serie también se hizo eco de este cambio.
A Andrew se le sube a la cabeza lo de ser superhéroe y guapo. Aunque nunca olvida su responsabilidad en la lucha contra el mal y se sigue sometiendo a los locos experimentos del Dr. J. la serie dejó de ser un regalo para los fans de los cómics cuando Andrew se olvidó de esta tontería de Ultraman y empezó a preocuparse más por las chicas, perdiendo así la historia gran parte de su esencia y de su interés para ese público al que engancharon con la promesa de una serie de aventuras y ciencia-ficción en la que salvar al mundo fuera realmente lo más importante.
Ficha Técnica: 'Mi doble identidad'
Los años 90 fueron la edad dorada de la ficción juvenil para pre-adolescentes: desde el inolvidable culebrón de instituto de ricos ('Sensación de Vivir') hasta las series más simplonas que, pese a ser terriblemente malas, tenían la capacidad de engancharnos (eso, o es que éramos, sin más, adictos a la tele) como 'Las gemelas de Sweet Valley' o 'California Dreams' y otras que a priori eran entretenidas pero que llevan muy mal el paso del tiempo, como la que hoy nos ocupa: 'Mi doble identidad'.
Un jovencísimo Jerry O'Conell era el protagonista de esta serie canadiense (no sería la primera) que llegó un par de años después de su estreno a nuestro país a las tardes de La Primera. Era esa época en la que no había canales temáticos, ni falta que hacían: los que había nos tenían en cuenta y nunca faltaron contenidos infantiles y juveniles para los niños de los años 80 y 90 cada tarde, o los fines de semana.
De superhéroe juvenil...
'Mi doble identidad' es la historia de Andrew Clements, un pre-adolescente como otro cualquiera y su a todas luces inexplicable amistad con su vecino, el Dr. Jeffcoat, Dr. J para los amigos (Derek Mcgrath); como el Sr. Miyagi y Danielsan. El Dr. J. cumple con todos los tópicos de "científico loco": es estrambótico, despistado y oculta en su garaje un laboratorio de ciencias en el que trabaja aspirando a hacer grandes aportaciones a la ciencia en favor de la humanidad, como el rayo de energía para hacer crecer las verduras. A priori, no parece gran cosa. Pero el resultado sobre los humanos resulta ser muy distinto.
Cuando Andrew es expuesto por accidente al rayo obtiene súperpoderes: súperfuerza, súpervelocidad, invulnerabilidad e, incluso, la capacidad de volar. No como Superman, eso sí; lo hace gracias a unos sprays, patentados por el Dr. J. Andrew no puede ser más feliz: es un freak de Marvel y de los cómics en general (de ese tipo de personas que los que guardan en bolsas) que nunca pensó que podría llegar a ser como uno de sus ídolos. Desde ese momento Andrew se convierte en Ultraman y -consciente de que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad"- dedica su vida y sus poderes a combatir el mal mientras ha de ocultar al mundo sus grandes habilidades (su identidad secreta).
... A guaperas
El planteamiento de la serie experimentó un gran cambio cuando lo hizo su protagonista, que pasó de niño ingenuo a adolescente ligón en un verano, después de que las hormonas del crecimiento hicieran su trabajo. Entonces decidieron sacar partido a su aspecto físico y abrazar tramas más mundanas: las clásicas historias de insti y citas. La cabecera de la serie también se hizo eco de este cambio.
A Andrew se le sube a la cabeza lo de ser superhéroe y guapo. Aunque nunca olvida su responsabilidad en la lucha contra el mal y se sigue sometiendo a los locos experimentos del Dr. J. la serie dejó de ser un regalo para los fans de los cómics cuando Andrew se olvidó de esta tontería de Ultraman y empezó a preocuparse más por las chicas, perdiendo así la historia gran parte de su esencia y de su interés para ese público al que engancharon con la promesa de una serie de aventuras y ciencia-ficción en la que salvar al mundo fuera realmente lo más importante.
De superhéroe juvenil...
<li><strong>Título Original</strong>: ' My secret identity'</li>
<li><strong>Género</strong>: Aventuras, cienca-ficción</li>
<li><strong>Cadena original</strong>: CTV (Canadá, 1988-1991)
<li><strong>Cadena en España</strong>: TVE </li>
<li><strong>Disponibilidad en DVD<span class="caps"><DVD</span></strong>: No</li>
</ul></div>
En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV
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