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Hoy entramos en modo nostálgico con una de las joyas de la animación infantil. Esa animación original y única que se hacía en las primeras décadas de la televisión y firmada por la inigualable factoría de Hanna-Barbera. Si hay algo propio del mundo de la animación infantil es un perro que hable, pero si además no tiene raza definida y se ríe de una forma muy especial, como jadeando, seguro que sabemos de quién hablamos.
Sí, es Patán, ese extraño perro cuyo personaje se ha intentado copiar (o al menos inspirar) múltiples veces a lo largo de la historia de la animación moderna con un éxito muy dispar. El personaje de Pierre Nodoyuna era la otra mitad del dúo propio de la serie y si a esto añadimos toques de juego malvado pero sano en carreras de coches, sólo podemos estar hablando de nuestro recuerdo de este domingo: ‘Los autos locos’.
Un clásico de la animación con todos los buenos ingredientes
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‘Los autos locos‘ es una serie tan mítica y tan bien construida que, incluso a día de hoy, no pasa de moda. Entretiene a niños por su excentricidades y a los adultos nos sigue conquistando con una buena dosis de nostalgia. Propia de los bloques de animación de los sábados por la mañana en las networks estadounidenses y en las españolas, ‘Los autos locos’ destacaban por ser, además de originales, un buen equipo de personajes.
Hasta 23 personajes habituales llegó a tener la serie, siendo Patán y Nodoyuna el buque insignia de todo el cuadro. La trama era sencilla: 11 coches de carreras rodando de rallye en rallye con un objetivo final: resultar ganador al título del piloto más loco del mundo.
Una mítica de las redifusiones en bloques infantiles y canales temáticos del género durante décadas e incluso hoy en día, ‘Los autos locos’ giraba en torno a estos coches de competición, muchos de ellos conducidos por parejas. Bólidos como El Compact Pussycat, El Super Perrari, El Alambique Veloz o El Troncoswagen darían cada uno para una serie propia.
Puntos de encuentro en la animación vintage
Si hay una cosa que me guste de todo este mundo de animación vintage, es que existen un bastantes puntos de encuentro entre series de tramas diferentes pero de épocas similares. En el caso de ‘Los autos locos’, las maldades de Pierre Nodoyuna y sus planes para resultar siempre victorioso estaban centradas en ver como sus competidores perdían. Para ello se las ingeniaba con pinchos, clavos, troncos de madera o cualquier líquido resbaladizo.
Sin embargo, la gran mayoría de episodios contenían la moraleja de que no el juego sucio resulta siempre en la victoria. Pierre Nodoyuna no ganaba nunca, y muchos de los planes que utilizaba para quitarse del medio al contrario eran muy parecidos a los del mítico Correcaminos. El guionista entre ambas ficciones era el mismo: Mike Maltese.
Los Hermanos Macana eran otros dos personajes de la serie. Competían con el Rocomóvil, un pedrusco enorme por ruedas, cuyo motor a veces estaba ocupado por un animal, guardaba mucha relación ficticia con el mundo de ‘Los Picapiedra’, pero ambos eran trogoditas cubiertos casi enteros con pelo, un estilo precursor del original Tío Cosa de ‘La familia Addams’.
La película ‘La carrera del siglo‘ protagonizada por Jack Lemmon y Tony Curtis en 1965 sirvió de inspiración para la creación de la serie. Pese a ser una producción única de 17 episodios y durar dos años en antena en la CBS, los personajes eran tan míticos que dieron para varios spin off y continuaciones: Penélope Glamour en ‘Los peligros de Penélope Glamour’ y ‘El escuadrón diabólico’ o ‘La carrera espacial de Yogi’ en donde Pierre Nodoyuna y Patán volvían de nuevo a la pequeña pantalla.
Ficha Técnica: Los Autos Locos
Hoy entramos en modo nostálgico con una de las joyas de la animación infantil. Esa animación original y única que se hacía en las primeras décadas de la televisión y firmada por la inigualable factoría de Hanna-Barbera. Si hay algo propio del mundo de la animación infantil es un perro que hable, pero si además no tiene raza definida y se ríe de una forma muy especial, como jadeando, seguro que sabemos de quién hablamos.
Sí, es Patán, ese extraño perro cuyo personaje se ha intentado copiar (o al menos inspirar) múltiples veces a lo largo de la historia de la animación moderna con un éxito muy dispar. El personaje de Pierre Nodoyuna era la otra mitad del dúo propio de la serie y si a esto añadimos toques de juego malvado pero sano en carreras de coches, sólo podemos estar hablando de nuestro recuerdo de este domingo: ‘Los autos locos’.
Un clásico de la animación con todos los buenos ingredientes
‘Los autos locos‘ es una serie tan mítica y tan bien construida que, incluso a día de hoy, no pasa de moda. Entretiene a niños por su excentricidades y a los adultos nos sigue conquistando con una buena dosis de nostalgia. Propia de los bloques de animación de los sábados por la mañana en las networks estadounidenses y en las españolas, ‘Los autos locos’ destacaban por ser, además de originales, un buen equipo de personajes.
Hasta 23 personajes habituales llegó a tener la serie, siendo Patán y Nodoyuna el buque insignia de todo el cuadro. La trama era sencilla: 11 coches de carreras rodando de rallye en rallye con un objetivo final: resultar ganador al título del piloto más loco del mundo.
Una mítica de las redifusiones en bloques infantiles y canales temáticos del género durante décadas e incluso hoy en día, ‘Los autos locos’ giraba en torno a estos coches de competición, muchos de ellos conducidos por parejas. Bólidos como El Compact Pussycat, El Super Perrari, El Alambique Veloz o El Troncoswagen darían cada uno para una serie propia.
Puntos de encuentro en la animación vintage
Si hay una cosa que me guste de todo este mundo de animación vintage, es que existen un bastantes puntos de encuentro entre series de tramas diferentes pero de épocas similares. En el caso de ‘Los autos locos’, las maldades de Pierre Nodoyuna y sus planes para resultar siempre victorioso estaban centradas en ver como sus competidores perdían. Para ello se las ingeniaba con pinchos, clavos, troncos de madera o cualquier líquido resbaladizo.
Sin embargo, la gran mayoría de episodios contenían la moraleja de que no el juego sucio resulta siempre en la victoria. Pierre Nodoyuna no ganaba nunca, y muchos de los planes que utilizaba para quitarse del medio al contrario eran muy parecidos a los del mítico Correcaminos. El guionista entre ambas ficciones era el mismo: Mike Maltese.
Los Hermanos Macana eran otros dos personajes de la serie. Competían con el Rocomóvil, un pedrusco enorme por ruedas, cuyo motor a veces estaba ocupado por un animal, guardaba mucha relación ficticia con el mundo de ‘Los Picapiedra’, pero ambos eran trogoditas cubiertos casi enteros con pelo, un estilo precursor del original Tío Cosa de ‘La familia Addams’.
La película ‘La carrera del siglo‘ protagonizada por Jack Lemmon y Tony Curtis en 1965 sirvió de inspiración para la creación de la serie. Pese a ser una producción única de 17 episodios y durar dos años en antena en la CBS, los personajes eran tan míticos que dieron para varios spin off y continuaciones: Penélope Glamour en ‘Los peligros de Penélope Glamour’ y ‘El escuadrón diabólico’ o ‘La carrera espacial de Yogi’ en donde Pierre Nodoyuna y Patán volvían de nuevo a la pequeña pantalla.
Un clásico de la animación con todos los buenos ingredientes
- Título Original: Wacky Races
- Género: Infantil
- Cadena: CBS (1968-1970)
- Disponibilidad DVD: Ninguna
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Título Original: Wacky Races
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Género: Infantil
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Cadena: CBS (1968-1970)
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Disponibilidad DVD: Ninguna
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