Mucho se habla en estos días de la inminente llegada de la televisión digital a nuetros hogares pero ¿logrará hacerse un hueco en nuestras vidas? Siempre he pensado que el placer de ver la tele viene dado, en gran medida, por ese "dolce far niente" que permite tirarse en el sofá y no hacer nada más que ver lo que les pasa a unos cuantos personajes metidos en una cajita.
Cuando llegue la TDT, ¿tendremos que pasar el rato pulsando botones, encendiendo y apagando, mirando y rebuscando? Yo sólo quiero ver la tele, ni comprar los vestidos de la presentadora, ni pedir información del coche que regalan, ni que me manden un mail con la receta de Arguiñano, eso es otra cosa... genial, pero otra cosa...
Dicen que las nuevas generaciones están acostumbradas al dinamismo de los videojuegos, a que la vida pase a toda velocidad y que por eso la televisión debe cambiar y evolucionar con los nuevos tiempos, pues a mi me gusta así... debe ser que me hago mayor.