mage: {"alt":"jdgntv","src":"55174c\/ntvjg","extension":"jpg","layout":"normal","height":400,"width":650}]]
Hace unos años, todo esto de la ficción lo vivíamos de una manera diferente. Éramos unas criaturas sonrosadas y felices y nos sentábamos frente a la pantalla convencidos de que la televisión nunca arrojaría sobre nosotros un contenido abusivo, o aburrido o incluso las dos cosas. No sabíamos qué serie era ésa que acabada de empezar pero nos disponíamos a darle la oportunidad que entonces considerábamos más que justa.
Así es como me choqué yo con ‘Juzgado de guardia’, una de esas ficciones que resulta además que son una comedia que empiezas a ver cada día casi sin darte cuenta, algo rutinario que hacer a determinada hora del día, y que, con el paso del tiempo, se convierten en una de tus actividades favoritas y, cuando la recuerdas con los años, te das cuenta de la suerte que tenías porque tu tele pública se preocupara por traerte ficción de calidad.
El típico juzgado atípico
‘Nigth Court’ fue una sitcom estadounidense emitida por el canal NBC a largo de nueve temporadas entre los años 1984 y 1992. El creador de la serie es Reinhold Weege, que había trabajo en ‘Barney Miller’, una comedia policíaca de la que tomó amplias referencias. ‘Juzgado de guardia’ nació con el propósito de contarnos, a través de sus 22 minutos, las hilarantes peripecias de un juzgado de Manhattan, sin olvidar ciertas connotaciones sociales que se podían extrapolar de algunos casos.
Todo comienza con la llegada de Harry Stone, un joven juez amigo de las bromas y los trucos de magia, al turno de noche de un juzgado de Manhattan. Las maneras divertidas y atolondradas del juez rápidamente chocan con las dinámicas de la corte. El resto de trabajadores también ostentan un perfil muy particular que ayudó a lograr una comedia con toques incluso surrealistas.
La serie contaba con apenas cuatro escenarios: la sala del juzgado, el despacho del juez, una pasillo y una cafetería. No había casas ni salones. No hace falta señalar lo bajo que podían ser sus presupuestos y lo buenos que debían ser sus guiones para aguantar el ritmo. Los personajes estaban muy vinculados al trabajo que desarrollaban y casi todas las tramas emanaban de allí. Algunos de los temas podían ser muy duros pero siempre se le daba un tratamiento blanco. Además, el giro surrealista de muchos de los conflictos era otra de las señas de entidad de ‘Juzgado de guardia’.
De hecho, siempre que se habla de esta serie, se hace hincapié en el hecho de que las tramas más realistas del principio dejaron paso a situaciones disparatadas y cargadas de inverosimilitud, como el capítulo en el que el mismísimo personaje del Coyote, hacía un cameo interpretando a un abogado defensor o el final del personaje de Bull en el que anunciaba que se mudaba de planeta.
La fauna del juzgado
El actor Harry Anderson tuvo gran importancia en el desarrollo final de ‘Juzgado de guardia’. Conocido por sus apariciones en ‘Cheers‘ o en ‘Saturday Night Live’, a su faceta de cómico añadía la de mago, cualidad que traspasó a su personaje de juez, una faceta que no tenía en un primer momento. Los métodos del juez eran poco ortodoxos y primaban las soluciones felices que contentaran a todo el mundo.
[[image: {"alt":"jdg","src":"a1637a\/jg1","extension":"jpg","layout":"normal","height":319,"width":650}]]
El fiscal Daniel R. Fielding, interpretado por John Larroquette, se convirtió en otro de los imprescindibles. Era un personaje políticamente incorrecto que nos hacía reír por su narcisismo y su egoísmo, por su manera de ver las cosas y por no tener pelos en la lengua. Pertenece a esa estela de secundarios que tienen todas las cualidades para caer mal al espectador pero que se convierten en uno de los favoritos por la gracia y el estilo con el que llevan a cabo sus bravuconadas. De hecho, hacia las últimas temporadas, la carga protagonista se fue reconduciendo en él, arrebatándosela al simpático y bienintencionado y un poco santurrón juez.
Un caso curioso es el de la abogada defensora, la que parecía tener todas las papeletas para vivir una tensión sexual de manual con Harry. Hasta cuatro actrices cubrieron esa vacante. La primera, simplemente durante el piloto. En la primera temporada tuvimos a Paula Kelly, en la segunda a Ellen Foley y, por fin, y ya en la tercera temporada, llegó Markie Post que se haría fuerte con su personaje de Christine Sullivan, con el que aguantaría hasta el final de la serie.
El resto de trabajadores del juzgado también merecen una mención especial. Eran profesionales pero disparatados, tenían costumbres bizarras pero formaban equipo y se ayudaban unos a otros. Quizá el más recordado sea Bull Shannon, el aguacil interpretado por Richard Moll. Era grandote y de aspecto rudo, pero muy sensible y casi infantil. Unas connotaciones que parecían aludir a Frankenstein y le daban a Bull una personalidad única.
[[image: {"alt":"jdg","src":"fc5f3b\/jgbuena2","extension":"jpg","layout":"normal","height":317,"width":650}]]
Además, no podemos olvidar a los episódicos, esos personajes que trataban de arreglar sus problemas legales cada noche en el tribunal del juez Stone. Algunos resultaban tan carismáticos que aparecían en más de un capítulo haciendo que con su simple presencia, el espectador se sonriera, anticipando la comedia. La prostituta Carla Bouvier, el vagabundo que trabaja para el fiscal o el emigrantre ruso Yakov Korolenko son sólo algunso ejemplos.
Algunas curiosidades
Ficha Técnica: ‘Juzgado de guardia’
Hace unos años, todo esto de la ficción lo vivíamos de una manera diferente. Éramos unas criaturas sonrosadas y felices y nos sentábamos frente a la pantalla convencidos de que la televisión nunca arrojaría sobre nosotros un contenido abusivo, o aburrido o incluso las dos cosas. No sabíamos qué serie era ésa que acabada de empezar pero nos disponíamos a darle la oportunidad que entonces considerábamos más que justa.
Así es como me choqué yo con ‘Juzgado de guardia’, una de esas ficciones que resulta además que son una comedia que empiezas a ver cada día casi sin darte cuenta, algo rutinario que hacer a determinada hora del día, y que, con el paso del tiempo, se convierten en una de tus actividades favoritas y, cuando la recuerdas con los años, te das cuenta de la suerte que tenías porque tu tele pública se preocupara por traerte ficción de calidad.
El típico juzgado atípico
‘Nigth Court’ fue una sitcom estadounidense emitida por el canal NBC a largo de nueve temporadas entre los años 1984 y 1992. El creador de la serie es Reinhold Weege, que había trabajo en ‘Barney Miller’, una comedia policíaca de la que tomó amplias referencias. ‘Juzgado de guardia’ nació con el propósito de contarnos, a través de sus 22 minutos, las hilarantes peripecias de un juzgado de Manhattan, sin olvidar ciertas connotaciones sociales que se podían extrapolar de algunos casos.
Todo comienza con la llegada de Harry Stone, un joven juez amigo de las bromas y los trucos de magia, al turno de noche de un juzgado de Manhattan. Las maneras divertidas y atolondradas del juez rápidamente chocan con las dinámicas de la corte. El resto de trabajadores también ostentan un perfil muy particular que ayudó a lograr una comedia con toques incluso surrealistas.
La serie contaba con apenas cuatro escenarios: la sala del juzgado, el despacho del juez, una pasillo y una cafetería. No había casas ni salones. No hace falta señalar lo bajo que podían ser sus presupuestos y lo buenos que debían ser sus guiones para aguantar el ritmo. Los personajes estaban muy vinculados al trabajo que desarrollaban y casi todas las tramas emanaban de allí. Algunos de los temas podían ser muy duros pero siempre se le daba un tratamiento blanco. Además, el giro surrealista de muchos de los conflictos era otra de las señas de entidad de ‘Juzgado de guardia’.
De hecho, siempre que se habla de esta serie, se hace hincapié en el hecho de que las tramas más realistas del principio dejaron paso a situaciones disparatadas y cargadas de inverosimilitud, como el capítulo en el que el mismísimo personaje del Coyote, hacía un cameo interpretando a un abogado defensor o el final del personaje de Bull en el que anunciaba que se mudaba de planeta.
La fauna del juzgado
El actor Harry Anderson tuvo gran importancia en el desarrollo final de ‘Juzgado de guardia’. Conocido por sus apariciones en ‘Cheers‘ o en ‘Saturday Night Live’, a su faceta de cómico añadía la de mago, cualidad que traspasó a su personaje de juez, una faceta que no tenía en un primer momento. Los métodos del juez eran poco ortodoxos y primaban las soluciones felices que contentaran a todo el mundo.

El fiscal Daniel R. Fielding, interpretado por John Larroquette, se convirtió en otro de los imprescindibles. Era un personaje políticamente incorrecto que nos hacía reír por su narcisismo y su egoísmo, por su manera de ver las cosas y por no tener pelos en la lengua. Pertenece a esa estela de secundarios que tienen todas las cualidades para caer mal al espectador pero que se convierten en uno de los favoritos por la gracia y el estilo con el que llevan a cabo sus bravuconadas. De hecho, hacia las últimas temporadas, la carga protagonista se fue reconduciendo en él, arrebatándosela al simpático y bienintencionado y un poco santurrón juez.
Un caso curioso es el de la abogada defensora, la que parecía tener todas las papeletas para vivir una tensión sexual de manual con Harry. Hasta cuatro actrices cubrieron esa vacante. La primera, simplemente durante el piloto. En la primera temporada tuvimos a Paula Kelly, en la segunda a Ellen Foley y, por fin, y ya en la tercera temporada, llegó Markie Post que se haría fuerte con su personaje de Christine Sullivan, con el que aguantaría hasta el final de la serie.
El resto de trabajadores del juzgado también merecen una mención especial. Eran profesionales pero disparatados, tenían costumbres bizarras pero formaban equipo y se ayudaban unos a otros. Quizá el más recordado sea Bull Shannon, el aguacil interpretado por Richard Moll. Era grandote y de aspecto rudo, pero muy sensible y casi infantil. Unas connotaciones que parecían aludir a Frankenstein y le daban a Bull una personalidad única.

Además, no podemos olvidar a los episódicos, esos personajes que trataban de arreglar sus problemas legales cada noche en el tribunal del juez Stone. Algunos resultaban tan carismáticos que aparecían en más de un capítulo haciendo que con su simple presencia, el espectador se sonriera, anticipando la comedia. La prostituta Carla Bouvier, el vagabundo que trabaja para el fiscal o el emigrantre ruso Yakov Korolenko son sólo algunso ejemplos.
Algunas curiosidades

El típico juzgado atípico

- Título Original: Night Court
- Género: Sitcom
- Cadena: NBC (1984-1992)
- Emitida en España: TVE, Cuatro
- Disponibilidad DVD: En inglés: 6 primeras temporadas; en castellano: 2 primeras temporadas
[[image: {"alt":"jdgntv","src":"55174c\/ntvjg","extension":"jpg","layout":"normal","height":400,"width":650}]]

-
Título Original: Night Court
-
Género: Sitcom
-
Cadena: NBC (1984-1992)
-
Emitida en España: TVE, Cuatro
-
Disponibilidad DVD: En inglés: 6 primeras temporadas; en castellano: 2 primeras temporadas
En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV
Ver 14 comentarios
14 comentarios
El Señor Lechero
Gran serie, grandes personajes y grandes actores. Con pleitos míticos como a pelea entre trekkers de TOS y de TNG y argumentos secundarios desternillantes como el intento de Bull de concurrir a un concurso de relato para niños (con el título "Las serpientes arrasan el mundo"). El trabajo que descubrió al mundo a un actor tan grandioso como John Larroquette.
wallaceastur
Estudié Derecho el personaje de Harry Stone.
pilar.martin1
La mejor sitcom de la historia junto con Frasier. Y John Larroquette se merece todos y cada uno de los Emmys que ganó por dar vida de forma tan magistral al ligón, putero, egocéntrico, trepa, cabronazo, pesetero y encantador Dan Fielding
pilar.martin1
¿No quedamos en que en realidad se llamaba Reinaldo? XD
276963
Ya sé que todos cometemos faltas, pero de ahí a ponerlas en negrita... ¡menuda braVuconada! ;)
murazor
Grandísima serie, grandísimos personajes y fantásticos guiones. Se puede hacer humor blanco y que sea mortalmente divertido.
estherhola
Que casualidad! Hace bien poco que descubrí esta serie gracias a ese capítulo que mencionas de 30 Rock, pues la "mala suerte" me hizo nacer en una época demasiado moderna como para conocer series tan antiguas, y ahora paseándome por aquí me la encuentro... Grandísima serie, de las mejores, merecedora de estar junto a otras grandes comedias como Frasier o Friends, simplemente comedia hilarante y momentos de cruda realidad que hacen que se te salten las lagrimillas... ¿¡Donde han quedado las series así!?
marialet
Llll
marialet
Esta serie es muy buena, con un humor ingenioso y divertido. El personaje de Dan es increíble e insustituible, John Larroquette es un pedazo de actor. Bull es grande pero tierno y con cada salida que te saca la risa. Sin duda el juez también es fundamental, un hombre con un trabajo muy serio pero con sentido del humor, que hace cada juicio único. El personaje de Shelma me encantaba, sarcástica y muy grande (a pesar de ser bajita). La segunda abogada defensora me hacía mucha gracia y eso que al principio me parecía rara pero luego me conquistó con sus locuras, Billie Young. Un gran elenco de actores. Echo de menos las buenas series como ésta y la recuerdo con cariño y nostalgia. GRAN SERIE.