Con el mes de octubre, la llegada de la spooky season viene de la mano con obras maestras del cine que nos atemorizan igual que cuando se estrenaron, sin embargo, para los mexicanos, los primeros días del mes de noviembre llegan con un aura especial con la que se celebra el Día de Muertos, ocasión en la que muchos recordamos una obra de arte que, más de sesenta años después sigue estando presente como una de las películas más queridas para los mexicanos.
'Macario', dirigida por Roberto Gavaldón y estrenada en 1960, es una de las obras más emblemáticas del cine mexicano que adaptó la novela homónima de B. Traven un enigmático escritor del que poco se sabe tanto de su nombre, como de su nacionalidad.
Esta película se adentra en la compleja relación que los mexicanos tienen con la muerte, un tema recurrente en la cultura y la tradición del país y en la que, a través de su narrativa, 'Macario' no solo ofrece una visión sobre el más allá, sino que también explora temas como la pobreza, la ambición, y el sacrificio, creando un retrato rico y multifacético de la existencia humana.
La historia gira en torno a Macario, un indígena pobre que, ante su carencia, sueña con que un día podrá comer un pavo entero. Cuando finalmente logra su anhelo, se encuentra con la Muerte, personificada como un hombre que le ofrece un pacto: Macario podrá vivir en la abundancia, pero a cambio, tendrá que entregar su alma.
La muerte en la cosmovisión mexicana no es vista como un final, sino como una parte integral del ciclo de la vida. Esta perspectiva se manifiesta en diversas tradiciones, como el Día de Muertos, donde la muerte se celebra y se honra. En 'Macario', la muerte se presenta de manera similar: es un personaje que no solo representa la muerte física, sino también un recordatorio de las luchas y sacrificios de la vida.
Una película, tiempo libre y amor al arte durante la pandemia
Más de cinco décadas después del estreno de la película en cines, volvió a convertirse en la favorita de una nueva generación de entusiastas del séptimo arte, en parte, gracias al trabajo de Woldemberg Pérez Zúñiga, entonces estudiante de la Ingeniería en Tecnologías y Desarrollo de Software de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) que, como proyecto personal, se decidió remasterizarla convirtiéndola a color, pero no sólo eso, sino que también la llevó a la calidad de 1080P, es decir, 60 fotogramas por segundo.
"Inicié cuando empezó esto de la cuarentena (del Covid-19). Hubo un momento en que no sabía en qué emplear mi tiempo, así que me puse a investigar sobre programación de ciencia artificial y encontré un repositorio en disco que es un portal en el que muchos desarrolladores pueden publicar programas y proyectos", platicó en entrevista con el sitio Alerta Chiapas.
Sobre el porqué de la elección de esta película, Pérez comentó que eligió la cinta protagonizada por Ignacio López Tarso porque "es mi película favorita y también de mi papá, y yo dije: 'está re bien como proyecto personal', pero no sabía si podía tener problemas de derecho de autor o así".
Al final, al no obtener respuesta por parte del IMCINE, decidió continuar con la experimentación de Inteligencia Artificial, redes neuronales y machine learning, especificando al principio del video que, en efecto, dicha obra no está remasterizada con fines de lucro.
El resultado fue más que espectacular y bien recibido: la película subida a YouTube ha recibido más de 57.000 likes y ha sido vista casi 2 millones de veces, recibiendo comentarios positivos acerca del trabajo de Woldemberg, que ha acercado a nuevas generaciones, y en una mejor calidad, una obra de arte del cine mexicano.
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