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El terror es uno de los géneros más sugerentes del cine y por extensión, de buena parte de la televisión. Remontándonos al propio origen del término, el miedo como tal es “una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror”.
Sobre esta base, ¿quién no se ha sentado en un círculo rodeado de amigos para contar historias de miedo? Como todo lo prohibido, el miedo generalmente suele atraernos más cuando somos niños. Si además tenemos una mente imaginativa y somos capaces de crear historias que realmente lleguen a producirnos escalofríos, habremos conseguido triunfar y lograr que nos invada esa sensación de miedo que tanto gusta a muchos de nosotros para luego descubrir que nada es real, habiendo conseguido estar en la piel de los protagonistas de una historia que no siempre acabaría bien.
Esta sensación es justo la que buscaban un grupo de adolescentes en el programa que recordamos hoy en nuestro Nostalgia TV, ‘El Club de Medianoche‘.
Miedo frente a la hoguera
Todos los episodios daban comienzo con una reunión de adolescentes en una hoguera, en un lugar secreto de un bosque. Todas las semanas, alguien era el encargado de contar una historia de miedo. Tras una breve introducción un tanto temerosa, todos se disponían a escuchar y un saco lleno de azúcar era el encargado de brindar ese puñado que se debía lanzar a la hoguera para que una llamarada diese comienzo a la historia. Un ritual que ha quedado grabado como lo más característico de la serie, sin duda. Todas los episodios comenzaban la coletilla de “La historia de…”.
Los chicos formaban parte de un club autodenominado “La Sociedad de la Medianoche“. La serie tenía todos los ingredientes para enganchar a jóvenes y niños no tan niños a nivel narrativo. Historias que surgían del imaginario colectivo, leyendas urbanas y sobre todo, mucho cuento paranormal, mágico y cualquier cosa que se acercase a lo embrujado o maldecido era recurrente en las historias. Como curiosidad destaca que la fuente de muchas de las historias que vimos procedían de dominio público o leyendas urbanas.
¿Competidor de la exitosa ‘Pesadillas’?
Los lugares típicos donde ocurrían las historias eran escuelas y casas abandonadas, bosques inhabitados e incluso bibliotecas. Tanto por localización como por temáticas y tratamiento de historias, ‘El Club de Medianoche‘ era una serie muy parecida a ‘Pesadillas‘, por lo que podríamos considerarla como uno de sus competidores directos. Ambas producciones consiguieron posicionarse muy bien en el género infantil y resultaron un éxito en la década de los 90. No obstante, guardan una serie de diferencias.
El ‘El Club de Medianoche’, existen varios narradores, siendo el grupo de adolescentes lo que permanecía episodio tras episodio. En ‘Pesadillas’, R.L. Stine introducía personalmente sus historias, que estaban protagonizadas por distintos personajes y normalmente tenían un final abierto que permitía la continuación de los episodios de igual manera que en los libros de la serie. En “El Club de Medianoche” muchas historias acababan mal, pero se tendía a finalizar de forma medianamente feliz, ofreciendo una solución al miedo sembrado y siempre una conclusión.
También era muy característico el momento de finalización de la historia. Una vez pasados los terroríficos climax, la serie volvía al círculo de amigos frente a la hoguera, donde algunos se habían ido por el miedo, y otros resistían queriendo conocer más y cómo acabaría el asunto. Cuando no interesaba seguir relatando, alguien con un cubo de agua aparecía y lo vaciaba sobre la hoguera. Una buena representación del alivio que supone el despertar de una pesadilla.
Puede que la serie vista hoy sea algo cutre, retro o como queramos calificarla. Pero de lo que no tengo duda, es de los entrañables y terroríficos momentos que nos hizo pasar a muchos niños durante esas mañanas de sábado en la que se emitía. El gran error de su emisión en España, ya que toda la atmósfera de terror que generaba la noche y la oscuridad se perdía por completo en la parrila programática.
Ficha Técnica: El Club de Medianoche
El terror es uno de los géneros más sugerentes del cine y por extensión, de buena parte de la televisión. Remontándonos al propio origen del término, el miedo como tal es “una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror”.
Sobre esta base, ¿quién no se ha sentado en un círculo rodeado de amigos para contar historias de miedo? Como todo lo prohibido, el miedo generalmente suele atraernos más cuando somos niños. Si además tenemos una mente imaginativa y somos capaces de crear historias que realmente lleguen a producirnos escalofríos, habremos conseguido triunfar y lograr que nos invada esa sensación de miedo que tanto gusta a muchos de nosotros para luego descubrir que nada es real, habiendo conseguido estar en la piel de los protagonistas de una historia que no siempre acabaría bien.
Esta sensación es justo la que buscaban un grupo de adolescentes en el programa que recordamos hoy en nuestro Nostalgia TV, ‘El Club de Medianoche‘.
Miedo frente a la hoguera
Todos los episodios daban comienzo con una reunión de adolescentes en una hoguera, en un lugar secreto de un bosque. Todas las semanas, alguien era el encargado de contar una historia de miedo. Tras una breve introducción un tanto temerosa, todos se disponían a escuchar y un saco lleno de azúcar era el encargado de brindar ese puñado que se debía lanzar a la hoguera para que una llamarada diese comienzo a la historia. Un ritual que ha quedado grabado como lo más característico de la serie, sin duda. Todas los episodios comenzaban la coletilla de “La historia de…”.
Los chicos formaban parte de un club autodenominado “La Sociedad de la Medianoche“. La serie tenía todos los ingredientes para enganchar a jóvenes y niños no tan niños a nivel narrativo. Historias que surgían del imaginario colectivo, leyendas urbanas y sobre todo, mucho cuento paranormal, mágico y cualquier cosa que se acercase a lo embrujado o maldecido era recurrente en las historias. Como curiosidad destaca que la fuente de muchas de las historias que vimos procedían de dominio público o leyendas urbanas.
¿Competidor de la exitosa ‘Pesadillas’?
Los lugares típicos donde ocurrían las historias eran escuelas y casas abandonadas, bosques inhabitados e incluso bibliotecas. Tanto por localización como por temáticas y tratamiento de historias, ‘El Club de Medianoche‘ era una serie muy parecida a ‘Pesadillas‘, por lo que podríamos considerarla como uno de sus competidores directos. Ambas producciones consiguieron posicionarse muy bien en el género infantil y resultaron un éxito en la década de los 90. No obstante, guardan una serie de diferencias.
El ‘El Club de Medianoche’, existen varios narradores, siendo el grupo de adolescentes lo que permanecía episodio tras episodio. En ‘Pesadillas’, R.L. Stine introducía personalmente sus historias, que estaban protagonizadas por distintos personajes y normalmente tenían un final abierto que permitía la continuación de los episodios de igual manera que en los libros de la serie. En “El Club de Medianoche” muchas historias acababan mal, pero se tendía a finalizar de forma medianamente feliz, ofreciendo una solución al miedo sembrado y siempre una conclusión.
También era muy característico el momento de finalización de la historia. Una vez pasados los terroríficos climax, la serie volvía al círculo de amigos frente a la hoguera, donde algunos se habían ido por el miedo, y otros resistían queriendo conocer más y cómo acabaría el asunto. Cuando no interesaba seguir relatando, alguien con un cubo de agua aparecía y lo vaciaba sobre la hoguera. Una buena representación del alivio que supone el despertar de una pesadilla.
Puede que la serie vista hoy sea algo cutre, retro o como queramos calificarla. Pero de lo que no tengo duda, es de los entrañables y terroríficos momentos que nos hizo pasar a muchos niños durante esas mañanas de sábado en la que se emitía. El gran error de su emisión en España, ya que toda la atmósfera de terror que generaba la noche y la oscuridad se perdía por completo en la parrila programática.
Miedo frente a la hoguera
- Título Original: Are you afraid of the dark?
- Género: Infantil, Terror
- Cadena: Nickelodeon, YTV (1991–1996)
- Emitida en España: Canal+, Nickelodeon, La 2, FDF
- Disponibilidad DVD: Completa
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Título Original: Are you afraid of the dark?
Género: Infantil, Terror
Cadena: Nickelodeon, YTV (1991?1996)
Emitida en España: Canal+, Nickelodeon, La 2, FDF
Disponibilidad DVD: Completa
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