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Los domingos se hicieron para ver la tele y darse atracones de series, ya sea con mantita en invierno o buscando la corriente en un día caluroso como el de hoy. En el canal Nostalgia TV de ¡Vaya Tele! hoy emitimos un programa de los lejanos 90, cuando las hombreras aún renqueaban y se empezaba a introducir la combinación americana-vaqueros gracias a la estilista de 'Sensación de Vivir'. Por aquel entonces, Yolanda Benítez nos "cantaba" la programación con los ya extintos "avances de continuidad".
Jesús Vázquez o Emilio Aragón eran el summum de la modernidad y presentadores habituales de la cadena entonces. Pero también se estilaba mucho lo de contar con artistas de otros campos, especialmente de la canción, para conducir todo tipo de programas. Es el caso de Norberto Juan Ortiz Osborne, A.K.A. Bertín, cantante, actor, empresario del gazpacho y compañero de fatigas de Arévalo, al que encargaron presentar -y cumplió con creces- 'Contacto con tacto'.
'Contacto con tacto', un visionario
'Contacto con tacto' era un dating show de la prehistoria de Telecinco -tu pantalla amiga- que presentaba Bertín Osborne esparramao en un sofá. Basado, como no, en un formato americano ('Studs') -Lazarov debió comprar palets cuando inauguró la cadena- fue -totalmente de acuerdo con el redactor de 'I love TV'-, un predecesor de 'Hombres, Mujeres y Viceversa', al menos en la dinámica: las citas venían primero y el cortejo se culminaba en plató. Años más tarde el formato involucionó hasta contar con Rafa Mora como máximo exponente.
Al contrario que en otros programas del género como 'Vivan los novios', en 'Contacto con tacto' no se mantenía el misterio hasta el final ni corrías el riesgo de tener que irte de viaje con alguien que no cumpliera esas expectativas que tan fácilmente se generan con un panel separatorio de por medio. Una vez vivida la experiencia de salir juntos y comprobada en plató la afinidad, hay menos posibilidades de decepción, a no ser que ni siquiera te elijan, claro. Y es que siendo dos hombres y tres mujeres, necesariamente alguien debía sufrir.
Las continuas referencias sexuales implícitas en las preguntas, propias de esa época picantona de Telencinco (recordemos que es el mismo juego que practicaba Jesús Puente en 'Su media naranja') tal vez pretendieran escandalizar en cierto sentido. Pero resultan de lo más anecdóticas si tenemos en cuenta las barbaridades que se pueden oír en el plató de 'Sálvame' a las cinco de la tarde.
De fiesta con Bertín
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En cualquier caso, pese a la similitud con los tronistas o cualquier programa de citas lo que hacía especial a éste era su conductor. Bertín aportaba al formato más campechanismo que esa Emma Suárez, tan trágica y tan cizañera. La gracia andaluza de Bertín y lo intentos -que no se molestaba en disimular- de ligarse a las pretendientas convertían la experiencia de estar en plató en una noche de fiesta en una discoteca de Benidorm y al programa en una mera excusa para la diversión y la distensión.
Sin llegar al desmadre de 'Crónicas Marcianas' o de un programa con Pocholo, era un espacio gamberro, ameno, que gana más aun con la revisión a día de hoy, sobre todo en lo que a estética se refiere. A pesar de ese "contenido sexual" Bertín sólo quería que pasáramos un rato de risas y los concursantes, ir al Caribe. Nada de bolos en discotecas o trampolines a la telerrealidad. ¡Cuánta inocencia...!
Para Osborne fue su primera experiencia como presentador de una larga trayectoria televisiva que incluye todo tipo de formatos y líneas editoriales. Su época más prolífica la vivió en Antena 3 (entre 1994 y 2006), aunque tuvo que lidiar con experimentos como 'Scavengers', un concurso de estética futurista en el que, igualmente, ejercía de sí mismo. Y si lo suyo era el humor, pudo demostrarlo en 'Genio y figura', el programa de chistes que nos hizo el regalazo de descubrirnos a Chiquito de la Calzada.
Después vendrían 'Lluvia de estrellas' y 'Menudas estrellas', una oportunidad para recuperar el decoro presentando a niños que, por algún extraño motivo, querían ser folklóricos. 'Trato hecho', 'Ankawa' e incluso una etapa del 'Grand Prix': Bertín fue, durante algún tiempo, el Jesús Vázquez de Antena 3, ese presentador polivalente que lo mismo ejerce de comandante de la nave de Alien como de experto en belleza buscando a 'La mujer 10'. Tan versátil, que incluso pasó brevemente por La2 y acabó fichando en 2010 por Intereconomía copiando haciendo versiones de programas ya conocidos como 'Luna de Miel' o 'Esos locos bajitos' y perdiendo definitivamente la gracia. Una lástima.
Ficha Técnica: 'Contacto con tacto'
Los domingos se hicieron para ver la tele y darse atracones de series, ya sea con mantita en invierno o buscando la corriente en un día caluroso como el de hoy. En el canal Nostalgia TV de ¡Vaya Tele! hoy emitimos un programa de los lejanos 90, cuando las hombreras aún renqueaban y se empezaba a introducir la combinación americana-vaqueros gracias a la estilista de 'Sensación de Vivir'. Por aquel entonces, Yolanda Benítez nos "cantaba" la programación con los ya extintos "avances de continuidad".
Jesús Vázquez o Emilio Aragón eran el summum de la modernidad y presentadores habituales de la cadena entonces. Pero también se estilaba mucho lo de contar con artistas de otros campos, especialmente de la canción, para conducir todo tipo de programas. Es el caso de Norberto Juan Ortiz Osborne, A.K.A. Bertín, cantante, actor, empresario del gazpacho y compañero de fatigas de Arévalo, al que encargaron presentar -y cumplió con creces- 'Contacto con tacto'.
'Contacto con tacto', un visionario
'Contacto con tacto' era un dating show de la prehistoria de Telecinco -tu pantalla amiga- que presentaba Bertín Osborne esparramao en un sofá. Basado, como no, en un formato americano ('Studs') -Lazarov debió comprar palets cuando inauguró la cadena- fue -totalmente de acuerdo con el redactor de 'I love TV'-, un predecesor de 'Hombres, Mujeres y Viceversa', al menos en la dinámica: las citas venían primero y el cortejo se culminaba en plató. Años más tarde el formato involucionó hasta contar con Rafa Mora como máximo exponente.
Al contrario que en otros programas del género como 'Vivan los novios', en 'Contacto con tacto' no se mantenía el misterio hasta el final ni corrías el riesgo de tener que irte de viaje con alguien que no cumpliera esas expectativas que tan fácilmente se generan con un panel separatorio de por medio. Una vez vivida la experiencia de salir juntos y comprobada en plató la afinidad, hay menos posibilidades de decepción, a no ser que ni siquiera te elijan, claro. Y es que siendo dos hombres y tres mujeres, necesariamente alguien debía sufrir.
Las continuas referencias sexuales implícitas en las preguntas, propias de esa época picantona de Telencinco (recordemos que es el mismo juego que practicaba Jesús Puente en 'Su media naranja') tal vez pretendieran escandalizar en cierto sentido. Pero resultan de lo más anecdóticas si tenemos en cuenta las barbaridades que se pueden oír en el plató de 'Sálvame' a las cinco de la tarde.
De fiesta con Bertín
En cualquier caso, pese a la similitud con los tronistas o cualquier programa de citas lo que hacía especial a éste era su conductor. Bertín aportaba al formato más campechanismo que esa Emma Suárez, tan trágica y tan cizañera. La gracia andaluza de Bertín y lo intentos -que no se molestaba en disimular- de ligarse a las pretendientas convertían la experiencia de estar en plató en una noche de fiesta en una discoteca de Benidorm y al programa en una mera excusa para la diversión y la distensión.
Sin llegar al desmadre de 'Crónicas Marcianas' o de un programa con Pocholo, era un espacio gamberro, ameno, que gana más aun con la revisión a día de hoy, sobre todo en lo que a estética se refiere. A pesar de ese "contenido sexual" Bertín sólo quería que pasáramos un rato de risas y los concursantes, ir al Caribe. Nada de bolos en discotecas o trampolines a la telerrealidad. ¡Cuánta inocencia...!
Para Osborne fue su primera experiencia como presentador de una larga trayectoria televisiva que incluye todo tipo de formatos y líneas editoriales. Su época más prolífica la vivió en Antena 3 (entre 1994 y 2006), aunque tuvo que lidiar con experimentos como 'Scavengers', un concurso de estética futurista en el que, igualmente, ejercía de sí mismo. Y si lo suyo era el humor, pudo demostrarlo en 'Genio y figura', el programa de chistes que nos hizo el regalazo de descubrirnos a Chiquito de la Calzada.
Después vendrían 'Lluvia de estrellas' y 'Menudas estrellas', una oportunidad para recuperar el decoro presentando a niños que, por algún extraño motivo, querían ser folklóricos. 'Trato hecho', 'Ankawa' e incluso una etapa del 'Grand Prix': Bertín fue, durante algún tiempo, el Jesús Vázquez de Antena 3, ese presentador polivalente que lo mismo ejerce de comandante de la nave de Alien como de experto en belleza buscando a 'La mujer 10'. Tan versátil, que incluso pasó brevemente por La2 y acabó fichando en 2010 por Intereconomía copiando haciendo versiones de programas ya conocidos como 'Luna de Miel' o 'Esos locos bajitos' y perdiendo definitivamente la gracia. Una lástima.
'Contacto con tacto', un visionario
<li><strong>Título Original</strong>: 'Studs'</li>
<li><strong>Género</strong>: Dating-show</li>
<li><strong>Cadena original</strong>: FOX (1991-1993)</li>
<li><strong>Cadena en España</strong>: Telecinco (1992-1994)</li>
</ul></div>
En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV
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