Nos gusta ver a los famosos en los concursos de televisión porque se humanizan. Estamos acostumbrados a que se nos muestren impecables y divinos, puede que hasta admiremos a alguno… Y, de repente, un día descubrimos que piensan que la capital de Francia es Croissant. En ese momento, nos repantigamos en el sofá y nos comemos un buen puñado de panchitos, ¡a su salud!
Cuando los famosos acuden a un concurso es porque necesitan promocionar su disco, su peli o su libro. O tal vez porque necesitan promocionarse a ellos mismos, llevan demasiado tiempo en el cajón de los juguetes rotos y un poquito de luz de foco les puede alegrar el día. Sea como sea, hay como una creencia popular que parece indicar que cuando a la frase “es un concurso de televisión…” le añades “...en el que salen famosos”, el programa, de golpe, gana puntos de cara a la audiencia.
Cultura general
Érase una vez un concursante de televisión al que se le apareció su hada madrina y le puso un famoso al lado para que le echara un capote a la hora de ganar el premio. Es la idea primigenia de este tipo de concurso: que el personaje popular le va a ser de ayuda a su apadrinado. Normalmente, además, el famoso pone verdadero interés y muchas ganas para lograr una buena participación. Pero, algunas veces, las buenas intenciones se quedan sólo en eso.
‘Pasapalabra‘: Es uno de los todoterreno de la televisión actual, pues lleva emitiéndose desde el 2000, primero en Antena 3 y luego en Telecinco. De hecho, en 2010 incluso fue galardonado con un Ondas. En ‘Pasapalabra‘ compiten dos concursantes y nada menos que cuatro famosos. El concursante, junto a su pareja mixta de famosos, pasa por diversas pruebas de palabras en las que se han de esmerar en conseguir segundos. Ahora bien, en la prueba final, el popular “rosco”, los dos concursantes reciben una cantidad similar de tiempo por parte del concurso y se enfrentan en solitario a la prueba.
‘Atrapa un millón‘: En su versión cotidiana, los concursantes que juegan con Sobera son personas de la calle, pero, en algunas ocasiones, el programa se viste de gala y la pareja de participantes se ve formada por un famoso y un anónimo. Uno de los ganchos de ‘Atrapa un millón‘ es ser testigos de las disquisiciones por las que los concursantes pasan para decidirse por una respuesta. El hecho de que no se tengan confianza y de que uno de ellos sea famoso le da cierta gracia al asunto. Muchas veces el concursante anónimo ha de hacer uso de toda su galantería para explicarle al famoso que no va a seguir su consejo.
‘Ahora caigo‘: En vista de los buenos resultados que las ediciones VIP han reportado a su vecino de parrilla, el concurso presentado por Arturo Valls también opta (de vez en cuando) por jornadas con participación de famosos. En este caso, el personaje popular juega para ayudar a una ONG. Lo atrayente de este formato es que los famosos no son aliados de la persona anónima, antes al contrario, el concursante se ha de enfrentar contra todos ellos para ganar el premio. Ver al cantante, actor, presentador de turno cayendo por el agujero despierta cierto malévolo interés.
Para terminar la sección, vamos a hacer mención de un par de concursos ya extintos que también tuvieron a famosos como protagonistas. En ‘Password‘ dos parejas de famoso-anónimo competían entre sí. El programa tuvo relativo éxito y su cancelación sorprendió a muchos de sus seguidores. ‘Mucho que perder, poco que ganar‘ o ‘Involución‘ proponían un formato con bastantes puntos originales en el que no había concursante anónimo, sino sólo famosos. No se podrían considerar programas culturales al uso, pero sí ponían a prueba ciertos saberes populares y por ello los incluímos. Su apuesta tal vez demasiado innovadora, tal vez demasiado extravagante, no acabó de
convencer a la audiencia.
Talent show
Los famosos también tienen su corazoncito y les gusta que les digan lo bien que cantan, bailan e interpretan. Al resto de los humanos nos hace gracia ver a estos famosos pasarlas canutas en manos de profesores de academia que les exprimen, y, sobretodo, caer en las manos de un jurado que los trata de manera aséptica, como si nunca hubieran salido en el ‘Diez minutos’.
‘Mira quien baila‘: En su última edición y por un problema de uso de marcas, pasó a llamarse ‘Más que baile’. En ‘Más que baile‘, un grupo de famosos compiten entre sí para demostrar que son los mejores bailarines de salón. El formato triunfa por el choque de conceptos: resulta raro y, a la vez, atrayente, toparse con cierto irónico humorista bailando un vals como el más formal de los vieneses, o a una actriz sesentona marcándose un hip hop.
‘Tu cara me suena‘: Ha sido uno de los programas revelación de la temporada y uno de los pocos talent show que le han funcionado a Antena 3 en mucho tiempo. ‘Tu cara me suena‘ sólo cuenta con una edición y es difícil saber cómo evolucionará porque, realmente, uno de sus fuertes ha sido el potente casting con el que contaban. En el mundillo de “imitar a un cantante” han ido más allá y han travestido a sus concursantes con sorprendentes y aplaudidos resultados.
Tal y como hemos hecho con los concursos de cultura general, vamos a repasar otros talent show que también tuvieron su hueco en nuestra tele. ‘Desafío bajo cero‘ era un ‘Más que baile’ con patinaje sobre hielo. No resultaba tan vistoso como el programa de baile (hacer piruetas no creo que se pueda aprender en una semana) y sólo tuvo una edición. ‘Vivo cantando‘ fue uno de estos programas que sólo se le pueden ocurrir a ciertas mentes pensantes. La idea era recuperar a viejas glorias de la música española y hacerlas competir entre ellas, defendiendo una canción de su época. El remate era que las votaciones se hacían por provincias españolas, como si de un Eurovisión nacional se tratara.
En ¡Vaya Tele! | ‘Tu cara me suena’, el éxito de la temporada