Al hablar de concursos, fácilmente pensamos en ‘¿Quién quiere ser millonario?’, ‘Ahora caigo’ o el eterno ‘Saber y ganar’, por poner algunos ejemplos. Si elevamos el componente de telerrealidad, tendremos productos como ‘Gran Hermano’ o ‘El juego de tu vida’. Y si mezclamos famoseo, llegaremos a ‘Supervivientes’. Son formatos recurrentes en las parrillas porque cumplen bien con varios cometidos: entretenimiento, diversión, identificación positiva o negativa con el participante, morbo… Depende.
Todo concurso necesita de al menos un concursante, y es habitual que a este concursante se le dé para firmar un contrato donde, entre otras cosas, se le explica cuál es la mecánica del programa en el que participará. Hay espacios, sin embargo, que apenas necesitan carta de presentación; son concursos extremos en los que, sólo con ver la promo, uno ya puede decidir que es mejor quedarse en casa y no participar. A ellos me remito.
‘Fear Factor’, donde tú mismo te cavas tu propia tumba
‘Fear Factor’ es un formato original de la NBC con predicamento en más de treinta países que en España reemite la Siete y que tuvo versión propia de la mano de Antena 3 durante el año 2005. En él, seis concursantes en paridad de género se enfrentan a sus propios miedos para superar pruebas físicas y de resistencia psicológica hasta llevarse 50.000 dólares; y, en función de cuáles sean estos miedos, mayor o menor nivel de espectacularidad se lleva el programa.
Claro, ahí el problema está en determinar a qué le tiene miedo una persona. Aunque el fragmento que he elegido corresponde a un corte de pelo algo desafortunado, no sé por qué al final lo más habitual es encontrar imágenes de gente comiendo porquerías que dan más asco que pánico. En general, según lo que sea eso que nos da miedo, la prueba puede resultar especialmente dura. A mí, que soy un miedica declarado y todo me lo hace pasar mal… me daría un infarto.
‘Fist of Zen’, donde no puedes ni quejarte
‘Fist of Zen’ es un concurso de MTV que causa furor entre sus adeptos, y sus responsables no dudan en denominarlo “programa de culto”. Es como presentarse a un casting de ‘Jackass’ superando una y otra prueba de sufrimiento personal ejecutada por los que hasta el momento decían ser tus amigos y compañeros de viaje, pero sin poder abrir la boca ni para lanzarles una calurosa dedicatoria acompañada de un sollozo.
La estética, de corte oriental, nos devuelve a clásicos de este tipo de espectáculos, como el legendario ‘Endurance’ japonés, mientras vemos cómo los participantes van superando pruebas estructuradas en bloques y aderezadas con todo tipo de indicaciones rayanas en lo absurdo. Será que no me veo acollejado por los compañeros de programa, pero a mí... que me esperen en concursos como este.
‘Wipeout’, donde sufrirás dolor verdadero
¿He dicho ‘Endurance’? Para los que se quedaron sin participar en el clásico nipón porque por aquellas fechas ni siquiera habían nacido, ahora tenemos ‘Wipeout’, una lógica evolución de las caídas más burras que se hayan visto nunca en la tele. Aquí el espectáculo está garantizado, y tiene su público. Dicen los que entienden de humor visual que una caída siempre ha hecho y siempre hará reír, aunque poner cámaras superlentas para poderse regodear en el dolor ajeno… no sé yo, no sé yo.
Popular en más de veinte países, en España hace un par de años lo versionó Telecinco con Carmen Alcayde como presentadora y bajo el título ‘¡Guaypaut!’, dotado con un premio de 15.000 euros para el que superara los cinco desafíos propuestos. El programa se grabó del tirón, pero se emitió en función de los resultados de audiencia y pronto fue relegado al late night por la cadena de Fuencarral. Lo dicho, que me esperen sentados.
‘Ninja Warrior’, otro más que tal
Y cierro el subgrupo de los derivados de ‘Endurance’ con un must de la tele actual en materia de concursos cafres: ‘Ninja Warrior’, donde un grupito de 100 concursantes van saltando y brincando de prueba en prueba, coleccionando leñazos light en pos de un suculento premio que al final es lo de menos, porque aquí raro es el que se salva. En ‘Ninja Warrior’ destaca el hecho de tener una clasificación aparte para mujeres, donde las pruebas son más de coordinación y menos de fuerza bruta.
Sus cortinillas son realmente espectaculares, mucho más que el programa en sí, que se emite en Disney Channel XD y en unas cuantas autonómicas, intuyo que para cuadrar parrillas porque es un recurso que da mucho juego allá donde lo pongas, como un ‘Mr. Bean’ o un ‘Just for laughs’. En cualquier caso, leo que por ahí han pasado como concursantes atletas de la talla de Gervasio Deferr, y es que aquí sólo valen los que están preparados. Como no es mi caso, me quedo en casa.
‘La Zone Xtrême’, donde todos fueron Truman
Basado en un experimento psicológico desarrollado inicialmente en la Universidad de Yale durante los años 60, ‘La Zone Xtrême’ fue un falso concurso preparado hace un par de años por France Télévisions y la Televisión de Suiza para dar pie a un reportaje sobre el comportamiento del ser humano titulado ‘El juego de la muerte’.
Imitando la estética de los programas de preguntas con tensión, al estilo de ‘¿Quién quiere ser millonario?’, por cada pregunta que acertara el concursante se le daba a elegir entre acumular el dinero o darle una descarga eléctrica a otro participante... que en realidad era un actor. Ni los concursantes ni los asistentes como público sabían que todo era una farsa, así que ellos realmente estaban dentro de un concurso donde se jugaba con el sentido de la ética de las personas… al que yo no me habría presentado ni por todo el oro del mundo.
‘La biblioteka’, eso sí que es terror psicológico
Dejo para el final una especie de concurso que me chivan los compañeros, y es que nunca se me habría pasado por la cabeza que una biblioteca pudiera dar de sí para un espectáculo de entretenimiento. La cosa es que en ‘La biblioteka’, que emitió Antena 3 allá por 2008, se encerró a una docena de chavalotes en edad de andar de fiesta en fiesta y se les dijo que se hicieran a sí mismos las mil perrerías pero sin levantar la voz, como una versión española del ‘Fist of Zen’, pero desprovista del toque oriental.
Hombre, como “experimento sociológico” seguramente daba la talla, y además no exigía que me pusiera a hacer los chopocientos kilómetros vallas, pero tampoco es que me apasione la idea de presentarme a algo así. Lo veo como un programa al que fueran a parar los descartados, por útiles, de ‘Generación Ni-Ni’... si no fuera porque los bibliotekarios llegaron primero a la tele.
Desde luego no he incluido todos lo que son, y quedan fuera ejemplos como ‘Los últimos 20 metros’ y ‘El muro infernal’, pero la lista ya está bastante completita con estas seis propuestas. Y sí, algunos de estos programas llevan años sin emitirse, pero no he querido obviarlos en esta lista porque me parecían especialmente representativos sobre un estilo de concurso que, aunque no me llame especialmente, tiene un nivel de espectáculo televisivo incontestable.
En ¡Vaya Tele! | ‘¿Quien quiere ser millonario? Hot seat’, la apuesta por los concursos suma y sigue