Curiosamente, los dos cineastas daneses que más están dando que hablar en este momento van tratar un mismo tema en sus próximas películas: el sexo. Esta semana se ha sabido que tanto Lars von Trier como Nicolas Winding Refn ya han encontrado a los actores que encabezarán los repartos de sus nuevos y esperados proyectos.
Refn acudió al festival de Deauville para presentar ‘Drive’, y aprovechó para hablar brevemente de un thriller de terror en el que lleva trabajando varios años. Se titula ‘I Walk With The Dead’ y el cineasta ya ha conseguido el compromiso de la inglesa Carey Mulligan (una de las actrices del momento, con la que ya trabajó en su último film) para uno de los papeles principales; en cuanto a la historia, lo único que reveló es que “tiene lugar en Miami y habrá mucho sexo“. Nos vale. En estos momentos, Refn tiene por delante el rodaje de ‘Only God Forgives’, en Tailandia, así que aún quedan al menos unos meses hasta que comience la producción de su thriller sexual.
Por su parte, Von Trier volverá a contar con uno de los rostros habituales de su cine, Stellan Skarsgard, en la película que tiene entre manos, centrada en el erotismo de una mujer, desde su nacimiento hasta los 50 años. El actor sueco, ocupado actualmente en el rodaje de ‘Los Vengadores’, confirmó que recientemente recibió una llamada del polémico autor danés en la que le dijo: “Stellan, mi próximo film será porno, y quiero que seas el protagonista“. Al parecer, Von Trier está todavía trabajando en el guion, titulado ‘Nymphomania’ (ufffff…), realizando extensas entrevistas a mujeres de su entorno. En Cannes ya dijo que quería filmar algo pornográfico y sugirió que quería volver a contar con Kirsten Dunst, pero ella no pareció interesada en absoluto, y después de lo que se montó tras la rueda de prensa de ‘Melancolía’ (‘Melancholia’), creo que podemos descartarla. En cualquier caso, solo con la firma del danés, la película generará expectación.
PD: ‘Drive’ y ‘Melancolía’ se estrenan en España el próximo mes de noviembre. Quien se las pierda tendrá prohibido hablar de la calidad del cine actual.
Vía | PressAssociation y Screendaily