El famoso director de cine Roy Ward Baker ha fallecido el pasado martes, 5 de octubre, en Londres a la edad de 93 años, según ha informado la propia familia del realizador.
Baker es recordado sobre todo por pertenecer a esa lista de directores que ingresaron en las filas de la mítica productora británica Hammer Film, especializada sobre todo en cine de terror y fantástico. Allí realizó films tan interesantes como 'Las amantes del vampiro' ('The Vampire Lovers', 1970) —de la que ya os hemos hablado en el especial de vampiros— o 'El Dr. Jekyll y su hermana Hyde' ('Dr Jekyll & Sister Hyde', 1971), y sobre todo '¿Qué sucedió entonces?' ('Quatermass and the Pit', 1967), tercera entrega de la trilogía sobre Quatermass, de la que ya hablaremos en su momento. También es cierto que realizó cintas mucho más flojas como 'Las cicatrices de Drácula' ('Scars of Dracula', 1970) o 'Kung Fú contra los siete vampiros de oro' ('The Legend of the 7 Golden Vampires', 1974).
Su trabajo en la mencionada productora, y también en la Amicus —otra firma británica especializada en terror— lo consiguió gracias a los episodios que dirigió para dos series de gran éxito en aquellos años, 'El santo' —de espectacular audiencia en las pantallas españolas— y 'Los vengadores'. Resaltar que en la Amicus realizó la que para el que esto firma es una de las mejores películas de terror divididas en episodios, 'Refugio macabro' ('Asylum', 1972) que fue escrita por Robert Bloch. Cuatro historias no aptas para nerviosos que aún a día de hoy funcionan a la perfección.
Sin embargo tenemos que remontarnos a antes de la Hammer para hablar de Baker como se merece. Fue ayudante de dirección de Alfred Hitchocock en 'Alarma en el expreso' ('The Lady Vanishes', 1938), probablemente la mejor película de la etapa inglesa del maestro, y director de segunda unidad en 'Night Train to Munich' (id, Carol Reed, 1940), un especie de spin off del film anterior.
Probablemente el mayor éxito de Roy Ward Baker en toda su carrera, al menos el que unió considerablemente a crítica y público, fue 'La última noche del Titanic' ('A Night to Remenber', 1958), —ganadora del Globo de oro a la mejor película extranjera— película que narraba la famosa tragedia y del que el señor James Cameron no tuvo reparo en copiar literalmente alguna de sus escenas para su oscarizado y famoso film de 1997.
Baker siempre fue considerado un director de segunda fila. Muchos, me incluyo entre ellos, tardaron en darse cuenta de que detrás de ese nombre había un director más que solvente que nos dejó film memorables como algunos de los que he mencionado.
Hasta siempre Roy.