Por fin se ha hecho justicia. Christopher Plummer gana el Oscar al mejor actor de reparto, que todo emocionado lanza un discurso con una gran despedida de amor hacia su mujer. Sensacional. Y es que es sin duda es lo mejor de la pedante ‘Beginners’ (id, Mike Mills, 2010).
Por otro lado, señoras y señores, ‘La invención de Hugo’ (‘Hugo’, Martin Scorsese, 2011) sigue su carrera imparable de premios con el de mejores efectos visuales, premio lógico dado lo visto, aunque servidor pensaba que el Oscar se iría para cierta cinta con simios.