Nicolas Cage es un actor inigualable, tanto para bien como para mal. Es capaz de aparecer, y cada vez con mayor asiduidad, en porquerías como la inminente ‘Contrarreloj‘ (Stolen, Simon West, 2012), de la cual podéis ver aquí su tráiler, sin el más mínimo rubor. Es por ello que ahora ya resulta hasta sorprendente que firme para aparecer en alguna película con ciertas posibilidades de salir buenas como ha sido el caso de ‘I Am Wrath‘.
Y la cuestión es que ya van dos seguidas tras haberse confirmado hace unos días que aparecería en el próximo trabajo de David Gordon Green.
Lo cierto es que el argumento de ‘I Am Wrath’ no se diferencia demasiado del estándar de muchos de sus últimos trabajos: Un hombre corriente ve como una calamidad le ocurre a un miembro de su familia y tiene que hacer algo para solucionarlo. En esta ocasión es el asesinato de su esposa lo que provoca que pierda los estribos y se convierta en un vigilante a lo Charles Bronson que imparta la ley ante la pasividad del corrupto cuerpo de policía del lugar. Un argumento que hemos visto millones de veces, tanto bien como mal hecho, pero yo estoy deseando ver si le dan ciertos matices negativos, ya que la carrera de Nicolas Cage está pidiendo a gritos ser el gran villano de alguna película de acción, algo que seguro que lo relanzaría tras varios años de relativa oscuridad. Y, como ya sabéis, yo me sitúo entre sus defensores, así que nada me gustaría más que algo así.
Sin embargo, el otro punto que me hace tener fe en ‘I Am Wrath’ es que Emmett/Furla Films, productora de la película, está muy cerca de convencer a William Friedkin para que se encargue de dirigirla. De hecho, tiene básicamente un ultimátum para que se decide dentro de poco, ya que está previsto que el rodaje de la película comience el próximo mes de febrero y quieren dejar atado a una figura tan importante como la del director lo antes posible. Cierto que Friedkin tiene una carrera un tanto errática, pero prefiero creer lo que fui programado para creer y que será capaz de hacer algo interesante con el bueno de Nic, que uno también puede permitirse tener esperanzas un poco infundadas de vez en cuando.
Vía | Collider