Muere Luigi Comencini, uno de los padres de la 'comedia a la italiana'

Probablemente todos recordamos títulos como ‘Pan, amor y fantasia’ (1953), con Vittorio de Sica y Gina Lollobrigida, y su secuela ‘Pan, amor y celos’ (1954), o ‘El camarada Don Camilo’ (1965). Pero es posible que no conociésemos el nombre de su director.

Se trataba de Luigi Comencini, considerado, junto a Dino Risi, Mario Monicelli y Ettore Scola, como uno de los padres de la llamada comedia a la italiana. Este movimiento cinematográfico tuvo un importante auge internacional durante los años ‘50 y ’60 y se considera que comenzó, precisamente, con ese ‘Pan amor y fantasía’, que además ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín.

Este género, si se puede llamar así, fue contemporáneo del Neorrealismo pero se prolongó mucho más allá en el tiempo, ya que ofrecía una visión más optimista o, cuando menos, evasora de la posguerra.

Luigi Comencini falleció hoy en Roma a los 90 años de edad, "después de una larga enfermedad soportada con valentía y discreción", según informó su familia. El funeral se celebrará mañana en Roma.

Comencini nació en Saló, en la provincia de Brescia (norte de Italia), el 8 de junio de 1916. Su familia se traslado en 1925 a Francia, donde vivió hasta 1933, cuando decidió regresar a su país para estudiar Arquitectura en el Liceo Politécnico de Milán. Allí coincidió con el también director Alberto Lattuada y comenzó a interesarse cada vez más por el cine hasta conseguir un diploma como director en 1939. Por entonces, colaboraba también como crítico cinematográfico en las revistas 'Corriente' y 'Tiempo Ilustrato' y, tras la Segunda Guerra Mundial, entró a trabajar como redactor del periódico 'Avanti'.

Antes de la II Guerra Mundial, había realizado un documental, ‘La novelletta’ (1937). Su debut en la dirección se produjo en el año 1946 con el cortometraje 'Niños en la ciudad'. No en vano, se le recuerda como el "director de los niños", importantes protagonistas de muchas de sus películas, por ejemplo, 'Prohibido Robar' (1948), 'Incomprendido' (1967) o 'Vuélvete Eugenio' (1980). "No es que me gusten los niños de una manera especial pero me interesan, son adultos sin leyes, sin moral, sin autocontrol y sin condicionamientos sociales psicológicos", había dicho Comencini.

Tuvo su primer éxito con ‘El emperador de Capri’ (‘L'imperatore di Capri’), protagonizada Totò. Tras las ya mencionadas ‘Pan, amor y…’, su filmografía va aumentando con títulos como 'La bella de Roma' (1957), 'Sucedió el lunes' (1959) o ‘Todos a casa’ (1960), que satirizaba el comportamiento de los italianos tras el armisticio de 1943. Siguieron ‘A caballo de un tigre’ (1961), ‘El comisario’ (1962), 'La chica de Bube' (1963), 'Las muñecas' (1965), 'Infancia, vocación y primeras experiencias de Giacomo Casanova, veneciano' (1969).

Durante los años ’70, sus títulos fueron ‘Sembrando ilusiones’, con Bette Davis (1972); ‘La mujer del domingo’ (1976), ‘El gran atasco’ (1979)... En 1974, su película 'Un verdadero crimen de amor' representa a Italia en el Festival de Cannes. Hace historia en TV con la serie sobre la obra de Carlo Collodi 'Las aventuras de Pinocho' (1972), considerado en Italia un clásico de la pequeña pantalla.

En 1986 dirigió 'Un chico de Calabria', que fue presentada a concurso en el Festival de Cine de Venecia del 87. Precisamente, en esta edición del festival, Comencini recibió el 'León de oro', por su carrera como director.

En sus últimos años de carrera frecuentó más la pequeña pantalla y hasta se atrevió a filmar una ópera, ‘La Boheme’ (1987), protagonizada por Barbara Hendricks y Josep Carreras.

Decidió retirarse tras filmar en 1991 una nueva versión del clásico del cine español ‘Marcelino pan y vino’, que dirigiera Ladislao Vajda en 1955. Coproducida por Francia, Italia y España, contó con la participación de Fernando Fernán Gómez y Alfredo Landa en sendos papeles de frailes.

Entre otros míticos actores y además de los ya mencionados Totò, Vittorio de Sica y Gina Lollobrigida, Comencini dirigió a Virna Lisi, Gian Maria Volontè, Alberto Sordi, Claudia Cardinale, Silvana Mangano, Marcello Mastroianni, Vittorio Gassman...

Nino Manfredi le definió como "un director serio, pero no seco; divertido, pero no cómico; una persona que sabía hacer que los actores se ajustaran a sus papeles con una maestría inigualable". Aquí se pueden escuchar esas palabras de boca de Manfredi.

Fuente (entre muchas otras): El País

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