Tras el éxito en taquilla de Manuale d’amore es (hasta cierto punto) comprensible que Giovanni Veronesi se haya lanzado raudo y veloz a preparar una segunda parte, según él más arriesgada y provocadora en sus planteamientos.
Lo que quizá no lo es tanto es alguna de las maneras utilizadas para promocionar el film, cuando todavía se encuentra en rodaje, y no por escandalosas, si no porque de tan evidentes dan hasta un poquito de vergüenza ajena.
En octubre apareció la noticia de que unas escenas de la película protagonizadas por Monica Belluci y Riccardo Scamarcio habían tenido que cortarse por resultar demasiado duras y sexualmente explícitas. Incluso se llegó a comentar que el resto del equipo de rodaje tuvo que dejar solo a los actores, para que disfrutaran de mayor intimidad.
A mí esto de “He rodado lo más caliente que has visto jamás, te lo digo, pero no lo pongo”, ya me resultaba de lo más sospechoso, pero lo que no me esperaba es encontrarme un mes mas tarde con que una revista ha publicado las imágenes del revolcón en cuestión, en exclusiva, acaparando portada y anunciándolas como las fotos prohibidas de Manuale d’amore 2.
Increíble ¿Es qué a Aurelio de Laurentiis nadie le explicó de niño el cuento de La Gallina de los Huevos de Oro? y sobretodo ¿Qué será lo próximo?.
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