Este es probablemente el final de mi vida, caminar sobre ese cable. Y, por otra parte, algo a lo que no me podría resistir, ni haría ningún esfuerzo por resistirme, ese cable me llama. Y la muerte está muy cercana.
Son palabras de Philippe Petit, un alambrista francés que en 1974 se aventuró a cruzar las torres gemelas de Nueva York, caminando a través de un cable. Su fascinante historia es el centro del multipremiado y vitoreado documental británico ‘Man on Wire’. Ya hemos hablado de ella anteriormente, pero tras ganar el Oscar al mejor documental se aproxima su estreno en las pantallas españolas, previsto para el próximo 18 de marzo.
Una cinta dirigida por James Marsh que desde que iniciara su andanza allá por el festival de Sundance del pasado año, no ha dejado de cosechar premios (el Oscar es el más reciente) y, sobre todo, alabanzas por su enorme calidad. Y poco a poco, se ha ido convirtiendo en uno de los mejores títulos del 2008.
Estamos viviendo un enorme apogeo de los títulos documentales, una tendencia que incluso se evidencia en las cintas de ficción que se aferran al realismo, incluyendo un estilo documentalista. Del mismo modo, las producciones sobre documentales están bebiendo, con gran acierto, de elementos de ficción (aunque no es nada nuevo) para narrar con más intensidad historias como la de ‘Man on Wire’.
Esta locura perpetrada por el funambulista francés fue calificada como el delito del siglo, puesto que se trató de un acontecimiento del todo ilegal (y temerario) pero que no tenía nada de malvado, poniendo en riesgo únicamente su propia vida. Un acto de espíritu romántico, de valentía épica y de inenarrable belleza que le llevó a preparar con sumo detalle la arriesgada aventura de cruzar las dos torres gemelas (por entonces los edificios más altos del mundo) a través de un cable. Un ejercicio de alambrista extremo que contenía un elevado carácter de proeza y que obtuvo un éxito olvidado por el tiempo. En ‘Man on Wire’, James Marsh lo ha recuperado y lo ha narrado con gran entusiasmo y talento (y la fabulosa música de Michael Nyman), como se deducen de las espléndidas críticas recibidas.
El argumento del documental nos conduce por el complicado golpe de Petit, que suponía sobrepasar la seguridad del World Trade Center, tirar un cable que uniera las dos torres (con ayuda de sus cómplices) y caminar sobre el mismo sin despertar la atención de nadie. A más de 400 metros de altura, sobre las calles de Manhattan, la proeza de Petit tiene tintes épicos, y el propio protagonista narra con detalle toda la aventura.
Sin duda, ‘Man on Wire’ se ha convertido en uno de los títulos más esperados y que está marcado en mi particular calendario. Aquí el trailer subtitulado al español:
Ver 18 comentarios