Hoy es una fecha señalada para recordar a un gran genio del cine como Luis Buñuel, pues se cumple el veinticinco aniversario de su muerte. Y, como es natural, los homenajes se suceden en varios ámbitos, siempre tratando de recordar el genio y figura de este aragonés universal.
Primero fue homenajeado en la Berlinale, con una retrospectiva a su obra y, el próximo sábado 2 de agosto, en Calanda su municipio natal, se inaugurará una exposición de 900 fotografías tomadas por el artista de los exteriores donde rodó sus películas. Asimismo, está en marcha un documental titulado 'El último guión', con participación de su hijo Juan Luis Buñuel, explorará los lugares más destacados en la vida del realizador, desde sus orígenes a su paso por Madrid, París, Nueva York y México.
Poco puedo aportar a lo mucho ya escrito y promulgado acerca de su talento, de su ideario, de sus pasiones y pesadillas, de su filmografía o de su influencia posterior. Y, quizás, entrando en un terreno más personal, tengo que reconocer que una de sus películas, 'El ángel exterminador' (1962), que me sirvió para descubrirle cuando aún lucía incipiente vello adolescente, ha sido una de las películas que más me ha marcado.
Quizás, por eso ya sólo merece ser considerada un título indispensable de su filmografía, pero tras ir conociendo el resto de sus trabajos, fui confirmando que Buñuel tenía una enorme capacidad para remover conciencias, adelantarse a su tiempo y jugar con el surrealismo para contar los abismos más espinosos del comportamiento humano.
Hoy es un buen día para dejarse embaucar por las poderosas imágenes de 'Viridiana', 'La edad de oro', 'Los olvidados', 'El bruto', 'Nazarín', 'El discreto encanto de la burguesía', 'Tristana', 'Belle de Jour' o la referida 'El ángel exterminador'.
Vía | El País 'El ángel exterminador' en Youtube | Parte 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 En Blogdecine:
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