La pasión iraní

La pasión iraní
Facebook Twitter Flipboard E-mail

La catalogan como la “La pasión de Cristo iraní”. Se va a estrenar en Estados Unidos y en realidad se titula ‘La lapidación de Soraya M.’. La misma productora, la violencia, la religión, la polémica y que incluso el actor Jim Caviezel esté en el reparto, han hecho que muchos comparen esta película con la que dirigió Mel Gibson hace cinco años, todo un éxito de taquilla, a pesar de la brutalidad de las imágenes y de estar hablada en latín y en arameo.

La película se basa en la novela del periodista Freidoune Sahebjam, que narró la historia de Zahra Khanum, una joven de un pueblo iraní en los años 80 que es acusada falsamente de adulterio por su mujeriego marido. El castigo por ese delito es la lapidación pública hasta la muerte, tal como establece su código penal. El director de ‘La lapidación de Soraya M.’ (‘The Stoning of Soraya M.’, 2009) es Cyrus Nowrasteh, un norteamericano de padres iraníes, que no lo ha tenido fácil para poder estrenar su película, pero finalmente la obra llegará a los cines a partir del próximo viernes, y el público dirá.

lapidacion

Por supuesto, las voces de protesta no se han hecho esperar. Elise Auerbach, especialista de Amnistía Internacional para Irán, que ya ha visto el film en un pase previo, dice que se “presenta a los iraníes como bárbaros sedientos de sangre” y que se no ha incluido la oposición de muchos habitantes del país a la lapidación.

Bueno, no he visto la película, y que se use la violencia de forma gratuita en un tema tan serio como éste me parece escandaloso, PERO, ¿de qué estamos hablando? Esto ha pasado y sigue pasando, y no, no son agradables, en realidad es algo tan repugnante que dudo de la humanidad de quien sea capaz de presenciar un acto así sin inmutarse. Sobre los que aprueban la medida y tiran las piedras mejor me ahorro el comentario.

Cabe destacar aquí que, al contrario de lo que piensa Auerbach, varias actrices de ascendencia iraní han trabajado gratis en la película, como un acto de denuncia, para que la gente sepa, vea y sienta, en la medida de lo posible, lo que ocurre en ese país. Nowrasteh dice estar preparado para toda clase de críticas y que en estos temas los eufemismos sobran. Al parecer, ha recurrido a la cámara lenta para la secuencia de la lapidación, cuyo rodaje llevó seis días, durante los cuales la actriz estuvo enterrada hasta la cintura.

Para transmitir la ira, la rabia, la frustración y la injusticia de esta historia, tienes que meter a la audiencia dentro de ese agujero en el suelo con ella.

En realidad, en Irán, a las mujeres se las entierra hasta el pecho, y a los hombres, por delitos como la homosexualidad, hasta la cintura. Y mueren tras el lanzamiento de piedras. Piedras no suficientemente grandes para matar al primer o segundo golpe, según establece la ley.

Vía | Abc

Comentarios cerrados
Inicio