'Zapatos italianos' ('Italienska skor', 2006), la novela del autor sueco Henning Mankell, será convertida en guion por obra y gracia de Richard Cottan y en película por Kenneth Branagh, con el título inglés 'Italian Shoes'. Los protagonistas de la adaptación podrían ser Anthony Hopkins y Judi Dench, quienes ya habían protagonizado juntos 'La carta final' ('84 Charing Cross Road', 1987). Pero muchas cosas pueden cambiar de aquí a que empiece a rodarse, cosa que no ocurrirá hasta finales del 2012 o en 2013, ya que Branagh debe dirigir antes 'The Guernsey Literary and Potato Peel Society' para la Fox y 'The Boys in the Boat' para los hnos. Weisntein.
El director y actor británico ha interpretado el papel protagonista en 'Wallander', adaptación anglo hablada de la serie de televisión sueca del mismo título, que trasladaba a la pequeña pantalla las historias del famoso detective creado por Mankell.
En la novela 'Zapatos italianos', Fredrik Wellin, médico retirado, vive solo en una isla cercana a la costa sueca, hasta que la llegada de Harriet, un antiguo amor al que abandonó en el pasado, irrumpe en su monótono, pero buscado aislamiento para pedirle que cumpla la antigua promesa de juventud de llevarla a una laguna al norte del país, ahora que está gravemente enferma. Harriet trae consigo a Louise, una hija de ambos, de cuya existencia nada sabía Fredrik. Obligado, ahora, a asistir al lento final de Harriet y a crear unos vínculos paterno-filiales con quien, en realidad, es una desconocida, Fredrik iniciará un viaje hacia su propio dolor. Los errores del pasado sepultados en la soledad de la isla reavivan sus remordimientos. Entre ellos, el terrible secreto que lo alejó de la profesión y por el que decidió huir del mundo.
Si soy sincera, confesaré que la serie británica sobre 'Wallander' me pareció de gran calidad, pero no logró engancharme, por causa de su pausado ritmo. Una película con un "tempo" similar podría tener más sentido, ya que el cine se ve –o debería verse– con mayor atención y de forma más activa que la televisión. Incluso así, si Branagh en este caso hace algo ligeramente más movido, lo preferiré. El hecho de que no se trate de un thriller, sino de un drama muy trágico, no parece que vaya a ayudar mucho a que nos encontremos con un film entretenido. Pero quizá la profundidad psicológica que se gane a cambio valga la pena. Por una vez, el saber que aún nos falta mucho para poder verla no me preocupa en exceso.
Vía | The Guardian.